Capítulo 30.

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Matthew se transportó hasta su cuarto, en realidad, cambiándose rápidamente con un hechizo antes de desvanecer su forma y dirigirse hacia el laberinto. Su primer objetivo era Cedric, lo encontró luchando con un lazo del diablo y sin que lo notara le lanzó el hechizo para evitar el avada. Luego, solo por si acaso, busco a Fleur y Viktor, esperaba a que enfrentaran algo solo por precaución y que no notaran el hechizo. Luego si fue tras Harry.

Se mantenía lo más alejado posible, había adoptado su forma de animago y como dragón se mantenía oculto en las sombras, pues sabía que Barty andaba por ahí.

No intervino en ningún momento, dejó que todo siguiera su curso. Todo ocurrió igual, por suerte, al final tanto Harry como Cedric fueron transportados por la copa y él los siguió.

Al llegar al cementerio se acurrucó contra el suelo, observando todo a su alrededor con curiosidad. Chimuelo le alcanzó apareciendo a su lado. Ambos dragones eran diferentes, pues Chim tenía los ojos azules y él absolutamente verdes.

El avada golpeando a Cedric los devolvió a la escena.

—¡No! –Harry gritó, mientras era atrapado por el ángel de la muerte sobre la tumba del padre de Tom. Matthew se removió inquieto, quería evitarle el trauma pero si hacia algo que evitara la reavivación de Voldemort, ¿Qué podría pasar luego? Aun se sentía asustado de hacer un cambio tan drástico y no poder controlarlo. De alguna manera sí que podría ser cobarde, ¿eh? Chim a su lado lo golpeo con su boca, tratando de animarlo.

Con lentitud cambio su forma de nuevo hasta tener su cuerpo humano, cubierto por completo por su capa. Se movió lentamente por la oscuridad aprovechando que todo el lugar estaba así y mientras Colagusano estaba concentrado en el ritual, lanzó por el suelo un hechizo de sanación hacia la pierna de su chico.

Harry, quien estaba claramente aterrado y aun tratando de liberarse, miró instintivamente hacia abajo, sabiendo que su cuerpo estaba sanando. Dio una mirada hacia el bulto y el mago que lo tenían cautivo y al ver que el traidor estaba colocando el ultimo ingrediente en el caldero busco con curiosidad a su alrededor.

Chimuelo alzó su cabeza, lo suficiente para que sus brillantes ojos azules fueran vistos por el niño, y le guiñó un ojo antes de volver a desaparecer.

Eso logró que el pequeño león se estremeciera de alivio.

Al menos hasta que vio la figura blanca, sin pelo, ni nariz ni ropa del señor oscuro resurgiendo.

Para suerte de Harry le estaba dando la espalda a él, pero Matthew no tuvo tanta suerte. Nuevo trauma desbloqueado.

—Ay... Mis ojos... -Se quejó en voz muy baja el joven Lord, negó suavemente con su cabeza y luego lanzó una mirada a su hermano espiritual.

>> Chim, busca a la serpiente y acaba con esta apenas te lo indique.

Ordenó a su amigo quien movió emocionado sus alas por tener una misión, luego se dirigió hacia la mansión que estaba cerca de ellos. Que lo perdone Neville pero dejar viva a la bicha esa solo le aseguraba muertes, pues podía defender a las personas de hechizos, no de una loca serpiente.

Su mirada volvió a los humanos cuando Voldemort se volvió y llamó a sus seguidores. Harry se miraba desesperado, pero mientras el ser amorfo hablaba e iba señalando seguidor a seguidor, Matthew se había terminado por deslizar más cerca, hasta estar tras el ángel que sostenía a Harry.

—Cuando te libere, no trates de quedarte, sé exactamente lo que hago y si me desobedeces puedes causar la muerte de ambos. ¿Comprendes? –Comenzó a indicar "El atrapasueño", aunque eran susurros estos eran palabras de miles de voces sonando.- Corres hacia tu compañero, tócalo y llama con un accio la copa para volver al colegio. No confíes en Moody.

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