DIFERENCIAS - kookv ( COMPLETA )

Cap. 91

¿Qué significaban esas palabras...?

Luego de escuchar esas palabras, creí... creí que todo este escándalo iba a terminar y que nos iriamos a casa para estár junto a mi hermanita y la abuela, pero nunca me habría esperado ver los vidrios de nuestro auto ser destrozados. Ver a mis padres agacharse sin apartar la vista del frente y ver a mis padres temblar mientras intentaban ocultar las lagrimas que caían de sus ojos.

¿Que estaba pasando? ¿Por qué
lloraban? ¿Quienes nos seguían?

¿Por qué querían lastimarnos?

Eran preguntas que no dejaban de rondar por mi cabeza. Con apenas seis años de edad, podía identificar cuando estabamos en peligro. Con seis años de edad me encontraba junto a mis padres en medio de una persecución.

Con apenas seis años, presencié
lo que ningún niño merecía ver.

Levanté la cabeza para ver si los autos ya se habían marchado... pero al ver como un sujeto se apoyaba desde la ventana del copiloto, mientras sostenía algo grande entre sus brazos apuntando en mi dirección... no dudé en agacharme y lo siguiente que escuché fue un gran estallido, uno que explotó los neumaticos de nuestro pequeño auto y ante la perdida de manejo, el coche se desvió hacia unos troncos pero en un intento de mi padre de salvarnos... presionó el lado equivocado y terminamos rodando junto con el auto.

Los demás autos se detuvieron, pero solo nosotros dabamos vueltas mientras nos alejabamos. Sentí un pequeño golpe en la parte trasera de mi cuello -cerca de mi nuca- y sin darme cuenta, perdí la consciencia.

Dentro de unos minutos -o al menos para mi lo fueron- por un lado escuchaba unos gritos ahogados y por otro lado los familiares sollozos de una mujer. Mis ojitos pesaban mucho, pero me las arreglé para poder abrirlos y me quedé pasmado ante lo primero que vi.

Mi padre... se encontraba frente a mi cuerpo. Sus brazos estaban estrechados en mi dirección como si quieresa sujetarme, pero al darme cuenta del por qué no se acercaba, tuve que cubrir mi boca con ambas manos.

Papá tenía un gran tronco atravesado en su estómago, mientras que de su boca solo salían grandes chorros de sangre.

Busqué con la mirada a mi madre, tratando de mover alguna parte de mi cuerpo pero me encontraba tan sorprendido que ni siquiera recordaba como había aprendido a caminar.

—¿M-ma-Mamá...?

Le llamé, pero esta vez no obtuve una respuesta por su parte.

—M-mami... mi papito no respira...

Escuché un gemido ahogado proviniendo de la parte delantera y con todo el temor que cargaba en mi cuerpo, me deslicé hasta aquellos sonidos y me percaté de que el cuerpo de mi madre se enckntraba allí sentado.

—Mamá, mamá... ¿por qué papito está sangrando? vamos al hospital — la sujeté del brazo, tratando de ayudarla a levantarse pero solo obtuve un gran gemido doloroso.

—¡MMHG! —gritó por dentro, con sus labios cerrados.

—¿Mami...?

Sabía que algo malo estaba sucediendo. Nunca vi a mis padres llorar frente de mi, mucho menos gritar de dolor... pero yo tan solo era un niño de seis años, no sabía que hacer en una situación como ésa.

Mamá y papá siempre me hablaban sobre la protección, el cuidado a otros bebés y me enseñaron lo que debía de hacer cuando estuviera bajo peligro... pero en estos momentos ni siqiiera podía reaccionar ante las dolorosas y forzadas palabras de mi madre.