Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Gryffindor o Slytherin-30

La profesora McGonagall nos dejó un momento a solas después de subir las escaleras.

La mirada de Draco me atormentaba desde que lo vi antes de entrar al despacho de Dumbledore. No había tenido tiempo para saber qué quería expresar con ella, terror, como todos; decepción, quizá le molestó que no se lo contase; desprecio, por mucho que odiase a los nacidos de muggles quizá le parecía mala nuestra forma de encargarnos de ellos, o no.

Pero esos pensamientos y temores desaparecieron cuando encontré al Sombrero Seleccionador en un escritorio, una duda aún mayor apareció en mi cabeza, no era la primera vez que la tenía, pero había tratado de evitarla desde hace mucho tiempo, pero ahora la respuesta estaba tan cerca que no podía evitar tenerla en la cabeza.

Pensaba acercarme para ver si me respondería, pero Harry se adelantó y se lo colocó en la cabeza.

—No te lo puedes quitar de la cabeza, ¿verdad, Harry Potter? —No sabía de qué hablaba, pero Harry si parecía saberlo perfectamente.

—No. —Admitió. —Quería preguntarte si...

—¿Si estabas en la casa adecuada? —Terminó él. Harry asintió. Yo abrí mucho los ojos, no sabía que Harry también tenía esa duda, lo veía que encajaba tan bien en Gryffindor que me sorprendió ver que dudaba. —Tu hermana y tú fuisteis muy difíciles de colocar. Pero lo mantengo, aunque... podrías haber ido a Slytherin.

La sangre se me heló. Harry eligió no estar en Slytherin, pero hubiese ido, ambos hubiésemos ido a Slytherin, eso explica por qué él es Gryffindor, ¿eso era otra prueba más de que éramos los herederos de Salazar Slytherin?

—Te equivocas. —Le respondió Harry. El sombrero no le contradijo, mejor dicho, no dijo nada.

—¿Y yo? —Pregunté. Ahí ambos parecieron reaccionar. Me coloqué el sombrero en la cabeza y esperé.

—Jane Potter... —Dijo el sombrero reflexivo. —¿Qué quieres saber exactamente?

—¿Por qué Slytherin? ¿Por qué no Gryffindor? Mi padre, mi madre y mi hermano pertenecieron a esa casa. ¿Qué hago en Slytherin?

El Sombrero Seleccionador guardó silencio un segundo, pensando bien sus palabras. El corazón me latía a mil, tenía miedo de aquella respuesta.

—Eres Jane Potter. —Dijo, pero no continuó, solo dijo eso. Fruncí el ceño sin entenderle.

—Eso ya lo sé. ¿Qué tiene que ver con mi pregunta? —Me molestaba no entender su respuesta.

—Eres Jane Potter. —Repitió. —No James. No Lily. No Harry. Jane. Eres tú, no ellos, muchas familias mágicas han pertenecido a una casa durante siglos y luego uno de ellos acaba en otra casa distinta, porque no son su familia o su apellido, son ellos, pueden ser partes de sus familias, pero no son su familias.

Me quedé un rato pensando en lo que había dicho. Y tenía razón. Había estado comparándome con Harry y con mis padres todo el tiempo, como si fuese una pieza del puzle que no encaja, como si lo hacía, solo había que mirarlo de otra manera.

—Te puse en Slytherin —continuó el Sombrero Seleccionador —, pero tú también hubieses podido estar en Gryffindor. —Ahí se me abrió otra brecha.

—¿Qué? ¿Y por qué no me pusiste ahí? —Le recriminé.

—No quisiste.

—Claro que sí.

—No, quieres ahora. Pudiste haberte negado a Slytherin como hizo tu hermano Harry, pero decidiste quedarte. Tú elegiste Slytherin, igual que él eligió Gryffindor. Tú ahora quieres Gryffindor porque sientes que podrás encajar.