capítulo 22

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— ¿Y cómo te va con Sunoo?—Jay me preguntó cuando los dos nos quedamos solos ya que Jiwon había ido por algo de comer. El día del cumpleaños de Sunoo, después de que lo besé, me confesó que desde que era niño estaba enamorado de mí. Nos dimos un tiempo para tener citas y luego comenzamos a salir de manera oficial.

— Todo perfecto, tenemos una relación muy bonita.—le respondí un poco confundida, usualmente cuando nos quedábamos solos los dos cada quien estaba en su celular sin prestarle atención al otro. 

— ¿Cuánto llevan ya?—siguió preguntando.

— Acabamos de cumplir un mes hace unos días... ¿Por qué?—alzó las cejas sorprendido.

— ¿Ya llevan un mes? Qué rápido pasa el tiempo...

— Te pregunté por qué preguntas.—apretó los labios para después suspirar.

— En estos meses me hice muy amigo de Jungwon... Y la vida no está siendo muy buena con él, primero descubre que Yunjin sólo lo quería para tener sexo, luego conoció a otra chica con la que se estaba encariñando y resultó que tenía novio.—levanté los labios entrecerrando los ojos.

— ¿Y como por qué me dices eso? ¿Acaso quieres que vaya corriendo a los brazos de Jungwon?—me fulminó con la mirada.

— ¿No te importa nada de lo que le está pasando?—lucía enojado, negué al instante.

— No, no me importa... Yo estoy siendo feliz ahora, no tengo porqué fijarme en la vida de los demás.—tomé mi mochila y me la colgué en el hombro poniéndome de pie.— Me voy, le dices a Jiwon que la veré en clase...—me di la vuelta para irme.

— Eres una maldita... Ojalá Sunoo se dé cuenta del tipo de persona que eres y logre escapar de ti.—comenzó a decir mientras me iba. Apreté los labios sintiendo que los ojos se me llenaban de lágrimas, por alguna razón las palabras de Jay me habían dolido.

Salí del edificio de mi facultad, necesitaba respirar aire fresco. Me senté en una de las jardineras y respiré profundo conteniendo el llanto, no sabía porqué pero últimamente me sentía muy sensible, si alguien me gritaba o me veía feo en la universidad me sentía mal, cosa que no me pasaba antes.

— ¿Youngmin? Amor, ¿qué haces sentada aquí como niña regañada?—Sunoo dijo sonriendo acercándose a mí y me levanté de la jardinera para abrazarlo.— ¿Qué pasó, cariño? 

— El novio de Jiwon me cae muy mal.—hice un puchero.

— ¿Qué te dijo?—dudé en decirle lo que Jay me había dicho, nunca le oculté nada de lo que hice en mi pasado pero seguía teniendo el miedo de que en algún momento diría que ya no le gustaba tener una novia con un pasado como el mío.

— Unas cosas feas... Nada importante.—tomó mi rostro entre sus manos mirándome con preocupación.

— Si no es nada importante, ¿por qué estás así? Tienes los ojos rojos...—dejé un beso en sus labios.

— No te preocupes por eso... Creo que es porque en estos últimos días he estado muy sensible.

— Es cierto... ¿Por qué será? ¿Estás en tus días?

— No...—me paralicé al darme cuenta que no había tenido mi periodo desde mayo, ya habían pasado casi tres meses, no me había dado cuenta porque no me fijaba mucho en eso, ya que mi periodo tardaba mucho en llegar... Negué con la cabeza, no podía ser lo que estaba pensando, no era la primera vez que tenía ausencia en mis periodos por varios meses.— ¿Ya nos vamos?

— Pero todavía te queda una clase, Youngmin...

— Es viernes, lo más seguro es que el profesor no se presente... Vámonos, por favor, amor.—suspiró.

— Está bien, vámonos.



(...)



— Vengo por Yeeun.—dije cuando mi madre abrió la puerta, Sunoo se había quedado ayudando a su madre con un postre que estaba preparando y me mandó por Yeeun. Mi madre frunció el ceño mirándome de arriba a abajo.

— Subiste de peso.—rodé los ojos entrando a la casa por mi hermana. Era obvio que tarde o temprano mi madre se daría cuenta de que estaba ayudando a Sunoo con Yeeun, mi hermana en su inocencia le habló de mí.

— ¡Unnie!—mi hermana soltó sus muñecas para acercarse a mí corriendo.

— Hola, princesa.—sonreí tomándola en brazos y di unas vueltas, haciéndola reír.

En todo momento noté que mi madre no dejaba de mirarme, en un principio creí que era porque esa era la primera vez que me veía a solas con mi hermana pero estaba muy equivocada.

— Youngmin... ¿Cuántas semanas tienes?—preguntó cuando bajé a Yeeun.

— ¿Semanas de qué?

— De embarazo.—me atraganté por sus palabras y luego comencé a reír negando con la cabeza.

— No estoy embarazada.

— ¿Te hiciste una prueba o por qué estás tan segura de eso?—me miró con expresión seria y tragué saliva.

—No...—resopló tomando su bolso y sus llaves.

— Vamos a dejar a Yeeun con Sunoo, te llevaré a hacerte la prueba al hospital.—se veía enojada, asentí bajando la mirada y cargué a mi hermana para llevarla a la casa de los Kim. Toqué la puerta y el que abrió fue Sunoo, Yeeun se removió en mis brazos hasta bajarse y se abrazó a las piernas de Sunoo.

— Amor, iré con mi madre a hacer... Un encargo que tiene que hacer, volveré en unas horas.—arrugó el entrecejo.

— ¿Qué cosa es?

— No sé, no me dijo...

— ¡Oppa, Young unnie tiene un bebé aquí dentro!—gritó Yeeun señalando mi vientre. Me paralicé por completo, Sunoo miró mi vientre para después subir la mirada a mis ojos, no se veía enojado ni sorprendido.

— Eun, entra la casa, mi mamá está haciendo galletas, ve a pedirle una.—Yeeun apenas escuchó la palabra galletas salió corriendo al interior de la casa. Los dos nos quedamos solos en silencio, Sunoo se veía... Triste.— ¿Estás segura de que estás embarazada?

— No, mi madre me llevará a hacerme la prueba...

― Te acompañaré, sólo déjame ir a avisarle a mi madre.—sin esperar una respuesta de mi parte regresó al interior de la casa.

Los ojos se me aguaron del miedo... Sunoo y yo no habíamos tenido relaciones, queríamos esperar unos meses más... Lo que significaba que si en verdad estaba embarazada, el bebé sería de Jungwon...

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora