Oxímoron

Capítulo 26.

De manera absolutamente sincera, Matthew no estaba prestando más atención a los campeones que a las mismas dragonas y sus huevos.

El primero, Diggory, no causo mucho revuelo en realidad. Los demás se preocuparon por un momento cuando la bonita dragona cambio de parecer y trató de asarlo por estar tan cerca de sus huevos, pero como sostuvo la cosa de oro rápidamente los "cuidadores" se encargaron de hacer que el gran reptil lo olvidara.

Charlie Weasley había entrado al campo en ese momento y, mientras sus compañeros lanzaban hechizos al dragón, había alzado la mirada como si buscara a alguien entre el público. Los ojos azules se conectaron a los verdes del Slytherin tan solo un segundo antes de que el azabache encontrara más interesante observar al siguiente ser que entraba en el campo: el galés verde.

Y fue el turno de Delacour. Ella realmente lo hizo muy bien, si hubiera tenido la precaución de no ponerse de pie justo en el camino de la boca del galés dormido habría sido perfecto. Por otra parte con Krum tuvo que apretar los labios tensamente al ser atacado el bola de fuego chino en sus ojos, los dragones odiaban que tocaran sus ojos ya que les hacía sentir vulnerable, los alteraba y en el movimiento pisó gran parte de sus huevos.

Al parecer sus palabras no habían quedado en vano, pues aunque todos exclamaron imaginando que había dañado a sus propias crías en incubación, los huevos no se rompieron pues tenían un hechizo protector.

Los de los cuidadores también estaban seguros hasta ahora, por lo menos.

Aun así eso causo que le bajaran puntos al búlgaro.

Cuando finalmente salió Harry este se veía tan pálido como le era posible en su tono de piel. Se movía lento pero seguro. El colacuerno le observaba fijamente y desde el otro lado le gruñía.

—¡Accio Saeta de Fuego! –se alcanzó a oír débilmente el grito del chico entre tanto escándalo. Gates realmente quería mandarlos a callar de ser posible.

La escoba llegó hasta el gryffindor y este se alzó en vuelo, mirándose cada segundo más confiado. Matthew sintió la mano de Draco y la de Eli tomarlo de cada lado, apretando con algo de fuerza.

Cuando se lanzó hacia el dragón el colacuerno abrió su boca lanzando una mordida fallida, luego soltó fuego siguiendo la figura del buscador a sabiendas de que no lo iba a quemar porque iba unos segundos tarde.

Estaba haciendo justamente lo que Chimuelo, quien había ido a hablar con ella, le pidió que hiciera. Fingir que atacaba y fallar a propósito. El atrapasueños le había explicado que el chico tenía la misión de tomar un huevo falso que le habían dejado entre los suyos, así que la dragona no estaba preocupada por eso.

Por el contrario, sin que se lo pidieran, alzó el vuelo jugando a perseguir a Harry. Moviéndose tan lejos como las cadenas se lo permitían. Su cola golpeteo el estrado en el que estaban los jueces y los profesores, una llamarada de fuego alcanzó a rostizar la ropa del falso Moody. Por supuesto que fue accidental. Pero esa distracción le dio tiempo a Harry de tomar el falso huevo mientras la dragona volvía a su lugar rugiendo en protección de los reales.

Los ojos del menor de los Potter se centraron en los amarillentos de la gran criatura mientras esta movía su cabeza como si le asintiera una vez antes de ignorarlo para gruñirles a los cuidadores que entraban.

—¡Mírenlo! ¡Nuestro campeón más joven ha sido el más rápido en coger el huevo! ¡Sin ningún daño! –Exclamó emocionado Bagman, toda la atención en el niño que ahora pisaba el suelo con el huevo bajo el brazo.

Tres Slytherins y una ravenclaw soltaron un suspiro de alivio al ver salir del campo al chico.

—Bien, me aburrí de los gritos, salgamos de aquí. –Apuró el pelinegro jalando de sus amigos que le siguieron sin dudar. Tratando de esquivar a todos los estudiantes aun emocionados por el torneo y a una reportera chismosa.