Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

De regreso a casa-56

El resto del curso fue un descanso mental y físico para mí. Todo parecía volver a la normalidad, o ser incluso mejor.

Mi relación con Hermione desde que la habían despetrificado había mejorado considerablemente.

Pansy había dejado de soltar comentarios irónicos sobre mi pelo, ya que si lo hacía todos se reirían de los restos del rosa que aún quedaba en el suyo. Y, si estaban cerca, Fred y George se acercaban de añadir más cosas, provocando más risas

Draco parecía más pendiente de mí, desde que se enteró que me desmayé se me acercaba cada cierto tiempo para preguntarme cómo estaba.

—Ya te he dicho que fue por el golpe en la cabeza, estoy bien, Draco.

—Igual te han quedado secuelas, es mejor estar pendiente.

—Fawkes me curó y, además, fui a la enfermería. Estoy bien, en serio.

Era así casi todas las veces, aunque era muy pesado, apreciaba mucho su preocupación.

Y así se fueron pasando los días en Hogwarts, cuando me quise dar cuenta ya estaba subida en el tren junto con Draco, Tracey, Daphne y Astoria para volver a casa.

—Este año ha sido... memorable. —Dijo Daphne mirándonos a todos.

—Ni que lo digas. —Le dije.

—Yo solo espero que el año que viene no sea tan movidito como este, un año tranquilo no es tanto pedir, ¿no? —Dijo Tracey con tono cansado solo de recordar este último año. 

Ya habíamos llegado a Londres, todos salían del tren con sus equipajes para encontrarse con sus padres. Solo quedábamos Tracey, Draco y yo en el compartimento.

—Te voy a echar mucho de menos, Jane. —Me dijo Tracey dándome un abrazo antes de salir del compartimento como habían hecho anteriormente las hermanas Greengrass.

—Solos tú y yo otra vez. —Me dijo Draco al ver que solo quedábamos él y yo.

—Si, solo tú y yo. 

—¿Prometes escribirme? —Me preguntó con cierta desesperación. Yo le miré apenada.

—Ya sabes que mis tíos odian este mundo, el verano pasado no te escribí porque ni nos dejaban sacar a Hedwig de la jaula, y bueno también que Dobby había interceptado nuestras cartas, pero no puedo prometerte que te escribiré, pero te prometo que lo intentaré.

Draco me sonrió con aquella dulzura que siempre me sonreía. Entonces sacó algo de su bolsillo, agarró mi mano y me lo entregó. Era una pequeña rosa de papel.

—¿Desde cuando haces papiroflexia? —Le pregunté fascinada observando lo bien hecha que estaba. —Está super bien hecha, Draco.

—¡Qué va! Solo estoy empezando, me entretiene cuando estoy aburrido. —Dijo quitándole importancia.

—Es raro que seas tan humilde cuando te echan algún halago. —Bromeé.

—Cállate. —Dijo girando los ojos.

Salimos juntos del tren en busca de nuestras familias, en mi caso a Harry, y en su caso a sus padres.

—¡Jane! —Escuché a alguien gritar mi nombre después de caminar con Draco buscando a nuestros familiares. —¡Jane! —Distinguía la voz, sabía que era de Harry, pero había tanta gente que no podía saber en qué dirección debía ir. —¡Jane! —Por fin pude ver el pelo azabache de mi hermano abrirse paso entre la gente. —Vamos. —Me dijo una vez que llegó a mi lado.

Miré a Draco y le sonreí a modo de despedida. Cuando di unos pasos sentí un frío en la mano, había estado agarrada de la mano con él y ni siquiera me había dado cuenta. Estaba dispuesta a seguir caminando cuando noté como alguien me agarraba del brazo para pararme, me asusté un poco, pero me relajé al ver que era Draco. Tiró de mí para acerarme a él y decirme algo al oído.

—Si no me puedes hablar, y me echas de menos, desdobla la rosa. —Entonces alejó su cara de mi oído para mostrarme una sonrisa juguetona, y entonces se fue.

Vale, ese chico cada día me confundía más, ¿es así como se miran los amigos?

Sea como sea me fui con Harry de vuelta a casa.

Segundo año superado, ¿qué pasará en el siguiente?