¿Mi Destino eres tu?

Capítulo 10.- Alfa y Omega

—Te lo juro Seungmin, ese lobo parecía rabioso — Dijo Jisung dando vueltas en la sala de espera, se habían llevado a Chan para curar la herida en su rostro, al parecer necesitaría puntos —No se cual era su maldito problema, pero este no es lugar para resolverlos de esa manera.

—Hannie, esperaba que cuando nos conociéramos fuera todo diferente, lamento que hayas tenido que presenciar eso — Hizo una pequeña pausa para ponerse de pie frente a Jisung — Ese alfa es Minho, el alfa del que te hable por teléfono, salí con el un tiempo hasta que conocí a Chan.

—¿Es por eso que peleaban? — Preguntó curioso.

—No exactamente, por alguna razón esos dos ya se odiaban desde mucho antes, ya sabes alfas— Dijo con fastidio.

—Así que tu eres el omega que le rompió el corazón a Minho — Interrumpió Ryujin, quien permanecía en el lugar esperando por el alfa.

—No fue mi intención — Dijo rodando los ojos.

—No entiendo que fue lo que vio en ti y tampoco me importa si le rompiste el corazón accidentalmente o no, por tu culpa él no quiere marcarme ¿sabes lo que le pasa a un alfa cuando es rechazado? — Escupió molesta.

—Pobrecito alfa debe estar sufriendo mucho, digo no debe ser nada fácil pasar de un omega a otro en cuestión de semanas y proclamar que cada omega con el que sale es su destinado — Chan se había encargado de alardear sobre como conoció a su destinado y como se lo quitó al lobo — Pobre de él y su orgullo de alfa — Se burló fingiendo hacer un puchero.

Ryujin lo miró con odio, pero no podía importarle menos al omega.

—No sabes de lo que hablas, eres un mocoso ¿qué vas a saber tu de alfas? si de lejos se nota que jamás has tenido uno.

Jisung giró los ojos fastidiado — Por mi todos los alfas pueden irse al carajo y desaparecer, el mundo seria un lugar mejor sin ellos.

—¿Qué dices mocoso, acaso te gustan los betas o peor aun los omegas? — Preguntó Ryujin con burla y asco — Dices eso porque jamás has interactuado con un alfa y eres un inútil mantenido, él día en el que tengas que salir a trabajar diario sabrás que un omega no es nada sin un alfa, este  mundo se encargó de eso.

Ambos omegas permanecieron en silencio, había algo de verdad en las palabras de la omega que los incomodaba, Jisung sintió nauseas, esa omega hablaba como Chan y eso no podía molestarle más.

—Como sea, yo me largo de aquí — se dio la vuelta para dirigirse a la salida, su orgullo había sido herido muchas veces ya en una misma hora.

Se quitó la mascarilla que lo asfixiaba y buscó la salida trasera del hospital, aquella de la que Changbin le habló, esperando no encontrarse con nadie, apenas tenia una hora que pisó su ciudad natal y ya estaba harto de estar ahí, al abrir la puerta respiró profundo esperando oler los relajantes aromas de una típica noche de primavera, sin embargo se encontró con un fuerte aroma a pinos y lluvia, había un alfa parado frente a él.

Lo que me faltaba, pensó, vio al rededor buscando a donde ir, lo más lejos del alfa que pudiera.

—¡Maldición, otra vez esa peste! — Exclamó Minho girando para ver al omega del que provenía el olor.

Jisung estaba realmente harto de estar ahí — No sabia que dejaban entrar a salvajes al hospital— Dijo despreocupado alejándose del alfa.

—¿salvaje yo? — Preguntó indignado — ¡Ese maldito gato empezó! 

—Ese maldito gato también es un salvaje como tu, perro rabioso — Dijo con desprecio.

¿Quien es este omega y por qué se atreve a hablarme así? pensó el alfa.

—¡Escúchame bien omega, no voy a permitir que me hables así y me compares con ese gato! — se acercó con rapidez y tomó a Jisung del brazo.

El omega tembló al instante, el toque de la mano del alfa quemaba, el temor fue tal que después de años en silencio su espíritu animal volvía a dar señales de vida, sin embargo el mensaje de este fue confuso ya que el miedo de Jisung era aun mayor.

—suéltame — Tartamudeo cubriendo su cabeza con sus manos sin dejar de temblar — Por favor, suéltame — suplicó al borde de las lagrimas.

Minho quedó paralizado, no esperaba esa respuesta de un omega tan rebelde como parecía ser este, a los ojos del alfa solo se trataba de un cachorro asustado, aterrorizado por él, notó el fuerte temblor de parte del chico y suavizó el agarre del brazo sin soltarlo.

El omega levantó la cabeza al no haber sido atacado por el alfa como el esperaba, estaba asustado y confundido.

—Tranquilo, no te haré daño, nunca lastimaría a un omega — Dijo el alfa en voz baja, intentando sonar lo menos amenázate posible.

Los ojos del omega se encontraron con los del alfa, sacudiendo el corazón del omega.

Es él, nuestro Alfa, escuchó con claridad la voz de su lince interior.

Inmediatamente negó con la cabeza, no podía tener una pareja destinada como la de los cuentos del dios sol ya que él mismo no creía en el dios de los felinos, esos solo eran cuentos, principalmente porque el jamás se enlazaría con un alfa, no podían ser ciertos.

—Perdóname por haberte asustado, no pensaba con claridad, ha sido una noche larga — Dijo sin soltar al omega, pasando su otra mano por su rostro.

Jisung permanecía en silencio, sin poder regresar su mirada al rostro del alfa.

—¿Te lastimé? — Preguntó preocupado — Continuas temblando — Dijo observando atentamente cada movimiento del omega hasta dirigir su mirada al rostro de este, si a sus ojos ya se veía como un pequeño cachorro asustado ahora no solo su lado humano lo pensaba, después de toda una vida de silencio escuchó por primera vez dentro de él un débil aullido lastimero, su lobo y el concordaban con que ese omega era el ser más delicado y frágil que habían visto, inmediatamente sintió la necesidad de protegerlo.