capítulo 15

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— ¡Minjae! ¡Minjae! ¡¿Dónde estás?!—grité pasando por entre los arbustos de un parque que estaba cerca de mi edificio. Sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas, ¿y si algo le había pasado? ¿Y si se lo había llevado un degenerado?— Minjae... Hermano, ¿dónde estás?—ya no pude aguantarme más y comencé a llorar arrodillándome en el piso.

— ¡No quiero ir con ella! ¡Mami dijo que era mala!—abrí los ojos al escuchar la voz de Minjae y me levanté de golpe buscándolo con la mirada.

— Ella no es mala, es tu hermana mayor, Minmin.—sentí que se me revolvía el estómago al ver con quien estaba. Era Jaehyun, mi primer novio... Me quedé congelada en mi lugar, no podía moverme.

Supuse que Jaehyun sintió mi mirada porque volteó a verme, una sonrisa apareció en su rostro y se acercó a mí, ignorando que Minjae le pedía que no lo llevara conmigo.

— Te hago entrega de este pequeño monstruo... Minmin, suéltame, tienes que ir con Youngmin.—quise vomitar al escuchar el apodo con el que llamaba a Minjae, a mí me llamaba así desde antes de que fuéramos novios.

— Minjae, ven aquí, ahora mismo.—la voz me salió temblorosa y quise golpearme por eso.

— Anda, ve con ella, mírala, está llorando por tu culpa.—cuando dijo eso Minjae volteó a verme e hizo un puchero bajándose de los brazos de Jaehyun, se acercó a mí y me abrazó, más lágrimas se me escaparon mientras lo abrazaba también.

— No llores... Lo siento...—susurró comenzando a llorar también.

— No pasa nada, me tranquiliza saber que estás bien.—acaricié su espalda hasta que dejó de llorar y lo cargué.— Vámonos...

— ¿Jaehyun hyung puede ir con nosotros?—preguntó separándose para mirarme a los ojos.

— No.

— ¿Por qué no? ¡Por favor!—insistió.

— Ya dijo que no, pequeño, mejor nos vemos otro día, ¿si? Te iré a visitar.—le revolvió el cabello, Minjae asintió sonriendo ampliamente, Jaehyun me miró y volvió a sonreír con ese encantadora sonrisa, la cual ya no servía conmigo porque sabía lo podrido que estaba.— Fue un gusto verte otra vez, Youngmin.

— No puedo decir lo mismo.—dije dándome la vuelta y me fui rápidamente de ahí. Iba a irme directo a mi departamento pero me dio miedo que Jaehyun me siguiera y supiera donde vivía.

Me metí a una tienda de conveniencia, saqué mi celular para llamar a Jungwon y avisarle que ya había encontrado a Minjae. También le dije donde estábamos para que fuera por nosotros, me sentiría más segura si él estuviera ahí.

Mientras esperábamos a que llegara aprovechamos para comprar varias cosas, como ramen o dulces que Minjae quería. La puerta de la tienda se abrió y me giré con un poco de miedo pensando que podía ser Jaehyun pero respiré aliviada al ver que era Jungwon.

— ¿Él es tu hermano?—preguntó al llegar a mi lado, Minjae se giró al escucharlo.

— ¿Quién es él? ¿Tu novio?—preguntó con curiosidad, relamí mis labios sintiéndome algo triste por su pregunta.

— No, es... Es mi amigo.

— Hola, me llamo Minjae, ¿tú cómo te llamas?—Minjae se acercó a él, Jungwon le sonrió.

— Me llamo Jungwon.

— Me gusta tu nombre.—dijo antes de volver su atención a los dulces. Sonreí, Minjae era un niño adorable.

Compré las cosas que quería Minjae y también algo para Jungwon para agradecerle por su ayuda. Se ofreció a acompañarnos al departamento y no pude negarme.

— Bueno, creo que mejor vengo a hablar contigo en otro momento...—Jungwon dijo cuando estuvimos frente a mi edificio.— Nos vemos... Adiós, Minjae, fue un gusto conocerte.—chocó los cinco con Minjae y sonreí.

— ¿Ya comiste? Nosotros íbamos a pedir algo para comer, podrías comer con nosotros.—dije sin pensarlo mucho, Jungwon me miró sorprendido pero asintió al instante.

Entramos al edificio y nos subimos al ascensor, Jungwon y Minjae se la pasaron hablando de caricaturas y al llegar a mi piso salieron corriendo, haciendo carreritas hasta el departamento. Sonreí al ver que Jungwon dejó que Minjae ganara.

— Tu amigo es muy divertido, noona.—Minjae dijo mientras entrábamos, sorprendiéndome por la forma en la que me llamó. 

— Mmm... ¿Qué quieren de comer? ¿Pizza, hamburguesas?—pregunté aclarando mi garganta.

— ¡Hamburguesas!—respondió Minjae con alegría. Miré a Jungwon y éste hizo un movimiento con la cabeza dándome a entender que quería lo mismo. Asentí sacando mi celular para pedir la comida.



(...)



— ¡Comes dos!—Jungwon dijo felizmente tirando la carta del +2 rojo. Minjae se quedó pensativo y buscó entre sus cartas, soltó una risa maquiavélica y sacó la tarjeta del +4. Los fulminé con la mirada a ambos mientras ellos se reían.

— Me caen mal.—dije comiéndome las seis cartas.— ¿Qué color escoges, Minjae?

— ¡Azul!—movió las piernas enérgicamente, ya sólo tenía dos cartas. Jungwon apretó los labios y miró mal a Minjae mientras sacaba varias cartas, no tenía azul, interesante.

— ¡¿Dónde están las azules?!—solté una risa viéndolo con el montón de cartas. El karma de la primera vez que jugamos. Por fin sacó una carta azul y suspiró aliviado. 

— ¡Uno!—gritó Minjae al quedarse con una sola carta.

— Ya nos ganó.—dije poniendo un dos azul.

— ¿Seguimos con el azul?—Jungwon chasqueó la lengua. Ésta vez no tardó tanto en sacar una carta azul pero fue en vano porque Minjae puso su última carta, ganándonos. Se levantó festejando y bailando con felicidad, reí negando con la cabeza.

Me arrepentía de no haber querido conocer a mi hermano antes, al final él no tenía la culpa de lo que mi padre hizo o de que mis padres se divorciaran, tampoco era su culpa que mi padre le pusiera más atención. Viví años culpándolo de algo que no tenía nada que ver con él.

— Ya, ya, basta de festejos. Ve a lavarte los dientes y a ponerte la pijama, es hora de dormir.—me miró haciendo un puchero pero me obedeció. Jungwon se estiró dejando sus cartas en la mesa y les di una mirada.— Qué tonto, tenías un dos verde.

— ¿Qué?—me miró incrédulo y revisó sus cartas, solté una carcajada cuando se dio un golpe en la frente.

Nos quedamos en silencio, el cual poco a poco se fue haciendo un silencio incómodo. Jungwon suspiró levantando la mirada hacia mí y tragó saliva.

— ¿Podemos hablar sobre lo que pasó?—aparté la mirada, no quería hablarlo pero tenía curiosidad.

— Cuando Minjae se duerma.—asintió.

Había llegado el momento que menos quería.

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora