capítulo 48

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— ¿Cómo qué no hay lugares? Me dijeron que éste lugar siempre tiene mesas disponibles.—Jungwon exclamó exaltado a la hostess del restaurante.

— Pues la persona que le dijo eso quería molestarlo porque para cenar aquí se necesita hacer una reservación con mínimo una semana de antelación... Ahora si me disculpa, hágase a un lado que está atrasando la entrada de los clientes.—hizo un movimiento con la mano y nosotros nos quitamos de la fila.

— Yang Jiwon...—Jungwon murmuró con los dientes apretados.

— ¿Tu hermana te recomendó éste lugar?—asintió cabizbajo.

— Sí, lo siento... No está muy contenta con que esté contigo, en realidad nadie en mi familia lo está... Bueno, están felices de que me esté acercando a mi hijo pero no les parece que me haga cargo de las gemelas "fingiendo" ser tu esposo.—dijo mientras caminábamos alejándonos del restaurante. Alcé las cejas aunque no estaba tan sorprendida, sabía que ya no era bienvenida en su familia. Después de que falleció la abuela de la familia Yang cuando Hyungmin tenía casi un año, literalmente ya no quisieron saber nada de mi hijo y más porque no tenía el apellido Yang, ante la ley no era su nieto ni su sobrino por lo que nos mandaron al demonio.

— Mi madre y mi abuela tampoco están muy felices... Pero qué importa, es nuestra vida y nuestras decisiones, no las de ellos... ¿O tú qué opinas?—lo miré y me dio una sonrisa tomando mi mano.

— Opino lo mismo... No voy a dejar de ser feliz sólo porque a ellos no les agradas.—una sonrisa apareció en mi rostro.

— ¿Yo te hago feliz?—pregunté divertida tratando de hacerlo sonrojar o algo pero él simplemente me miró con una expresión seria.

— Sí, me haces feliz, Youngmin... Hyungmin, Sunyoung y Yunsun, los cuatro se han vuelto una parte indispensable de mi vida y no me puedo imaginar un futuro sin ustedes.—acarició mi mano y dejamos de caminar para mirarnos cara a cara.— Te amo, Youngmin.—sus palabras me sorprendieron y abrí la boca para responderle pero puso sus dedos sobre mis labios.— No tienes que contestar ahora, sé que todavía es muy pronto para que sientas lo mismo que yo.

Me sonrió y quitó sus dedos de mis labios para volver a tomar mi mano, entrelazando nuestros dedos, no dije nada y volvimos a caminar, Jungwon comenzó a decir que conocía varios restaurantes de calidad que estaban por la zona. Me sumergí en mis pensamientos y se me ocurrió una idea, me detuve haciendo que girara a verme confundido. 

— ¿Y si mejor vamos a mi departamento? O al tuyo, podemos comprar algo para preparar la cena nosotros mismos, no necesitamos ir a un restaurante... Sólo necesitamos estar tú y yo para que sea la cita perfecta.—le sonreí.

— Me parece bien... ¿Tienes algún platillo en mente?



(...)



— Ah, estuvo delicioso.—Jungwon se sobó la panza después de terminar de cenar y reí.— Jamás me había divertido tanto al cocinar, ni siquiera sabía que podía ser divertido.—dijo apoyándose en el respaldo de la silla.

— Pues siempre quemas la comida, por eso no te parece divertido.—dije con una sonrisa burlona y me fulminó con la mirada, haciéndome soltar una carcajada.

Después de reírme por un rato le di una mirada a su departamento, sólo había estado ahí la vez que Hyungmin se espinó con el cactus. Jungwon solía pasar todo el día en mi departamento y usaba su departamento solamente para dormir. Y a veces ni eso.

— ¿Qué te gustaría hacer ahora?—me preguntó limpiándose los labios con una servilleta.

— No sé... Se siente un poco extraño estar sin mis hijos.—subí los codos a la mesa y apoyé mi mentón en mis manos soltando un suspiro.— Es la primera vez que estoy sin ellos en un tiempo, no sé qué hacer, creo que se me ha olvidado como se divierten los adultos...

— ¿Y si vemos las caricaturas que le gustan a Hyungmin? Están entretenidas.—propuso encogiéndose de hombros.

— Mmm, bueno, eso es mejor que nada.—reímos y fuimos a la sala, Jungwon puso las caricaturas y nos acomodamos en el sillón comenzando a verlas.

Sólo pasaron un par de minutos y yo ya estaba totalmente aburrida, un bostezo salió de mis labios mientras me estiraba y puse mi cabeza en el hombro de Jungwon.

— ¿Tienes sueño?

— Estoy aburrida... ¿Qué cosas haces para divertirte con tus amigos?—pregunté cerrando los ojos.

— Bueno, no tengo amigos... Pero cuando mis compañeros del trabajo me invitan a salir lo que hacemos es ir a tomar y hablar de tonterías.

— No suena muy divertido... Además tiene años que no tomo alcohol, creo que le tomé cierto miedo o rechazo...

— ¿Por Hyungmin?—asentí.— ¿Ya lo llevaste con el especialista que te recomendó Eunhyuk?

— Todavía no, la cita es para el siguiente viernes.—pasó su brazo por mis hombros y me abrazó contra su cuerpo.

— Nuestro hijo estará bien, no te preocupes, Youngmin.—susurró dejando un beso en mi cabello.

Nos quedamos en silencio y seguimos viendo las caricaturas... Luego de un rato sentí que la mano de Jungwon bajaba hasta colocarse en mi espalda baja y tragué saliva mirándolo de reojo, parecía estar concentrado en la televisión, así que no le di importancia, tal vez se le había cansado la mano.

Pero cuando su mano bajó más y llegó hasta mi trasero supe que eso era intencional. Relamí mis labios sintiendo que mi corazón latía con fuerza y respiré profundo, no podía contenerme más, mi cuerpo lo necesitaba... Coloqué mi mano temblorosa en el muslo de Jungwon y fui subiendo lentamente, siguiéndole el juego.

— Youngmin...—Jungwon murmuró con la voz ronca y lo miré, unió nuestros labios de golpe, dando comienzo a un beso lleno de deseo y necesidad reprimida. Me subí a su regazo sin romper el beso y poco a poco nos fuimos quitando la ropa, dejándola tirada en el piso de la sala.

En ese sillón y con las caricaturas todavía en la televisión, nos entregamos al calor de la pasión.

The Night Of Passion | Jungwon YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora