Oxímoron

Capítulo 9

Tras pasar aquel día las puertas de la sala común de Slytherin las cosas comenzaron a asentarse de alguna manera. Era cómico porque no habían terminado siquiera la primera semana pero ya se estaban decidiendo lideratos.

Y es que la casa de la serpiente era fácil de entender, todo se resumía a una cosa: Poder; económico, político y social. Quien tenía el poder fuera de las paredes del castillo lo tenía dentro de este, al menos para los Sly, y esto continuaba una vez las personas se integraran en la sociedad. Era lo importante del colegio para ellos, ¿Educación? Lo podían hacer en casa, consiguiendo los mejores maestros que sus altos niveles económicos podían conseguir, pero asistir a un colegio era un juego social de poder: Lo que lograras educativamente demostraba algo a tus aliados y enemigos, si alguien estaba por sobre ti en dinero conseguir una alianza lo era todo, si alguien era influyente tener su mejor lado era una buena herramienta, a cada uno de esos chicos se les había enseñado eso desde el momento en que nació, por eso no juzgaba las primeras palabras que el rubio le había dado a Harry: "Mejores familias" no en términos justamente familiares, si no en lo social, influencia y poder. Matthew entendía sus palabras claras: Si no te haces buenos aliados, te van a matar.

Si lo hubiera dicho de una manera diferente, no con su ego y tono amenazante, él mismo hubiera asistido, porque es verdad. Lo sabía desde muy chico. En todas sus realidades, es lo que siempre lo había hecho Slytherin.

Por eso no le sorprendió para nada cuando después de terminar de hablar con la profesora de herbologia, perdiéndose el almuerzo, prácticamente toda la casa de Slytherin estuviera en la sala, esperándolo.

Malfoy estaba sentado como si fuera un príncipe, con sus dos "guarda-espaldas" a cada lado, pero curiosamente el resto estaba un poco más disperso, pero todos al pendiente. Por supuesto, no era de extrañar, ellos querían saber pronto quien lideraba para saber a quién agradar. Y que ahora la casa Potter volviera al juego con una fortuna un poco por sobre la de Malfoy no le había hecho gracia a estos mismos, así que el pelinegro sabía exactamente lo que iba a pasar: Un enfrentamiento, Draco Malfoy tratando de hacerlo quedar mal para demostrar que él aún tenía las riendas del lugar.

Lo que si le sorprendió al joven Lord Potter fue verse respaldado por los hermanos Burke, ya que estos tranquilamente se pusieron a sus costados.

—Pero miren que tenemos aquí... Parece que la casa Potter sigue siendo muy leal a los leones, de otra manera no entiendo su... Debilidad a la hora de actuar contra estos. –Comenzó de inmediato el rubio, la misma sonrisa petulante con la que toda esa semana había buscado problemas con Harry y su amigo. Sonriendo divertido Matthew colocó ambas manos en los bolsillos de sus pantalones y mantuvo su postura recta, una posición que avisaba que no se sentía en peligro, usualmente un gesto de camarería, pero en una situación como esa era un insulto pues desvalorizaba a su oponente. Malfoy frunció el ceño al verlo.

—Oh, niño, imagino que algún día entenderás que la amabilidad en las situaciones exactas es uno de los actuares más astutos: Te da aquello que el dinero no puede comprar. Estoy seguro de que en algún momento tu ego y soberbia te dejaran verlo. –Comentó en un tono divertido y suave el pelinegro, como si estuviera hablando con un niño que apenas aprendía a caminar, eso causo que el peli plateado tomara colores de rojo en furia, soltando un bufido.

—Tú no perteneces aquí. –Dictaminó el infante en un tono que resultaba en realidad agudo por su voz infantil. La sonrisa de Matthew tan solo se amplió al escucharlo, con tranquilidad comenzó a caminar hasta el otro causando que él y sus grandes amigos se tensaran levemente, pero como era seguido por los Burke todos se pensaron él atacar. El pelinegro de ojos verdes apoyo sus manos en los reposabrazos de la silla donde estaba su "oponente" mientras se inclinaba hacia él.