PASADO
-¿Qué sabes de la empresa de tu padre?
-¿Qué? –Pregunté girándome hacia él al no esperar su pregunta. –Pues... No sé. Nunca me he interesado mucho por ella...
-Sabes que casándote conmigo se arreglan todos sus problemas, ¿verdad? Adiós a las grandes deudas que tiene la empresa.
Esquivé su mirada avergonzada y apenada a la vez.
Por supuesto que sabía por lo que estaba allí. Para lo que me habían criado toda mi vida por si en algún momento se daba este caso.
-Solo soy una moneda de cambio... – Susurré viendo el agua bajo mis pies moverse. –Y yo tengo gran responsabilidad en ello. Dejé que me usaran para sus planes aún sabiendo que la única perjudicada sería yo.
-Eh, tú aquí no tienes la culpa de nada, Leanne. –Se sentó a mi lado en el borde de la piscina haciendo que lo mirara. –Fuiste un mero títere entre las manos de tus padres.
-¿Por qué aceptaste esto? ¿Por qué casarte con una desconocida y hacerte cargo de todas las deudas de su familia? Explícamelo porque no le encuentro ningún sentido, por favor...
-Es complicado... –Suspiró. Y por una vez desde que lo había conocido lo noté incómodo. –Le hice una promesa a alguien...
-¿Qué tipo de promesa? –Negó con la cabeza.
-Solo puedo decirte que estoy haciendo lo correcto, y que aunque creas que nunca cumplo mis promesas, lo hago. Ya me entenderás con el tiempo...
Eso solamente provocó que mi curiosidad aumentara más.
¿A quién le había prometido qué exactamente? ¿Y por qué tendría que enterarme con el tiempo y no ahora?
-Cambiemos de tema... –Murmuró posando la mano sobre mi rodilla izquierda. –¿Ya pensante en mi propuesta?
-Hmm...
-¿Eso que significa? –Me encogí de hombros antes que una sonrisa traviesa se dibujara en sus labios. – ¿Qué?
Sin previo aviso, tiró de mi mano hacia el agua haciéndonos caer a ambos.
¡¿Se había vuelto loco?
-¡Dorian!
-¿Vas a decir que sí?
-Esto no vale. Me chantajeas... – Murmuré en cuanto me hizo rodearle la cintura con las piernas y mi espalda chocaba contra el borde de la piscina.
-¿A esto llamas chantajear? –Asentí mientras que enterraba la cabeza en mi cuello. –¿Quieres comprobar que es el verdadero chantaje?
-Dorian... –Sus manos se deslizaron bajo el agua por mi cuerpo haciéndome estremecer.
-Estoy deseoso por tocarte... – Mordisqueó la piel sensible de mi cuello haciéndome estremecer. –Y algo me dice que tu cuerpo quiere que lo toque. –Tragué saliva sin poder evitarlo. –¿Lo notas?
-¿E-el qué? –Agarró mi mano antes de colarla entre nuestros cuerpos dejándola sobre dicha parte de su cuerpo abultada. –¡Dorian!
-Ya te lo dije. Así es como me siento cada vez que te tengo cerca. Menos cuando estás insoportable, claro.
-¡Oye! –Moví la mano queriendo zafarme de su agarre, pero no me lo permitió. –A veces tú también estás insoportable...
-¿Ah, si? Qué bien, así somos una pareja de insoportables. –Pegó sus labios a los míos de manera brusca haciendo que nuestros dientes casi chocaran.
¿Pero estaba mal que eso me gustase? Aunque sobraba decir que todo lo que venía de su parte me gustaba demasiado como para poder decirlo en voz alta, incluso sus movimientos atrevidos en ciertas partes de su cuerpo.
-¿Y bien? –Tiró de mi labio inferior haciéndome gemir levemente. –Ni siquiera tenemos porqué salir del agua.
-¿A-aquí?
-Es mi casa. Corrijo, nuestra casa.
-Hmm... E-está bien...
Dorian sonrió antes de atacar mis labios de nuevo.
No sabía que era lo que tenía en mente para nosotros esta tarde, pero fuera lo que fuese, estaba más que segura que iba a gustarme.
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Moneda De Cambio
Roman d'amour-Tus padres me habían dicho que eras muy reservada, pero nunca imaginé que tanto... -¿Y qué más te contaron? -¿Qué? -Eso no se lo esperaba. -Qué que más te contaron. Porque conociéndolos, se habrán inventado unas cuantas más cosas lejos de la rea...