Capítulo 27.

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El día del baile varios estudiantes parecían un poco frenéticos. Pero ni Matthew ni los suyos entraban en esa algarabía.

Luna Lovegood se había quedado desde la noche anterior con ellos, todos insistiendo en hacer una "reunión nocturna" en la que Gates había tenido que usar ropa deportiva al no tener piyamas. Y fue por ello que todos despertaron muy al tiempo, con cuatro montones de regalos sobre el suelo cerca de la entrada y un dragón que los había dejado a todos durmiendo en las colchonetas en el suelo por ocupar toda la cama. Ninguno se levantó, todos hablando en voz baja hasta que el sueño de disipó por completo, luego el dueño del cuarto colocó algo de música mientras revisaban los regalos, tomaban chocolate y comían galletas que les había llevado Nana.

Matthew había recostado su cabeza en las piernas de Elizabeth mientras esta acariciaba su cabello, Draco estaba recostado contra el estómago del pelinegro y la única Ravenclaw desenredaba el cabello castaño de su amiga. Todo mientras hablaban de temas sueltos, muchos sin sentido, a veces incluso conspiranoicos que terminaban haciéndolos reír. Ninguno salió hasta la hora del almuerzo, donde fueron al comedor solo por ese momento y luego volvieron al cuarto para alistarse.

Se iban bañando uno a uno, las chicas pintaban sus uñas mientras se les secaba el cabello, luego Luna limó las uñas de Draco y Eli bromeaba con que se necesitaba un rayador metálico si quisiera hacer lo mismo con las de Gates o Chimuelo por lo filosas que podían ser, aunque el dragón se dejó pintar estas de un tono azul escarchado.

Jugarretearon todo el tiempo, cantando canciones al azar o bailando de manera tonta solo para soltar a reír luego. Eli había llevado mascarillas y todos terminaron con llena de una sustancia verde mientras estaban acostados cabeza con cabeza mirando el techo y jugando "Dos mentiras y una verdad" lo que ocasionó que Draco se quejara por una trampa hecha por la castaña y todos rieran teniéndose que quitar el producto ese.

Luego el azabache ayudó con el maquillaje de las dos chicas, Luna tenía algo poco cargado, con varios toques de luz plateado en el lagrimal, la punta de la nariz y lo alto de las mejillas. Un rosa claro bordeaba el lado externo de sus ojos, con poco rubor, pestañina y un degrade rosado en sus labios. Su peinado fue alto, con varios cabellos en ondas cayendo y una corona de stoebe plateado rodeando su moño.

Por otra parte el maquillaje de Elizabeth era un poco más fuerte. Un delineado oscuro resaltó sus ojos en forma de gato, toques azul oscuro y plateados de sombra, un contorneado más pronunciado, pestañina y un rojo guinda como labial. Su cabello caía suelto a excepción de dos trenzas que se cruzaban por arriba y al estar decoradas formaban una corona de orquídeas azules.

Con Draco se dio una ligera discusión en el uso de laca en el cabello, pero al final cedió a dejarse peinar con una división por el lado derecho que dejaba algunos cabellos cayendo sobre su frente. Por molestarlo Elizabeth realizó un delineado parecido al de ella pero luego eso se quedó ya que le sentaba bastante bien al chico.

—¿Y mi corona? –Bromeo el rubio observando a Matthew mientras este terminaba de acomodar su cabello. El chico sonrió divertido, era más fácil colocarlo sobre las chicas sin que resultara presuntuoso, pero al final no es que le molestara lo que otros pensaran de ellos.

—Aquí. –Tomó una corona tipo griega, solo que en vez de hojas eran como miles de diminutos lirios entrelazados y hechos de oro blanco. Draco pareció sorprendido un momento pero al verse con este puesto sonrió encantado.

—¿Harry recibió uno? –Cuestionó curiosa Luna, sentándose cerca de sus amigos para observar con inquisición el entretejido de flores.

—Sí, aunque no sé si lo use porque va de parte de la casa Potter como regalo navideño. –Aceptó con un suspiro el azabache, dirigiéndose al espejo para comenzar a pelear con su propio cabello al hacer las varias y pequeñas trenzas a los lados que se unían en un recogido alto, con solo dos mechones cayendo y bordeando su rostro por el frente. En el camino de cada trenza había detalles en plata y esmeralda intercaladas.

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