The Night Of Passion | Jungwon Yang

capítulo 36

— Youngmin... Lo siento, no debí haber dicho eso, hablé por impulso, perdóname.—Jungwon se disculpó cuando Hyungmin se quedó dormido en el sillón después de que comiéramos. Suspiré mirándolo de reojo y acaricié el cabello de mi hijo.

— Está bien, las cosas no se pusieron tan mal así que no hay problema.—me encogí de hombros.

— Es... Más bien, ¿los bebés son de Sunoo?

— Claro que lo son, ¿qué estás insinuando?—espeté frunciendo el ceño.

— No, nada, yo no... Lo siento, soy un imbécil.—apartó la mirada y se rascó la nuca. Resoplé rodando los ojos y nos quedamos en silencio.

— Sunoo y yo tratamos de tener un bebé por meses...—hablé llamando su atención.— Lo teníamos todo planeado para la llegada del bebé pero la vida parecía no querer que eso sucediera... Al menos no del modo en que nosotros deseábamos.—bajé la mirada. Sentí la mano de Jungwon sobre la mía y me tensé.

— Si me lo permites, me encantaría ayudarte en lo que pueda... Ya sabes, ir a comprar las cosas de los bebés, acompañarte a las citas con el doctor, consentirte con los antojos del embarazo, lo que sea.—acarició mi mano y la aparté al instante, eso no se sentía correcto. Jungwon se aclaró la garganta y se acomodó visiblemente incómodo.— Mmm... También puedo ayudarte a cuidar a éste pequeño monstruo de aquí... Es lo que debí haber hecho desde un principio, no haber huido como un cobarde.

— Me parece bien.—dije en un susurro.

— ¿Él lo sabe?—negué apretando los labios.

— No... Sinceramente creímos que jamás volverías así que decidimos no decirle la verdad.—Hyungmin se removió en mi regazo y por un momento me asusté creyendo que tal vez estaba despierto y había escuchado nuestra conversación, pero me tranquilicé al escucharlo roncar.

— Ronca igual que yo.—Jungwon soltó una pequeña risa.

— ¿En serio? No recuerdo tus ronquidos.

— Sí, ronco demasiado, una de mis ex novias me grabó porque siempre le decía que estaba exagerando pero en verdad ronco horrible.—sonrió divertido pero rápidamente su sonrisa se borró y fue reemplazada por una expresión de... ¿Tristeza? ¿Decepción?— Tal vez no lo recuerdas porque sólo dormimos juntos un par de veces, antes de que iniciáramos a salir...

— Puede ser...—murmuré y el silencio incómodo volvió.— Bueno, ya es tarde, deberíamos regresar a nuestro departamento...

— Sí, creo que sí... Déjame ayudarte a llevar al monstruo.—se puso de pie.

— No es necesario...

— Claro que sí, estás embarazada.—dijo cargando a Hyungmin, éste al sentir que lo cargaban se abrazó a Jungwon, acurrucándose en su pecho. Sonreí ligeramente, me pareció tierno.

— Sí, estoy embarazada pero no me voy a deshacer si cargo a mi hijo.—me puse de pie.

— Ajá, ajá, lo que digas, llevemos a Hyungmin antes de que se despierte.

(...)

— ¿Por qué son tan feas?—Hyungmin le preguntó a Jungwon viendo el ultrasonido 3D mientras salíamos del hospital.

— No lo sé, así se ven todos los bebés. Tú también te veías así.—le respondió.

— ¿También me veía así?—hizo una mueca, haciendo reír a Jungwon.— ¿Cómo lo sabes?

— Yo lo sé todo.—lo miré con una sonrisa. Jungwon ésta vez sí había cumplido con su palabra, pasaba más tiempo con nosotros, por lo que Hyungmin se sentía más cómodo junto a él.

— Señor sabelotodo, ¿podemos ir a casa? Me están doliendo los pies.—me quejé, Jungwon me miró asintiendo.

— Claro que sí, lo siento, am... Youngmin.—su rostro se puso rojo y apresuró el paso hasta el auto. Yo por mi parte me detuve de golpe, estática. ¿Me iba a decir amor?

Mi corazón se aceleró ante la idea de Jungwon llamándome así... Agité la cabeza, no, no debía pensar esas cosas, estaba mal, Sunoo apenas iba a cumplir tres meses de fallecido... No, de seguro eran mis hormonas las que me hacían pensar eso.

Sí, debía ser eso.

Seguí caminando hasta llegar al auto y me subí sin decir ni una sola palabra, Jungwon tampoco dijo nada, simplemente comenzó a conducir.

— Mami, ¿cuándo vamos a poner el pino? ¡Ya casi es navidad!—miré a Hyungmin por el retrovisor.

— Mmm, ¿qué tal hoy cuando lleguemos?—sonreí al ver que levantaba los brazos con emoción.

— ¿El tío Jungwon puede ayudarnos?

— No lo sé... ¿Puedes?—lo miré de reojo.

— No soy bueno decorando...—Hyungmin hizo un puchero, el cual Jungwon vio por el retrovisor y suspiró.— Pero puedo hacer el intento.

— ¡Yei!—Hyungmin festejó, Jungwon y yo reímos.

Llegamos a nuestro edificio y fuimos directo a mi departamento. Guardábamos el pino y las decoraciones en un pequeño espacio que tenía nuestro armario, Jungwon me ayudó a sacarlo todo y lo llevamos a la sala.

Ellos se pusieron a armar el pino mientras yo preparaba algo para que comiéramos. Ese día tenía antojo de comida picante, por lo que preparé tteokbokki y recalenté el bibimbap que había sobrado del día anterior, para mejorarlo le agregué kimchi y un poco de tofu.

— Vengan a comer.—los llamé poniendo la comida en la mesa, a Hyungmin le preparé tteokbokki sin picante ya que todavía estaba chiquito para comer comida picosa.— Recuerden lavarse las manos antes.

— Sí, señora.—dijo Jungwon cargando a Hyungmin y fueron al baño. Me senté comenzando a comer, un jadeo salió de mis labios al sentir el sabor del queso fundido mezclado con la salsa picante en mi boca. Era delicioso.

Los chicos llegaron al comedor y se sentaron, comiendo mientras platicaban entre ellos. Yo estaba muy concentrada en mi plato de comida. Cuando terminamos Jungwon se ofreció a lavar los platos y no pude negarme. Hyungmin me llevó a la sala para comenzar a decorar el pino, me senté en el piso y miré la caja con las esferas y luces, Sunoo era el que se encargaba de comprar las decoraciones y de decorar el pino, yo sólo lo ayudaba en lo que él me decía, al mirar esa caja los recuerdos de esos cinco años vinieron a mi mente de golpe y se me llenaron los ojos de lágrimas. No me creía que esa navidad no tendría a Sunoo conmigo, sonriendo alegremente mientras decoraba el pino o me ayudaba a preparar la cena.

— Mami, no llores.—Hyungmin me sacó de mis pensamientos y tomó mi rostro con sus manitas, limpiando las lágrimas que se me escaparon sin que me diera cuenta.

— ¿Qué pasó?—Jungwon se acercó preocupado y traté de ocultar mi rostro para que no me viera.

— Papi, mami está llorando.—Hyungmin comenzó a llorar también y me abrazó, alcé las cejas con sorpresa. ¿Había llamado a Jungwon... Papi? Miré a Jungwon y él parecía incluso más impresionado que yo. Hasta se puso pálido.

— ¿Co... Cómo?—tartamudeó.