Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Los gemelos cupido-11

Ya estábamos en el Gran Comedor. Yo estaba hablando con Tracey de mi momento paranormal en el baño del segundo piso cuando un gran flash me cegó momentáneamente, como en Flourish y Blotts, a ese paso iba a quedar ciega permanentemente.

—Hola, Jane. Soy Colin Creevey. Soy de Gryffindor. —Un niño muy entusiasmado llevaba la cámara de la que había salido el flash.

—¿Hola? —Respondí confundida.

—¿Crees que podrías darme alguna foto de tu hermano Harry y tú? ¿O quizá que nos hagamos una foto tú y yo? Es para mi padre, es muggle, como el resto de mi familia. Ninguno sabíamos que las cosas que hacía eran magia hasta que recibí mi carta para Hogwarts. Pensaban que estaba demente.

Miré a mis compañeros de la mesa sin saber muy bien como reaccionar. Tracey tenia la misma expresión de asombro que yo y Draco no parecía muy contento de ver a Creevey cerca de nuestra mesa.

—A Harry y a mí nos pasó algo parecido. —Fue lo único que se me ocurrió decirle, aquel niño hablaba muy rápido. Al decirle aquello la mirada de Creevey se iluminó.

—Iré a hablar con él. Enseguida vuelvo. —Creevey corrió hasta la mesa de Gryffindor y le hizo una foto a Harry mientras hablaba con Ron.

—Vaya chico más raro. —Dijo Tracey levantando una ceja mientras Creevey hablaba con Harry.

—Prueba de que los sangre sucia no saben dónde está su lugar. —Le dijo Draco a Crabbe, Goyle y Pansy. Los tres le daban la razón asintiendo con la cabeza rápidamente.

—Cuanta razón, Draco. —Pansy se acercó más, disimuladamente, a Draco. Puso sus manos despreocupadamente en la mesa, junto a las de Draco.

—Jane, ¿qué te pasa? —Me preguntó Tracey. Salí de mi trance y me giré para ver a Tracey. —¿Por qué miras a Pansy con tanto asco?

—¿Yo? No... no... —Me puse más nerviosa cuando noté que Draco me miraba curioso.

Me salvó el sonido de Errol chocando con un plato lleno de ganchitos cuando trataba de aterrizar en la mesa de Gryffindor. Eso llamó la atención de todos, Draco incluido, y provocando las risas de mucho, Draco también estaba en ese montón.

—¡Miren todos! —Llamó Fannigan la atención de todos. —¡Weasley ha recibido un Vociferador!

Otra vez escuché las risas del grupo de Draco. Yo no me reía, no sabía la razón de las risas, tampoco sabía lo que era un Vociferador.

Cuando Ron abrió la carta esta soltó un gran grito. La voz parecía la de su madre.

—¡RONALD WEASLEY! —Al escuchar gritar la carta de Ron pegué un bote en mi asiento a pesar de estar bastante lejos de él, pero me pilló por sorpresa. —¿¡Cómo te has atrevido a robar el coche!? —La carta adoptó la forma como de una boca, y esta le gritaba a Ron. —¡Estoy completamente decepcionada! ¡Están investigando a tu padre en el trabajo! ¡Todo por tu culpa!

Todo el mundo observaba con atención la escena, como la carta se iba acercando cada vez más amenazante a Ron y como él iba retrocediendo con expresión de terror.

—¡Como vuelvas a hacer algo así te traeremos enseguida a casa! —Ron asintió frenéticamente como si la que le estuviese diciendo eso realmente fuese su madre. Luego la carta se alejó un poco de la cara de Ron para girarse en dirección a Ginny, que observaba como una más la escena. —Ah, Ginny querida, enhorabuena por estar en Gryffindor, tu padre y yo estamos muy orgullosos.

Notaba las ganas de desaparecer de Ginny. Todas las miradas cayeron sobre ella. La señora Weasley no eligió la mejor forma de felicitarla.

Después de eso la carta se autodestruyó quedando unos pequeños trozos de papel sobre la mesa.