Hyunjin había entrado a su octavo mes de embarazo, tres meses pasaron desde aquel día, el día en el que el corazón de Lee Minho fue roto por primera vez, frustrado y con el orgullo herido decidió dejar la universidad, no quería volver a aquel lugar donde compartía clases con el omega que lo rechazó.
—¿Tu lobo no te lo advirtió? — Preguntó Changbin dándole una mordida a una de las galletas que Hyunjin hizo para él.
—Mi lobo nunca me dice nada — Dijo con la mirada perdida dándole un trago a su cerveza.
Changbin lo observó con detenimiento, algo andaba mal con su amigo.
—¿No has pensado en buscar ayuda profesional? — dijo con temor a molestar a su mejor amigo—Digo, es que eso no es normal Minho.
—No quiero hablar de como no me he enlazado con un maldito omega Changbin — De un trago bebió todo el contenido de la botella.
El líder de la manada suspiró con decepción, el ultimo intento de Minho por enlazarse con un omega había resultado realmente mal, su pareja no solo lo había dejado el día en el que iba a ser presentado como su pareja, si no que fue abandonado porque este encontró a su destinado, el alfa lince Christopher, el hombre que Minho más odiaba, todo parecía ir mal para él.
—No me refería a eso Minho — Puso una mano sobre su hombro para tener toda su atención — Que tu lobo no te hable es grave, no se ha comunicado contigo de ninguna manera, me preocupas hermano, pareciera que has perdido el rumbo.
Minho apartó la mano de Changbin de un golpe —No me vengas con sermones señor alfa líder — se puso de pie y apuntó hacia la puerta sin mirarlo — si viniste hasta aquí para sermonearme y llenarme la cabeza con frases motivacionales tratando de convencerme de que pronto encontraré a mi destinado mejor lárgate, no quiero escuchar nada más de tu parte Changbin.
—Pero Minho, eres como mi hermano no puedo dejarte seguir así — señaló alrededor las botellas de alcohol, colillas de cigarro y basura tiradas en la habitación del alfa — Dejaste la universidad, te fuiste de casa de tus padres sin siquiera avisarles a donde irías ¡hermano, tu departamento está fuera del territorio de la manada! ¿acaso te quieres alejar de todos nosotros? ¡somos tu familia Minho, queremos lo mejor para ti!
—¿Mis padres te enviaron aquí para convencerme de volver?
—No, ellos no me pidieron nada, es mi deber como...
—¡Tu maldito deber como alfa líder de la manada! — Exclamó Minho enfurecido.
—¡Es mi deber como tu mejor amigo! — se acercó a Minho arrebatándole la botella de cerveza de su mano — si estuviera aquí como líder de la manada ya estuviera usando mi voz de mando contigo, pero no, no estoy aquí para llevarte de regreso al territorio de la manada, estoy aquí para traer de regreso al viejo Minho, quiero ayudarte hermano, esto que estás pasando es normal, es tu orgullo de alfa el que fue herido en alguna parte dentro de ti tu lobo debe estar sufriendo, avergonzado, frustrado, triste y solo, esta depresión es normal en alfas sin omega Min, yo conozco a quien pueda ayudarte, solo debes permitirnos hacerlo.
—Largo — Murmuó sin mirar a su amigo.
—Pero Minho — Dijo en un hilo de voz, estaba conteniendo sus lagrimas.
—Vete antes de que te eche a la fuerza — Dijo dándole la espalda.
Changbin asintió sin ser visto por Minho, tal vez su mejor amigo necesitaba un poco de tiempo antes de aceptar la ayuda, le daría el tiempo que necesitara pero jamás se rendiría, Minho tenia que volver a ser feliz, él se iba a asegurar de eso.
—Está bien Min, me iré pero mañana volveré, tengo que asegurarme de que estés comiendo y no te preocupes ya no tocaré ese tema — Dijo yendo hacia la salida del sucio departamento — Nos vemos hermano.
Una vez cerró la puerta Minho se echó a llorar, estaba harto de sentirse así, su corazón se sentía incompleto, quería dejar de huir de su familia pero estaba tan avergonzado por haber sido rechazado que su orgullo de alfa pudo más, no podía verlos a la cara al ser un alfa mediocre.
Regresó a su habitación para tirarse a su cama y seguir llorando, pero en esta se encontraba la caja de galletas que Changbin había llevado, sorbió su nariz y tomó una mordiéndola con coraje.
—¡Qué puto asco! — escupió y tiró las galletas al suelo, más furioso que minutos atrás — Nunca voy a entender porque el maldito omega de Changbin sigue usando mango para los postres que me envía, estúpido gato — Gruñó, suspiró con fuerza y se secó las lagrimas, negó con la cabeza, no podía creer que tan bajo había caído por culpa del orgullo de alfa, un buen alfa no se dejaría derrumbar por eso, un buen alfa debe siempre levantarse y seguir adelante, pensó.
Tomó su teléfono y buscó entre sus contactos un número.
—Hola, llamo para preguntar por el empleo de guardia de seguridad.
Lee Minho no era feliz en su trabajo, pero era su primer empleo y lo único que pudo conseguir, siempre pensó que su primer empleo seria uno en una oficina, con una cómoda silla, resguardado del sol y del mal clima, principalmente con una gran paga, pero como todo lo que había planeado en su vida, no fue así, ahí estaba él con ese incomodo uniforme que parecía un mal disfraz de policía, parado bajo el sol cuidando un enorme edificio de oficinas, cada día veía desfilar a un montón de alfas en trajes, exitosos, importantes y a juzgar por su olor con omegas.
—¿Necesito identificación para entrar? — Preguntó una hermosa omega de cabello azul y gran sonrisa, pero Minho no vio nada de eso, su mente estaba en otra parte, muy concentrada en el exquisito aroma a fresas que desprendía la omega frente a él.
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¿Mi Destino eres tu?
Fiksi PenggemarMinho desde el día en el que se presentó como alfa comenzó a buscar a su omega destinado, convencido de que encontrará su pareja destinada en la persona que posea el aroma de su fruta favorita tal como sucedió con sus padres.