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Amaro.

Si les soy sincero no estaba tan motivado con el carrete de Halloween y solo acepté para que el Matías dejara de huear un rato, pero en realidad no me emocionaba.

Excepto que veré a la Sofi.

Ya lo sabíamos.

Así que medida que llegaban hueones del liceo me ponía más ansioso al no verla llegar.

—Quédate quieto un rato culiao —escuché hablar al Bastian quien estaba al lado del Benja.

—Que hablai —lo mire mal.

—Hacete el hueon —se rió el Benja.

—Si ya va llegar wawita —me tocó el
hombro el Bastian, pero me corrí mirándolo mal.

—Incluso ya llegó —me giño el ojo el Benja mientras miraba su celular—. Prepárate.

Yo le saqué el dedo de al medio, porque sabían que me estaban hueando. Lo vi caminar hacia la puerta y salir. Trate de hacerme el hueon y mirar hacia otro lado.

—Iré a buscar algo para tomar —dije mientras avanzaba.

—Arráncate no más culiao —escuché hablar el Bastian, pero lo ignoré.

No sabía porque me sentía tan nervioso, así que me serví la primera huea que vi y pa dentro.

No se cuanto rato estuve en la cocina evitando salir, pero me asome y ellas ya estaban adentro, vi como la Sofi hablaba con su hermano y cuando se fue, decidí acercarme.

Noté como ella miraba al rededor de mi casa, como si buscara algo.

¿O a mi?

Sigue soñando Amarito.

Una vez que llegue donde los cabros me puse detrás de ella.

¿Que pasa antipática? —hablé, pero vi como se asusto, cosa que me hizo sonreír.

Una vez que se giró por fin pude verla bien y conchetumare, se veía tan linda. No se cuento de demoró en hablarme, porque yo estaba tan concentrado en cómo se veía ella.

—Me asustaste —la escuché hablar y despabile.

—Shaa y ni siquiera ando con la máscara puesta —mostré la máscara que tenía en mi mano, que fue la única huea que se me ocurrió ponerme.

—Pero si la traes puesta todo el año —la escuché decir mientras se cruzaba de brazos.

¿Así que andamos con esa Sofía?

Toque mi pequeño en manara de exageración.

—Me dolió.

La escuché soltar una risita y no dijo nada más. Y esa fue nuestra única interacción durante la noche, el resto de esta cada uno anduvo en la suya, ella con los chiquillos por un lado y yo por otro.

Aunque con mirada bien cerca de ella, se me hacía imposible dejarla de mirarla toda la noche, porque de verdad se veía muy linda.

Supuse que estaba disfrazada de vampiro con la sangre que tenía como desde la boca hasta el cuello. Traía una capa que le daba el toque, pero obvio no pude evitar mirar la falda que traía. Creo que nunca la había visto con una, pero se veía muy bien.

Noté como algunos hueones se le acercaron, "fingiendo" que iban por el Matías, pero sabía que era por ella. Trataba de evitarlo, pero se me hacía imposible.

—Deja de mirarla tanto —hablo el Bastian a mi lado—. Pareces psicópata.

Giré mi cara para verlo mejor y lo mire mal.

¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora