capítulo 28

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— ¿Ves? Todo está bien, Hyungmin está creciendo bien.—Eunhyuk dijo dándome un pañuelo para limpiar mi vientre.— Siempre vienes a las citas muy asustada.

— No puedo evitarlo, me da mucho miedo que Hyungmin tenga algún problema.—le respondí acomodándome la blusa y me levanté de la camilla.

— Trata de relajarte, estar tan estresada no te ayuda en nada... ¿Cómo van con la decoración de la habitación del bebé?—me senté frente a él.

— Muy bien, Jungwon nos está ayudando a pintar las paredes.—sonrió al escuchar eso.

— Ya está más involucrado, ¿verdad?

— Sí... Es un poco extraño porque a veces se pelean para ver quién me traerá algo de comer o quién me ayudará con algo que tenga que hacer. Lo hicieron hoy antes de que viniera, me molesté tanto que los mandé al demonio a los dos y mejor vine sola.—Eunhyuk soltó una carcajada y lo fulminé con la mirada.

— Perdóname pero es gracioso... Me recordó a la película, ¿cómo se llama? ¡Ah! El bebé de Bridget Jones.—siguió riendo algo exagerado.

— No le veo lo gracioso pero bueno, es hora de irme.—me puse de pie y guardé la ecografía del séptimo mes en mi bolso.

— Nos vemos en dos semanas.

— Nos vemos.—dije saliendo de su consultorio. Mientras pasaba por los pasillos del hospital me recordé que tenía que decorar nuestro departamento, estábamos en diciembre, navidad estaba cerca. Sería la primera navidad que pasaría con alguien en años y eso me emocionaba.

Me apresuré a llegar a casa, cuando dejaba a los chicos solos siempre terminaban peleándose y no quería que arruinaran la habitación de mi Hyungmin con sus tonterías. Pero al llegar me llevé la sorpresa de que mi padre y mi madre estaban ahí, sentados en la sala junto a Sunoo y Jungwon.

— ¿Qué hacen aquí?—cerré la puerta detrás de mí y me quité los zapatos, dejándolos junto a la entrada.

— Vinimos a hablar contigo.—respondió mi padre seriamente y luego se giró hacia los chicos.— ¿Podrían dejarnos solos? Tengan, vayan a comprar algo para cenar.—sacó su billetera y le dio algo de dinero a los chicos. Ellos asintieron y me miraron antes de pasar junto a mí para salir del departamento.

— ¿De qué quieren hablar?—pregunté con curiosidad sentándome a su lado.

— Faltan un par de meses para que nazca el bebé, ¿estás lista para eso?—me preguntó mi madre.

— Eso creo...

— ¿Seguirás asintiendo a la universidad?—asentí.— ¿Quién te ayudará a cuidar al bebé?

— Mi suegra se ofreció a cuidarlo cuando ambos estemos en la universidad.—mi madre se acercó a mí mirándome fijamente.

— Será difícil, Youngmin, ¿estás segura que podrás con eso? No podrás dormir, no tendrás tiempo para ti misma o para estar con Sunoo, sumándole la universidad, las tareas, los exámenes... ¿Estás segura de que quieres eso?—fruncí el ceño, ¿por qué me decía todo eso?

— Claro que sí, estoy segura.

— ¿En verdad estás segura? Toda tu vida cambiará... ¿No has considerado darlo en adopción...?

— Jiyoung, basta, no digas tonterías.—mi padre la calló y se pasó las manos por el cabello.— Quedamos en que vendríamos a ofrecerle nuestra ayuda y apoyo.—aparté la mirada sintiendo una opresión en el pecho, cuando mi madre dijo esas cosas sentí, de alguna manera, como si me estuviera reprochando... ¿Así se sintió cuando supo que estaba embarazada de mí? ¿Pensó en darme en adopción? 

— ¿Solamente venían a decir eso?—pregunté con un nudo en la garganta.

— Supongo que sí...—mi madre se puso de pie.— Me iré primero.—le dio una mirada a mi padre antes de salir del departamento.

— No le hagas caso, sabes que siempre dice cosas sin pensar...—mi padre dijo tratando de consolarme.— ¿Puedo...?—preguntó viendo mi vientre, pidiéndome tocarlo. Asentí y me acerqué más a él, nervioso puso su mano en mi vientre y en ese momento Hyungmin comenzó a patear, el rostro de mi padre se iluminó y sonrió ampliamente. Yo también sonreí, no me esperaba que estuviera tan emocionado por el bebé.

Estuvo un rato más sintiendo las pataditas del bebé, a esa hora Hyungmin solía estar muy activo, después me preguntó si podía ver las ecografías y le dije que sí. Me levanté para ir por el álbum donde las tenía todas y se lo mostré. Se veía muy contento viendo las imágenes de su nieto.

— Nos vemos, hija... No dudes en llamarme si necesitas algo, si necesitan algo.—me sonrió e inesperadamente me abrazó de manera tan rápida que apenas pude reaccionar, cuando me di cuenta ya se estaba yendo por el pasillo.

Una sonrisa apareció en mi rostro mientras cerraba la puerta, había sido un abrazo corto pero me había hecho muy feliz. Volví a sentarme en el sillón y bajé la mirada a mi vientre, no era muy grande para los meses que tenía pero Eunhyuk me había dicho que era normal.

— Hyungmin... Trataré de ser una buena madre para ti, trabajaré duro pero prometo que no voy a descuidarte, serás un bebé muy amado...—murmuré acariciando mi vientre.— Sin importar como nazcas, te amaré con todo mi corazón, mi pequeño.—los ojos se me llenaron de lágrimas. No lo iba a negar, estaba aterrada, todas las noches leía sobre el síndrome alcohólico fetal y me daba mucho miedo que por mis malas decisiones mi hijo lo padeciera pero definitivamente me haría responsable de las consecuencias. 

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora