Quiero confiar en ti-07

462 23 0
                                    

Miré al niño frente a mí. Gryffindor, segundo año, preocupado, con un sapo en la mano: Neville Longbottom.

—Hola, Longbottom. —Dije jadeando sin responder su pregunta.

—Es "Neville". —Me corrigió tartamudeando un poco.

—Neville Longbottom. —Insistí yo. —Longbottom es tu apellido, pero muy tú ganas, Neville. De todas formas no estoy muy bien para discutir, ¿sabes?

—¿Qué te ha pasado, Potter? —Me preguntó cuando parecía haber recuperado algo de aire.

—Es "Jane". —Le corregí como él hizo antes conmigo. —Y yo... perdí el tren.

—¿Perdiste el tren? —Repitió él. Me saqué a Medianoche del jersey, había dejado de clavarme las garras, pero sabía que él también necesitaba respirar. —¿Qué le pasa a tu gato?

—También está exhausto, saltar de un coche volador al techo de un tren te deja sin aire.

—No, me refería a... Espera, ¿qué? —Preguntó desconcertado

—Perdí el tren. Harry, Ron y yo, lo perdimos. Cogimos el coche de sus padres, llegamos hasta aquí y por problemas que tuvimos tuve que saltar a uno de los vagones. Y ahora estoy aquí. —Le resumí bastante todo, pero no me había saltado nada esencial. —Aunque Harry y Ron van camino a Hogwarts en el coche de los Weasley.

Neville parecía sorprendido por aquella historia.

—¿Y sigues viva? —Me sorprendió que la pregunta que me hiciese tras contarle lo que me había pasado fuese una pregunta tan estúpidamente obvia.

No pude evitar reírme por su pregunta, pero al hacerlo sentí un gran dolor en el pecho y paré de hacerlo al segundo para poner una expresión de dolor.

—¿Qué pasa?

—Seguiré viva, pero creo que no de una pieza.

—Tengo un frasco con un poco de poción Wiggenweld. —Dijo rebuscando en sus cosas. —Toma. —Me la entregó. Me la tomé casi de inmediato. A medida que iba  pasando el tiempo me iba sintiendo mejor. —Mi abuela sabe que me puedo meter en "problemas" asique me enseñó a hacerla por si algún día la necesitaba.

—Ojalá yo conociese a mis abuelos. O a mis padres. —Dije devolvi'rndole el frasco, ahora vacío. —Ellos...

—Todos saben la historia de los niños que sobrevivieron al Señor Oscuro. —Me interrumpió con media sonrisa tímida. Yo también le dediqué una pequeña sonrisa.

—Gracias. —Me miró confundido. —Por la poción.—Le aclaré.

—Te debía una. El año pasado fuiste tú la que me salvó.

—No del todo, pero sí evité que tuvieses más que una fractura en la muñeca. —Dije recordando mi primera clase de vuelo.

Se creó un silencio algo extraño.

Medianoche, que ya parecía más calmado, colocó su cabeza bajo mi mano para que la acariciase.

—¿Qué le pasa? —Me preguntó Neville señalando primero a Medianoche y luego a su ojo.

—Cuando me lo dieron ya no lo tenía, parece que nació así, no me importa mucho, su otro ojo es muy bonito, —no pude evitar sonreír —me recuerda a los de... —No terminé la frase. Me levanté de mi asiento y agarré a Medianoche.

—¿Te vas? —Vi algo de desilusión en sus ojos.

—Debo buscar a mis amigos, te diría de que me acompañases, pero creo que tú y Draco no os lleváis muy bien. —Dije con una sonrisa triste. —De todas formas no deberías viajar solo, busca a los Weasley, seguro te llevas bien con Fred y George. —Puse los ojos en blanco al recordar lo molestos que pueden llegar a ser.

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora