Capítulo 47.

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Para cuando fue navidad Matthew había enviado un regalo a Voldemort, en el que se incluía una peluca de un rosa fosforescente. Se había esforzado en molestarlo lo suficiente como para hacerlo centrar toda su atención en tratar de encontrarlo, probablemente por eso no fue difícil atraerlo hacia una trampa.

Se había paseado varias veces por una misma zona asegurándose de ser visto por algunos Mortifagos al azar en su traje de Atrapasueños. Las pistas falsas que lo vinculaban a una casa en especial hicieron su trabajo atrayendo al grupo junto con su líder al lugar.

Voldemort pidió a Bellatrix que revisara la infraestructura antes de entrar, cuando la mujer no encontró nada fue que pasaron a lo que creían era el hogar del encapuchado. Matthew los estaba viendo y activó las columnas que actuaban como "Polo a tierra" y los sigilos que inhabilitaba la magia en el interior.

El señor oscuro tan solo dar un paso adentro sospecho del porque sería tan fácil y quiso retroceder, solo para escuchar como la puerta se cerraba de un portazo y el seguro era colocado.

—¡Te dije que revisaras que no fuera una trampa! -Regañó el hombre con cara de serpiente en un grito fuerte que hizo encoger a la Lestrange.

—¡Lo hice mi señor! ¡No había magia, puedo jurar que no había magia! -Rogó la mujer encogiéndose más en su lugar cuando el Lord alzó su varita contra ella.

—¡Crucio! -Lanzó sin éxito el hombre, nada había salido de su varita y varios intentaron aparecerse sin poder hacerlo.

—¿Activaría algo una vez entramos...? -Cuestionó Lucius sintiéndose un poco en pánico al no poder sentir su magia. Junto a él los demás también se asustaron.

Desde otro lugar Matthew tomó de un envase, lleno de un líquido espeso de tonos verdes y azules, una aguja. La poción la había creado él mismo y la llamaba "lentitud", pues retrasaba las habilidades cognitivas de quien lo bebiera, quería probar si por medio del Vudú podía hacer llegar algo así. Esperó hasta que Voldemort volviera a intentar usar magia para atravesar la cabeza del muñeco que estaba en sus manos.

La reacción fue inmediata, una sensación nauseabunda parecía haber llenado al hombre con cara de serpiente mientras un dolor agudo le hizo gruñir.

—¿S-Se... se encuentra bien, mi señor? -Preguntó de nuevo Bellatrix, pero no obtuvo respuesta. Voldemort tomaba respiraciones profundas por la boca tratando de calmar el dolor de cabeza. De un momento a otro, de pequeños agujeros en las paredes, se escuchó una risa extraña, aguda y antinatural.

Hola, sean bienvenidos. Les habla Saw y quiero jugar un juego. -Inició a hablar una voz mecánica y con mucho eco. Gates había unido tubos de metal que transportaran el sonido.

—¿Saw? ¿Quién mierda es Saw? - Soltó molesto Rodolphus Lestrange, se había acercado a la puerta y había intentado abrirla desde hace un momento.

—¡No importa quien sea! ¡Abre ahora mismo! ¿Acaso no sabes con quienes te estás metiendo? -Gritó el señor Nott, acercándose a las ventanas solo para notar que estas eran falsas.

He notado cómo sus vidas dependen de la magia, como os llena de orgullo y placer. Ahora quiero ver si pueden realmente ser humanos funcionales sin ella. -Continuó la grabación, sin prestar atención a sus oyentes. - Como habrán notado no pueden hacer magia en el interior de ese cuarto. No hay salidas disponibles. Tanto debajo como sobre ustedes existen una gran cantidad de explosivos muggles, harán lo de 15 bombardas fuertes lanzadas a la vez sin que puedan hacer ni el más pequeño protego...

—¿Que mierda está hablando...? -Cuestionó bastante pálido Lucius, incluso si estaba seguro de que era otra jugarreta la sola idea de un ataque sintiéndose tan desprotegido lo ponía más que nervioso.

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