Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Una noche para recordar-44

JANE POTTER

—¿Qué fue eso?—Me preguntó Daphne cuando volvimos a nuestra habitación. —¿Por qué no le has pegado? Pensaba que no te gustaba que se metiese con los sangre sucia.

Ninguna se había dado cuenta que le había dado un beso en la mejilla a Draco antes de irme, por suerte, si no serían mucho más pesadas de lo que ya son.

—Claro que no me gusta que se burle de los nacidos de muggles. —Le dije. Todas nos sentamos en el suelo haciendo un círculo.

—¿Entonces? ¿Por qué no le has dicho nada?

—Porque no se ha burlado de nadie. —Todas me miraron sorprendidas, yo también lo estaba cuando vi que Draco solo se estaba preocupando por mí y no se estaba metiendo con nadie.

—¿En serio? —Daphne parecía creerse que mentía. —¿No estarás mintiendo por la apuesta?

—No es tan rastrera, Daphne. —Me defendió Tracey.

—Solo preguntaba. No te he ofendido, ¿verdad? —Me preguntó. Negué con la cabeza.

—Yo también estaba muy sorprendida de que no me dijese nada malo sobre Hermione. Draco solo quería saber cómo me sentía, Hermione y yo somos... algo raro, y es la mejor amiga de mi hermano, para bien o para mal, ha sido duro verla petrificada. —Les confesé.

—Dura está ella si la han petrificado. —Dijo Daphne bromeando. Las tres le dedicamos una mirada asesina, su hermana la que más.

—¡Daphne! —Le riñó.

—¡Lo siento! Soy así, hago bromas de mal gusto cuando estoy nerviosa.

Lo dejamos pasar, seguimos hablando durante un rato y luego decidimos acostarnos. Astoria regresó a su habitación y Tracey y Daphne se acostaron en sus camas, yo por otro lado no podía dormir, agarré a Medianoche que estaba dando vueltas por mi cama y lo llevé conmigo a la sala común.

Allí me senté en uno de los sofás con Medianoche en mis brazos y simplemente contemple la luna. Recordé que había perdido el diario original de Tom Riddle, pero decidí no preocuparme, estaba perdido, preocuparme no ayudaría a encontrarlo y en ese momento estaba tan en calma que no me importó lo más mínimo haberlo perdido.

Empecé a divagar en mis recuerdos. La vez de niña en la que una señora me dijo que tenía un pelo muy bonito y la tía Petunia me lo cortó como un niño y me lo tiñó tan negro como aquella noche, al día siguiente lo tenía incluso más largo que antes y de un naranja aún más brillante, en ese momento no, pero ahora sabía cómo era posible que aquello ocurriese.

También recordé aquella tarde en la que me hice aquella foto en la nieve con Harry, es uno de mis mejores recuerdos, uno que me hace sentir que por un momento tuve una infancia normal, uno que me hacía olvidar que hasta hace poco dormía en una alacena bajo la escalera de casa de mis tíos.

Recordé la vez en la que conocí a Draco, o más bien, la primera vez que me choqué con él. Fue de los mejores regalos que me pudo haber dado la vida, ya no me la imaginaba sin él, tampoco quería una en la que él no estuviese. Creo que perderme y plantarle cara fue lo mejor que pude hacer.

Dos cabezas pelirrojas aparecieron en mi mente y puse los ojos en blanco solo de imaginarme como se burlarían de mí si supiesen que en mis momentos sentimentales ellos están entre mis pensamientos. Fred y George se han convertido en lo que no paraban de decir que serían, unos hermanos. eran molestos, no paraban de burlarse de los demás, sus bromas llegaban a tal punto que podían perder la gracia, pero se notaba lo mucho que yo les importaba y lo mucho que se preocupaban por mí.

Luego estaba Tracey, que se me acercó sin ser amigas con el fin de serlo, ha cambiado sus ideales desde entonces y me alegra tenerla a mi lado. Era esa amiga que necesitaba, pera bromear, hablar, quejarme, reír, llorar...

Cada recuerdo que me llegaba a la mente hacia que se me cayese una lágrima, se ve que esa noche me tocaba llorar.

Sentí como una pequeña lengua lamía el rastro que dejaban mis lágrimas en mi cara, era mi adorado gato. Eso hizo que recordase cuando lo conocí, cualquiera al verlo por primera vez pensaría que era un fallo, un error, a mí me parecía que aquella "imperfección" lo hacía único. Creo que lo amé desde la primera vez que lo vi, le estaré agradecida eternamente a Hagrid por habernos descubierto este mundo y darme al que era el mejor amigo que tenía por encima de todo.

Tras un rato más viajando por el país de los recuerdos decidí que ya era hora de dormirme, estaba que me moría de sueño. Medianoche hacía un rato que se había dormido en mi regazo. Con mucho cuidado para no despertarlo fui a mi habitación y me acosté en mi cama. No entendía por qué me ponía tan sentimental, supuse que el ataque de Hermione me había afectado más de lo que pensaba.