Como en una prisión-02

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Subí corriendo las escaleras para avisar a Harry de que el tío estaba subiendo. Entré y cerré la puerta tras de mí, aunque sabía que no iba a servir de mucho.

—El tío Vernon está subiendo. —Susurré histérica. Por un segundo vi el pánico en lo ojos de Harry.

Harry agarró a Dobby bruscamente por el cuello impidiendo que siguiese hablando.

—Cállate y quédate quieto. No hagas ruido. —Le ordenó metiéndole bruscamente en nuestro armario.

Un segundo más tarde de que Harry cerrase la puerta del armario con Dobby dentro, el tío entró a nuestra habitación muy enfadado.

—¿Qué estáis haciendo? —Nos preguntó.

—Nada, estábamos... —La puerta del armario se abrió y Harry la cerró de inmediato, Dobby intentaba salir del armario.

—Os acabáis de cargar mi chiste del jugador de golf japonés.

—Lo sentimos. —Respondimos ambos. Dobby seguía intentando abrir la puerta y Harry se la seguía cerrando, el tío notaba que la puerta se estaba abriendo todo el rato.

—Un solo ruido más y deseareis no haber nacido, mocosos. —Ambos asentimos. —Y arregla esa puerta. —Le dijo a Harry. Luego me miró a mí. —Baja ahora, los Mason están preguntando por qué tardas tanto. —Yo asentí.

—Ahora bajo. —Con eso el tío salió dando un sonoro golpe al cerrar la puerta.

—¿Ves por qué debemos volver? —Le dijo Harry a Dobby mientras este salía del armario. —Este no es nuestro hogar. Pertenecemos a tu mundo, a Hogwarts. Es el único lugar donde tenemos amigos.

—¿Amigos que ni siquiera escriben a los hermanos Potter? —Preguntó Dobby.

—¿Cómo sabes tú eso? —Le pregunté frunciendo el ceño. Dobby se echó para atrás temeroso.

—Jane Potter no debe enfadarse con Dobby. —Dijo sacándose algo de la parte de atrás del trapo que llevaba como ropa. —Dobby pensó que si los hermanos Potter pensaban que sus amigos los olvidaron, los hermanos Potter no querrían volver a la escuela, señorita. —Lo que Dobby tenía en sus manos eran dos montones de cartas, en una carta de uno de los montones vi mi nombre y la letra era muy similar a la de Draco.

Enfadada saqué mi varita para amenazar a Dobby.

—Danos las cartas. —Le exigí apuntándole con mi varita.

—¡No! —Exclamó Dobby. Harry saltó sobre él en el intento de robarle las cartas pero Dobby fue más rápido.

Dobby corrió hasta la puerta de nuestra habitación para escapar pero antes de que lo consiguiese lancé un hechizo.

—¡Accio cartas! —Uno de los montones de cartas saltó a mis manos. Era el que llevaba mi nombre. Dobby hizo un sonido de queja y salió de la habitación.

—¿Cómo sabes ese conjuro? Se enseña en cuarto año.

—Hermione no es la única que también le interesa ir más adelantada, ¿sabes? —Le respondí enfadada. —Haz que no arme jaleo, tengo que bajar ya. —Le dije a Harry.

Esquivé a Dobby que estaba en el pasillo de la segunda planta huyendo de nosotros y bajé rápidamente las escaleras.

—Ya estoy de vuelta, perdonen mi tardanza. —Les dije a los señores Mason mientras me colocaba junto a Dudley.

—¿Qué escondes? —Me preguntó frunciendo el ceño desconfiado.

—Correo viejo, debo tirarlo. —Mentí.

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora