Cuando Nari conoce al nuevo estudiante de la Academia Decelis no hay momento en que pueda parar de pensar en su lindo rostro. Desde entonces, solo tiene una pregunta en la cabeza: ¿Es amor?
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Park Sunghoon es un joven estudiante de familia acau...
❛ Todavía no sé mucho sobre el amor. ¿Me lo estoy perdiendo? ❜
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Parte 1.
Al final del día y aunque lo deseé con todas mis fuerzas, nunca logré que la idea de que Aerin y Sunghoon fuesen hermanos abandonara mi mente. Sin embargo, a pesar del gran parecido entre ellos —tanto físico como en cuestiones de personalidad— aún había pequeñas cosas que creí llegaban a quitarme la razón. Una de ellas eran sus nombres.
Era común que los padres, al tener más de un hijo, decidieran nombrar a sus pequeños de formas parecidas; podía ser en cuanto al significado de estos o la manera en que se escribían y pronunciaban.
Aerin y Sunghoon eran nombres bonitos, distintos a los que usualmente podías escuchar en un día normal. Tenían ese toque de elegancia y delicadeza en ellos. Lo distinto era que no parecían tener algún tipo de relación entre ambos.
Im Sungmin y Bora eran los únicos hermanos, hasta ahora, de los que sabía que sus padres optaron por nombres completamente diferentes. Haneul y Kangeul también podían parecerlo, sobre todo porque el mayor de ellos utilizaba solamente una de las sílabas de su nombre como el artístico.
Pero no era nada del otro mundo. Todos teníamos una opinión distinta de las cosas y, asimismo, nuestra propia manera de hacerlas.Sabía que yo le daba más vueltas de las necesarias a cada cosa, algo insoportable durante la mayoría de ocasiones.
Con lo anterior, comencé a preguntarme entonces si, cuando llegara mi momento, yo también elegiría algunos similares.
Lo cierto era que, si lo pensaba un poco más, resultaba extraño que aquello cruzara mi cabeza, más que nada porque era joven y no tenía en mente alguien con quien pudiera ver un futuro de ese tipo: Nunca había tenido un novio o algún crush en otra persona. Los motivos para pensar en eso eran inexistentes.
—¡Nari! ¿Viste cómo lo hice? ¿Qué te pareció?
Mis ojos se dirigieron hasta Jungwon justo después de escuchar mi nombre siendo llamado con emoción. Venía hasta donde yo estaba, levantando su mano en señal de que quería chocar los cinco conmigo. Algunos de sus cabellos le caían sobre la frente, empapados en sudor mientras que ambas mejillas enrojecidas me dejaban notar que realmente tenía que estar agotado.
Mis piernas comenzaron a temblar en cuanto noté la ceja arqueada de mi amigo. No conocía sus pensamientos, pero temía que supiera que había estado completamente distraída desde que el calentamiento terminó con cosas que no tenían que ver en lo más mínimo con él. De tan solo imaginarlo, mi corazón se rompía en pedacitos.
Si tuviera que mencionar lo que consideraba detestable en el ser humano era la manera en la que podíamos hacer sentir estúpido a alguien por compartirnos algo que le gustara, algo que les hiciera emocionarse.
