Como habían tomado por costumbre desde ese año, en la salida de Hosmeade irían al mundo muggle todo su grupo. Por esa razón estaban saliendo mucho más temprano con algo de ayuda de Snape.
Por otra parte Matthew estaba muy al pendiente buscando a sus alrededores. Sus tres amigos ya sabían la historia, sabían lo que buscaba y porque, todos llevaban consigo algunos bocadillos. Así que cuando lograron ver a un perro negro aún bastante delgado, sonrieron.
—¡Lord Shadow! Mira que eres escurridizo, chico. –Saludó el mayor de los Potter sonriendo, el canino pareció por un segundo sorprendido pero luego movió la cola acercándose animado.- Ah, parece que sigues sin comer bien, amigo.
—Hola, Lord. –Gesticuló en el fondo bastante divertido Draco, tomando el jamón que llevaba y ofreciéndolo al animago.
—Te presento, él es Draco, es mi mejor amigo. A Luna ya la conoces, pero ella es Elizabeth, ambas son mis mejores amigas. –Fue señalando el pelinegro al ver que el perro miraba al rubio dudoso. Pareció que al final el hambre era más o la presentación surtió efecto porque fue aceptando la comida y bebida que le daban.- Tenemos que irnos pronto, pero trataremos de dejarte por acá unos bocadillos cada que podamos, ¿Bien? Agregaré pociones nutritivas, Shadow, realmente lo necesitas.
—¡Adios Shade! –Se despidió dándole otra caricia Luna, con una sonrisa amplia y un tono cantarín. Ninguno mencionó nada más hasta estar ya lejos del pueblo, luego se miraron entre ellos y rieron. Habían cumplido la primera parte del plan para hoy, el resto sería más divertido en el circo al que iban.
Por supuesto, volvieron casi al último minuto en que tenían permiso de estar fuera. Todos iban hablando en susurros de las cosas que habían visto y los juegos que habían probado al final ir a un arcade.
Habían comido muchos dulces y ahora que llegaban al castillo tenían sed, por lo que no dudaron en bajar a las cocinas. Curiosamente los elfos estaban tensos hasta notar que eran ellos. Matthew hizo memoria y al recordar la posible razón les sonrió a las criaturas.
—Buenas tardes, chicos. ¿Ha pasado algo malo? –Cuestionó Gates dando una mirada a donde estaba desmayada (y oculta por un mantel) Winky. Varios Elfos comenzaron a hablar, iniciando uno y siguiéndole el otro, relatándoles lo que les había dicho Granger ofendiéndolos. El niño suspiró y luego se agachó para hablar con todos ellos de frente, ofreciéndoles una sonrisa. - Oh, comprendo. ¿Me permiten comentarles algo? Ella es hija de muggles, fuera de no conocer ni crecer en nuestro entorno y cultura también creció en el entorno posterior a una guerra. Una donde había personas muy malas que creían ser superiores a otros por tener unas características físicas específicas. Entonces tomaban a los otros como inferiores, los esclavizaban e incluso los torturaban. Su respuesta al verlos es asemejarlos a eso. No comprende vuestra postura, quiere ayudarlos pero no está centrando su ayuda de manera correcta. Entiendo que estén ofendidos, están en todo su derecho, pero ¿Podrían tenerle paciencia? Es una niña, rogaremos que crezca y entienda que si quiere ayudar, primero necesita aprender a escuchar.
A ese punto los elfos de Hogwarts, si bien aún tomaban su amabilidad con ellos como extraña, ya lo conocían lo suficiente para sentirlo como un amigo. Así que se relajaron y volvieron a su ambiente animado. Draco había observado todo con un gesto pensativo. Ya antes lo había visto ser amigable con los elfos y ahora conocía bien a Nana que no tenía ni un pelo en la lengua para regañarlo o decirle verdades en la cara, así que a Matthew no le sorprendió cuando, titubeante, comenzó a decir las palabras "Por favor" y "gracias" hacia los seres que les servían bebidas refrescantes.
Aun se miraba inquieto por eso, pero poco a poco.
Al siguiente día, en el desayuno, Luna se había sentado con ellos como era usual. Gates recordaba que era ese día cuando llegaría la carta de ataque a Granger, ahora no le servía que la niña estuviera con problemas hacia Rita así que se levantó y caminó hacia allá.
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Oxímoron
ПриключенияPara un lector o alguien con una gran capacidad de soñar la idea de cambiar mundos y vivir aventuras en tierras desconocidas es demasiado tentadora como para ignorarla. Matthew siempre había pensado que la palabra imposible era tan solo un limitant...