Capítulo 17

342 39 1
                                    

PRESENTE

Crucé las puertas del ascensor nerviosa.

¿Qué excusa iba a darle a Dorian para justificar mi visita? En eso no había pensado hasta el momento.

Tampoco sabía si estaba ocupado y podía molestarlo. No me malinterpreteis, siempre me había dicho que tenía las puertas de la empresa abiertas para lo que quisiera, pero yo no era mucho de venir a incordiar, menos cuando sabía lo que significaba esta empresa para él.

-Buenos días. ¿Puedo ayudarla en algo?

-Buenos días... –Respondí acercándome a la chica de recepción. ¿Cómo había dicho Joselyn que se llamaba? –Busco a Dorian...

-¿Al señor Beaumont? –Me corrigió como si tuviese prohibido llamarlo por su nombre. –Está ocupado ahora mismo. ¿Tiene una cita concertada con él? –Negué con la cabeza.

¿Necesitaba coger cita para venir a ver a mi marido? ¿Desde cuándo? Ni que estuviese en un hospital...

-Entonces me temo que no podrá verlo hasta que se desocupe. Tome asiento, por favor. –Me señaló con el mentón los sofás que habían frente a ella antes de contestar educadamente al teléfono que sonaba sobre la mesa.

¿Y ahora qué? ¿Qué se suponía que debía hacer?

-¿Leanne?

-¡Mason! –Me puse de pie en cuanto lo vi acercarse. –¡Hola!

-¿Cómo estás? –Besó mi mejilla. –¿Y mi pequeña florecilla?

-Bien, y bien. ¿Aún sigues creyendo que será niña?

-Lo será. Tengo buen ojo para eso. – Me guiñó un ojo haciéndome reír.

Mason era el único amigo íntimo y de confianza que conocía de Dorian.

Mi marido podía tener miles y millones de conocidos en el mundo, pero amigos de verdad solo tenía uno, y ese era el hombre frente a mí.

Su simpatía y alegría habían hecho que me sintiera muy cómoda en su presencia cuando nos conocimos, por eso no pude negarme en cuanto Dorian me pidió que lo escogieramos a él como padrino. ¿Quién mejor que él para hacerse cargo de nuestro bebé si en algún momento nos pasaba algo?

Mason me había demostrado con los años que podía confiar en él como un hermano mayor y yo me había sentido más que encantada en tener un nuevo amigo.

-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Esperas a Dorian? –Asentí con la cabeza.

-La recepcionista dijo que estaba ocupado...

-Y lo está, pero podrías esperarlo en su despacho más cómodamente. –Me encogí de hombros antes de que una voz femenina captara mi atención.

Una chica alta y rubia despampanante con un recogido hecho a la perfección caminaba junto a otra morena y más bajita hacia la mesa de la recepcionista.

No quise hacerme suposiciones precipitadas, pero una vez que había llamado a la otra chica...

-¡Aisha! Lisa y yo venimos en busca de los papeles para la reunión de las doce. ¿Los tienes preparados?

¡Era la chica del baño! Era ella la chica que había escuchado hablar sobre alguien que no llevaba anillo de bodas...

-¿Esa quién es?

-¿Lauren? Es la asistente personal de Dorian. ¿No la conocías todavía? – Negué con la cabeza sintiendo los nervios a flor de piel.

Mason no lo sabía, pero acababa de confirmarme todo lo que venía a descubrir por mi propia cuenta.

Moneda De Cambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora