Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Polvos Flu-04

La señora Weasley agarró una especie de maceta que estaba al lado de la chimenea.

—Vamos Harry, tú irás primero. —Le indicó la señora Weasley.

—Harry nunca ha viajado con Polvos Flu, mamá. —Le dijo Ron.

—¿Polvos Flu? —Repetí yo.

—Entonces tú primero, Ron, para que Harry y Jane aprendan. —Le dijo su madre.

Ron se metió dentro de la chimenea y cogió un puñado de polvos que estaban dentro de la maceta.

—¡Callejón Diagon! —Exclamó Ron y tiró los polvos al suelo. Al impactar los polvos en el suelo una enorme llama verde apareció rodeando a Ron y haciendo que desapareciese.

—¿Has visto? Es fácil. —Le dijo la señora Weasley a Harry ayudándole a meterse dentro de la chimenea. Yo esperaba asustada mi turno, Harry tampoco parecía muy contento al ser el siguiente en viajar. —No tengas miedo.

Harry agarró un puñado de polvos y se preparó para decir el nombre del callejón.

—¡Callejón Digon! —Pude entender, solamente sabía que lo había dicho mal, sobre todo por la pregunta que hizo la señora Weasley una vez que las llamas que hicieron desaparecer a Harry disminuyeron hasta extingirse del todo.

—¿Qué dijo?

—Callejón Digon. —Repitió el señor Weasley.

—Eso me parecía. —La señora Weasley me miró. —Tu turno, Jane.

Tragué saliva mientras me metía en la chimenea y agarraba los polvos. Sabía cómo pronunciar correctamente el nombre del callejón Diagon, pero dejar a Harry solo era más peligroso, asique repetí mal el nombre del lugar.

—¡Callejón Digon! —Tiré los polvos con fuerza al suelo y sentí como si un fuerte viento me llevase a otro lugar.

Aparecí en una vieja tienda, estábamos ambas sucias: la tienda y yo. Cuando me repuse vi a Harry en la tienda.

—Harry. —Él se giró para verme, una leve sonrisa apareció en su cara.

—Jane.

—Te equivocaste diciendo el nombre del callejón. —Le regañé.

—Tú también. —Se defendió.

—Lo hice aposta, para no dejarte solo.

—¿Sabes cómo ir? —Me preguntó.

—No —puso lo ojos en blanco. No pensé eso, lo admito —, pero se me sigue dando mejor hacer hechizos que a ti. ¿Qué es este lugar? —Le pregunté mirando la tienda.

—No tengo idea.

Nos pusimos a curiosear en la tienda. Encontramos una mano extraña que pensábamos que estaba diseca. Harry acercó su mano para examinarla y entonces la mano "disecada" le atrapó. Nos llevamos un gran susto y Harry trataba de liberarse, cuando consiguió soltar su mano la "disecada" esta volvió a como estaba antes de que Harry la tocase.

Entonces vi a Draco mirando el escaparate de la tienda en la que estábamos.

—Draco. —Avisé a Harry sin apartarle ni un segundo la mirada a Draco.

Harry se escondió tras unas estanterías enormes y yo me escondí en lo que parecía ser un ataúd metálico. Cuando cerré la puerta del ataúd Draco entró en la tienda, podía ver lo que hacía gracias a que en lo que me había escondido tenía dos agujeros que me permitían ver, la idea de que era un ataúd desapareció de mi mente y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.