Oxímoron

Capítulo 40.

Desde aquí escribiré también momentos en lo que yo no estuve y que luego (Mucho tiempo después) me enteré. De nuevo, no es 100% fiel a lo que pasó porque ni estaba ni lo viví. Pero trató de colocarlo lo más fiel a lo sucedido.

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Los momentos en los que Matthew más estaba libre del tema de sentimientos por su amigo era fuera de la sala común, pues tenían que seguir sus actuaciones en las que ambos discutían en voz baja y parecía lentamente formarse una brecha entre ellos. Algo que había llamado la atención de las otras personas, principalmente un trio de Gryffindor.
Elizabeth y Draco aún tenían que ver las materias de encantamientos, aritmancia y Runas. Por lo que no podían convivir tanto juntos como antes. Luna estaba ocupada normalmente con sus TIMOS, sus clases y sus proyectos.

Un día de esos Harry y Weasley fueron tras la última al verla sola, Matthew había tenido que salir por un posible atentado y los otros dos Slytherins estaban en clases de Aritmancia, lo que explicaba la falta también de Granger.

  —¡Eh! ¡Luna! –Harry llamó mientras apuraban su paso para alcanzarla, la rubia frunció el ceño confundida mientras se detenía. – Disculpa, te queríamos preguntar, ¿Qué está pasando entre Gates y Malfoy?

  —¿Qué? –Cuestionó la chica, parpadeando lentamente mientras ladeaba la cabeza, esperando haber escuchado mal.

  —Sí, hemos visto que se pelean mucho ahora, ¿Qué está pasando? ¿Es por Malfoy? Es un mortifago, ¿Verdad? Sé que es un mortifago y está planeando algo-…-

  —Compañero…Realmente no creo que lo hicieran Mortifago, ¿sabes…? -Interrumpió Ron al pelinegro, arrugando su nariz incómodamente, pero el otro no prestó atención.

  —…Si sabes lo que está planeando puedes ayudarnos a detenerlo, ¿Gates también lo sabe? Tal vez por eso están peleando, ¿O también es mortifago y están-…-

Sinceramente en un punto parecía estar divagando más que nada, con el ceño fruncido y fuertemente convencido de sus conclusiones. Luna en un punto había comenzado a temblar, enderezándose y frunciendo el ceño en un gesto de molestia que nunca poseía y por tanto sorprendió a los otros dos.

  —Tú… Realmente… ¿Ahora si soy de confianza para ti? ¿Ahora si te sirvo de algo como cuando me pedias enseñar contigo? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que vuelvas a descartarme porque no hago lo que me dices…? –Cuestionó la niña mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Sus palabras parecieron hacer reaccionar a Harry que dio un paso atrás sorprendido, pero la rubia lo siguió y dejando caer los libros que llevaba alzó ambas manos en forma de puños para golpear en pecho del chico.- ¡Eres un idiota! ¡No te importan las personas, solo tener razón! ¿Por qué soy de confianza ahora, eh? ¿Por qué mi corbata es azul y no verde? ¡Dices que odias a los Slytherin por ser discriminadores y despectivos pero eres igual! ¡Eres peor! ¡Que estés del otro lado no te hace mejor! ¡Eres un idiota! ¡Mal agradecido! ¡No lo mereces! ¡No los mereces!

Luna había terminado por llorar mientras golpeaba con sus puños al mayor, Weasley trató de detenerla pero las defensas no lo dejaron pasar, fueron otros Slytherin que estaban cerca y se alertaron por los gritos quienes se acercaron y tomaron suavemente las manos de la chica para apartarla de los Gryffindors dándole en el proceso una mala mirada a los de la casa roja. Dos de ellos recogieron las cosas de la chica mientras otros tres la cubrían y la guiaban.

  —Vamos, princesa. –Motivó a caminar Housther, un chico de quinto año de la casa de las serpientes, mientras llevaban a la rubia hasta la sala común verde.

Al verla llegar Daphne se alertó por su llanto y corrió hacia ella envolviéndola en sus brazos, luego sin preguntar nada la ayudó a subir por la sección de chicas hasta el cuarto de Elizabeth.