capítulo 39

2K 218 5
                                    




Llevé la mirada a Hyungmin, el cual se había quedado mirando a Jungwon después de que Yeeun dijera eso, hizo un mohín negando con la cabeza claramente en desagrado.

— Yo no estoy feo.—fue lo único que respondió antes de regresar su atención a las muñecas, cepillándoles el cabello con el pequeño cepillo de plástico. Suspiré aliviada y me apoyé en el respaldo del sillón, eso había estado cerca.

— Yeeun, ven conmigo.—mi madre le hizo una seña para que la acompañara a la cocina, por su expresión supe que la iba a regañar.

— Mamá, está bien, no pasó nada...—susurré tomando la mano de mi madre para detenerla.

— No.—me interrumpió, quitando mi mano.— Ya está grandecita para hacer esos comentarios fuera de lugar... Sígueme, Yeeun.—mi hermana dejó su muñeca a un lado, diciéndole a Hyungmin que no la tocara y se levantó para ir con mi madre.

— Mira, mami.—Hyungmin jaló suavemente la falda de mi vestido para llamar mi atención y me mostró su muñeca, le había hecho una trenza en su larga cabellera sintética.

— Wow, te quedó muy bien, mi amor.—dije impresionada, sabía hacer una trenza mejor que yo. Sonreí con nostalgia, eso lo había aprendido de Sunoo... Cuando teníamos algún evento familiar o del trabajo, mi esposo siempre se ofrecía a arreglar mi cabello ya que sabía que yo sola no podía, sólo me cepillaba el cabello y ya estaba listo. Recordé la última vez que me arregló el cabello, fue para la fiesta de cumpleaños de Yeeun, Hyungmin estaba encantado con lo que su padre hacía con el rizador y la secadora.

— Youngmin.—sentí una mano en mi hombro, moviéndome delicadamente, parpadeé un par de veces saliendo de mis pensamientos y me giré para mirar a Jungwon.— ¿Estás bien? Te quedaste mirando el piso con la mirada perdida.

— Oh, sí, sí, estoy bien, sólo... Sólo recordé algo.

— Ya veo... Tu madre ya nos llamó a cenar.—miré a nuestro alrededor cuando dijo eso, ya no estaban Eunhyuk ni Hyungmin, ¿cuánto tiempo me había quedado sumergida en mis pensamientos?— Vamos.—se puso de pie, extendiéndome su mano. La tomé y me ayudó a levantarme.

Fuimos al comedor donde ya estaban todos sentados en la mesa, nos estaban esperando para comenzar a comer. Jungwon y yo nos sentamos uno frente al otro, y mi madre nos dio la indicación de que podíamos comenzar a comer, los niños exclamaron emocionados y comenzaron a arrasar con la comida en sus platos.

— Hyungmin, come despacio, te vas a indigestar.—lo regañé mientras tomaba un trago de mi vaso con agua. Me obedeció y bajó el ritmo con el que estaba comiendo, sonreí y me llevé una cucharada de puré de papa a la boca, estaba muy bueno.— La comida está muy buena, mamá.

— Me alegra que te haya gustado.—me sonrió y seguimos comiendo en un silencio agradable

Cuando terminamos con el platillo principal y la guarnición, mi madre fue a la cocina acompañada de Eunhyuk para traer los postres que éste último había preparado, eran unos tarros pequeños con mousse de fresas con crema, tenían crema batida arriba y trozos de fresa, se veía delicioso. Con el embarazo, mi gusto por los postres y cosas dulces había aumentado, aunque no siempre podía comerlos porque no era saludable... Pero ese día era noche buena, podía darme el lujo de comer un postre sin arrepentimientos.

Tomé mi cuchara y comí un poco de la crema con los trozos de fresa, mis glándulas salivales se estimularon por el sabor ácido de la fruta y sonreí, en verdad estaba delicioso. Seguí comiéndome la crema hasta llegar al mousse y lo probé, cerré los ojos dejando salir un ligero jadeo mientras disfrutaba el postre.

— Youngmin.—abrí los ojos encontrándome con la mirada de Jungwon sobre mis labios, se inclinó hacia adelante acercando su mano a mi rostro, por inercia me hice para atrás.— Espera, tienes crema...—rozó la comisura de mis labios con su pulgar.—...Aquí.—levantó la vista a mis ojos y me sonrió volviendo a acomodarse, dejándome totalmente desconcertada, no era necesario que hiciera eso.

— Muy bien, hora de los regalos.—mi madre exclamó poniéndose de pie tan rápido que las patas de la silla rechinaron en el piso.— Youngmin, tus regalos están en el auto, ¿verdad? Vamos por ellos, te ayudo a traerlos.

— Pero no he terminado mi postre...

— Después te lo comes. Vamos.—asentí levantándome y ambas salimos de la casa para ir por los regalos a mi auto.— ¿Me puedes explicar qué demonios hace ese muchacho contigo? Siyeon me dijo que hasta lo has llevado al trabajo, Bora también me dijo que te acompaña a las citas con ella, ¿acaso estás saliendo con él?—me preguntó cuando estuvimos frente a mi auto.

— ¡No! Claro que no, mamá, sólo me está ayudando con algunas cosas... Espera, ¿mi jefa y mi ginecóloga te cuentan lo que hago?

— Eso no es importante... Mira, sabes que respeto tus decisiones pero es muy pronto para que inicies una relación, necesitas sanar...

— ¡Que no estoy con él!—grité molesta y fruncí el ceño.

— ¿Y por qué lo trajiste a cenar?—alcé las cejas por esa pregunta, ¿por qué lo invité a una cena familiar? No lo sabía muy bien.

— Porque... Porque iba a estar solo.—respondí no muy segura.

— ¿Y su familia? No creo que no lo hayan invitado a cenar con ellos.

— No sé...—aparté la mirada, mi madre suspiró.

 — No sé que es lo que trama ese muchacho pero no me gusta, estás de duelo y además embarazada, no debería aprovecharse de eso.—murmuró acariciando mi mejilla.— Deberías alejarte de él.—no respondí nada. 

Llevé la mirada a la casa de mis suegros, las luces estaban apagadas y no había ni una sola decoración en el patio, fue ahí cuando comencé a sentir culpa... Culpa por como latía mi corazón cuando Jungwon me tocaba o me miraba siquiera, no estaba bien. Debía serle completamente fiel a mi difunto esposo.

— ¿Y mis suegros?

— Dijeron que pasarían la navidad con su hija.—respondió mirando en la misma dirección que yo.— Bueno, llevemos los regalos.

— Sí...—bajé la mirada abriendo el auto.

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora