Cuando Nari conoce al nuevo estudiante de la Academia Decelis no hay momento en que pueda parar de pensar en su lindo rostro. Desde entonces, solo tiene una pregunta en la cabeza: ¿Es amor?
━━━ 💌
Park Sunghoon es un joven estudiante de familia acau...
❛ Tendré el coraje de decirte algo. Es el momento que he estado esperando. ❜
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al sentir la mirada de Niki sobre mí, mi instinto fue aferrarme a la sudadera que sostenía entre mis manos como si pudiera ser mi salvavidas en medio de aquel momento incómodo.
Él lució sorprendido mientras se quitaba los audífonos, dejándolos de lado. Luego pronunció mi nombre con una voz suave, pero que resonó en la habitación con un toque de sorpresa.
—Ah, yo venía a dejar esto. Es de Jungwon. —dije rápido, sosteniendo la sudadera en alto como una especie de escudo entre nosotros.
Escuché cómo Niki se removía sobre la cama, y luego su voz, que me invitó a entrar.
—Pasa, pasa. —repitió. —Puedes dejarlo en su cama.
Con cuidado, retiré la sudadera de mi rostro y me encaminé hasta el mueble para dejarla. Luego, al mismo tiempo en que retuve mi respiración, me di la vuelta para salir. En ese momento, una sensación extraña se instaló en mí, como si el aire estuviera cargado con la energía de los días anteriores, algo que sabía que Niki no iba a notar.
Pero justo cuando estuve a punto de tocar la manija de la puerta, él rompió el silencio con un deje de curiosidad.
—Oh, ¿Ya te vas, Nari?
Cerré los ojos por un instante, dejando que una oleada de frustración me invadiera por completo. Un nudo se formó en mi garganta, como un recordatorio físico del peso abrumador que cargaba al encontrarme allí: No, no quería irme. Quería pasar tiempo con él, pero al mismo tiempo, temía lo que pudiera descubrir si me quedaba.
Relamí mis labios, tratando de encontrar las palabras adecuadas para responderle. Giré un poco mi cabeza para verlo, luchando con la decisión de preguntarle de una vez sobre todo lo que había pasado, pero las palabras se quedaron en mi cabeza.
Realmente quería desentrañar el misterio detrás de la noche de su fiesta, pero cada vez que lo recordaba, un malestar se asentaba en mi estómago.
—¿Te sientes bien? —me preguntó.
El tono de su voz, cargado de lo que creí fue una preocupación genuina, hizo que un pequeño destello de duda se encendiera en mí.
Dudé un poco en decirle la verdad, pero asentí con un movimiento lento de cabeza, y entonces me giré por completo.
—Sí, solo han sido unos días extraños para mí.
Perdida en mis propios pensamientos, apenas capté las palabras que salieron de los labios de Niki. Su mirada parecía contener una chispa de curiosidad, pero si intentó profundizar en el tema, no lo percibí.
