16. ── Felicidad

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❛ No puedo pensar en nada frente a tí, todo en mi cabeza se vuelve blanco.
Mi corazón se rompe cada día por tu culpa.❜

Nunca supe con certeza cuál fue el motivo de las punzadas que se aparecieron en mi estómago esa noche luego de volver a Decelis

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Nunca supe con certeza cuál fue el motivo de las punzadas que se aparecieron en mi estómago esa noche luego de volver a Decelis. Solo sabía que el cielo estrellado fue el principal testigo de ello y que, curiosamente, la extraña sensación se presentó después de que Park Sunghoon dijera que "una cita siempre debía acompañarme a casa para asegurarse de que volviera sana y salva"

No me quedó más que aceptar ya que, al final, prácticamente vivíamos en el mismo lugar.

Mientras caminábamos lado a lado, no lograba que mi cabeza se centrara en una sola cosa. Había tanto en ella que la volvía un lío: Quería agradecerle al chico junto a mí por su tiempo, por el pequeño obsequio, y sobre todo, por la ayuda que se supone estaba recibiendo.

Pero, sin idea de cómo hacerlo, arrastraba mis pies en automático confiando en que mi cuerpo me haría llegar hasta el edificio en algún momento, y luego a mi habitación. Si acaso tenía suerte, las palabras adecuadas para expresar lo que sentía saldrían en algún momento.

Había pasado un día entero con Park Sunghoon. Ese pensamiento era el único que tenía cien porciento claro en el instante. Incluso todavía me hallaba procesando el hecho de que al final había aceptado que fuésemos amigos.

—...¿Eh? —pregunté en blanco, mirando el llavero.

Mi entrecejo se arrugó. La escena era obvia, pero a decir verdad, no terminaba de creerla.

—Toma, Presi. —repitió, estirando la mano.

—...¿Por qué?

—Te gusta LOONA, ¿no? —alzó una ceja. —Acabas de decirlo.

Asentí, sin quitarle la vista a lo que sostenía.

—Entonces considera esto tu respuesta. —sonrió. —Ah, y un soborno para que no olvides nuestro trato.

Tragué saliva, anonadada. Sunghoon no tardó en tomar mi mano, girarla con gentileza para que la palma quedara hacia arriba y depositar el llavero sobre esta. Luego la cerró en un puño.

Me tomó unos segundos procesar el suceso, pero tras aceptar el regalo y guardarlo en uno de mis bolsillos me dí cuenta de que, después de todo, Park Sunghoon no parecía ser tan frío como lo había creído desde un inicio.

Luego comencé a preguntarme varias cosas.

La chica que le gustaba... ¿habría notado eso?

No podía mentir diciendo que intenté no pensar mucho en aquello, imaginándome cada razón por la cual Sunghoon gustaría de ella. Sin embargo, seguí avanzando por el sendero, distraída. Veía hacia abajo, y ahora jugueteaba con mis propios dedos.

Curious Around You ━━ Ni-ki & SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora