capítulo 27

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— Listo... Aquí tienen su constancia de matrimonio. La resolución les llegará entre tres y siete días.—Sunoo tomó el papel y le agradecimos al funcionario del registro civil. Nos giramos hacia nuestros familiares que nos habían acompañado a registrar nuestro matrimonio. Mi abuela me miró con una sonrisa satisfecha, supuse que se encontraba feliz después de haber creído que jamás me casaría.

— Vayamos a cenar para celebrar, yo pago.—dijo contenta. Un rato más tarde todos nos encontrábamos en el restaurante favorito de mi abuela comiendo entre risas.

Le di un trago a mi vaso con agua y miré a mi alrededor, era la primera vez en años que veía a mis padres juntos sin que se estuvieran insultando, probablemente era porque Jinah había decidido no asistir ya que estaría mi madre.

— Es extraño, ¿no?—Sunoo susurró en mi oído y lo miré.— Todos están tan felices.

— Parece falso.—le dije en el mismo tono.— Jamás había visto tan feliz a mi abuela.

— De seguro pensaba que jamás te casarías.—sonrió burlón y le mostré la lengua.

Continuamos comiendo mientras escuchábamos las anécdotas que mi abuela tenía de vida como enfermera, le encantaba hablar de eso. También contó la historia de cuando conoció a mi abuelo, el cual la regañó por no haberle hecho correctamente un procedimiento a un paciente pero cuando terminó su turno la invitó a cenar porque le había parecido muy hermosa.

Sonreí escuchándola con atención, amaba esa historia, por alguna razón me parecía muy romántica, tal vez era la forma en la que la contaba la abuela, sus ojos brillando al recordar esos días. Hasta el último día de mi abuelo se amaron con locura, se podía ver cuando estaban juntos... Volteé a ver a Sunoo y él me sonrió, le devolví la sonrisa.

Estaba segura de que era el amor de mi vida y quería estar a su lado hasta mi último aliento...

— Youngmin, esa muchacha de por allá es tu amiga, ¿no? La recuerdo bien de una vez que fui a verte a la universidad.—salí de mis pensamientos al escuchar la voz de mi abuela y me giré hacia donde estaba señalando.

Jiwon estaba entrando al restaurante junto a sus padres y Jungwon, al instante las miradas de toda la familia se posaron en nuestra mesa y tragué saliva, no les había dicho que me casaría con Sunoo.

— Eh, sí, es mi amiga Jiwon...—hablé nerviosa.

— Invítala a celebrar tu nuevo matrimonio... ¡Jiwon!—mi abuela se levantó de su silla y le hizo una seña a mi mejor amiga. Jiwon se acercó a nuestra mesa algo confundida.— Trae a toda tu familia, pediré que junten las mesas, hoy es día de celebración, ¡mi nieta favorita contrajo matrimonio!—gritó felizmente y me cubrí el rostro con las manos.

— Creo que está borracha...—murmuró Sunoo.

— ¿Matrimonio?—esa fue la voz de Jungwon, sonaba molesto. Llevé mi mirada hacia él, la expresión de enojo en su rostro hizo que se me helara la sangre, temiendo que hiciera una escena frente a mi familia.

— Así es, querido amigo, Youngmin y yo nos casamos hoy, estamos muy felices.—Sunoo pasó su brazo por mis hombros, pegándome a su cuerpo y besó mi mejilla.— Y vamos a ser mucho más felices cuando nazca nuestro hijo.—hizo énfasis en la palabra nuestro y le dio una media sonrisa a Jungwon, el cual sólo tensó la mandíbula.

— Felicidades...—terminó diciendo con los dientes apretados.

Luego de ese momento incómodo, la familia Yang se unió a nosotros y mi abuela les pagó la cena. Durante la cena sentí que mi madre y Eunhyuk me preguntaban con la mirada si Jungwon era el padre biológico de mi bebé, solamente asentí con la cabeza.



(...)



Cerré la puerta del departamento después de que Sunoo saliera al supermercado, regresé al sillón, recostándome en éste para seguir viendo mi programa mientras comía palomitas. Habíamos decidido que viviríamos en mi departamento ya que era más grande.

Un rato más tarde se escucharon unos golpes en la puerta y me levanté creyendo que era Sunoo que había olvidado algo pero cuando abrí la puerta me llevé la sorpresa al ver que era Jungwon.

— ¿Qué haces aquí?—pregunté frunciendo el ceño.

— ¿Por qué te casaste con él?—el tono de su voz era una mezcla entre enojo y tristeza.

— Eso no es tu asunto. Vete.—iba a cerrar la puerta pero la detuvo con su mano.

— Sí es mi asunto, ese imbécil va a criar a mi hijo...—solté una risa.

— ¿Ahora sí es tu hijo? No quisiste hacerte cargo y ahora vienes a reclamarme porque otro hombre será su padre... Eres impresionante, Jungwon.—apretó los labios y bajó la mirada.

— ¿Por qué él tendrá la vida que me pertenece a mí? Yo debería estar casado contigo, no él... Youngmin, te amo tanto, no puedo dejar de pensar en ti, en nuestro bebé... Por favor, dame una oportunidad.—me miró con los ojos llenos de lágrimas, suspiré.

— Es muy tarde para nosotros, Jungwon... En verdad te quise, creí que serías el hombre indicado para mí pero terminé equivocándome... Ahora encontré al que en realmente es el indicado y no lo pienso dejar por nada, lo amo con todo mi ser, quiero estar a su lado el resto de mi vida... Lo siento, Jungwon.—él comenzó a llorar frente a mí y aparté la mirada, no me gustaba verlo llorar.— Y sobre el bebé, si quieres estar presente en su vida, puedes hacerlo, no te lo voy a negar.—sorbió su nariz y aclaró su garganta.

— Sí me gustaría estar en su vida.—susurró con la voz entrecortada.— Será mejor que me vaya... Te deseo lo mejor, Youngmin.—eso fue lo último que dijo antes de desaparecer por el pasillo.

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora