Ya había amanecido cuando llegamos a una casa que parecía poco resistente pero estable. El coche aterrizó bruscamente. Salimos de él y nos dirigimos a la puerta trasera que se comunicaba con la cocina.
—Venga vamos. —Dijo Fred abriendo la puerta. —No hagáis ruido.
Entré en la casa después de Harry. El lugar era mucho más grande de lo que parecía por fuera, supongo que se necesita un lugar grande para tantos Weasleys.
En el lavaplatos una sartén se estaba lavando sola con un cepillo. "Magia", me respondí a mí misma. También había dos agujas tejiendo solas, me quedé impresionada.
Me fijé en que Harry estaba viendo un reloj de cuco y curiosa también me quedé a ver qué hacía. Unas cucharas en la parte superior del reloj con las caras de Ron, Fred y George se movieron hasta la palabra "casa", ese reloj indicaba dónde estaban cada uno. Una sonrisa de asombro se formó en mi cara.
—No es mucho, pero, es un hogar. —Dijo Ron mientras comía un bollo de pan.
—Para mí es lo más. —Dijo Harry fascinado.
—Es increíble. —Añadí yo.
Me quedé otra vez viendo asombrada a las agujas mientras tejían cuando la señora Weasley apareció de entre las sombras.
—¿Pero dónde os habéis metido? —Preguntó furiosa la señora Weasley. —¡Harry! ¡Jane! —Exclamó con un tono dulce acercándose a nosotros. —Cuanto me alegro de veros. —Luego puso sus brazos en jarra y siguió regañando a sus hijos. —Las camas vacías, ni una nota, ¡ni el coche! Podríais haberos matado. Os podrían haber visto. Perdonad chicos, esto no va por vosotros. —Nos dijo a Harry y a mí otra vez con ese tono amable. Me hacía gracia como cambiaba la voz para referirse a Harry y a mí.
—Los estaban matando de hambre —se excusó Ron —, hasta le pusieron barrotes en su ventana.
—Más te vale que no ponga yo barrotes en tu ventana, Ronald Weasley. —Le amenazó su madre. Ron supo que iba enserio cuando lo llamó por su nombre completo, todos lo supimos. Luego volvió a dedicarnos una dulce sonrisa a Harry y a mí. —Vamos chicos, tenéis que desayunar. —Miré a Harry sonriendo, divertida por aquella situación.
Nos sentamos todos a desayunar una vez que la señora Weasley preparó el desayuno me senté frente a Harry, al lado de George.
Entonces una niña pelirroja, algo parecida a mí, bajó las escaleras y se puso al lado de la señora Weasley.
—Mami, ¿has visto mi jersey? —Le preguntó.
—Si se lo ha puesto el gato. —La chica giró su cabeza y al verme puso una cara de confusión, al girarla al lado opuesto vio a Harry y sus ojos se abrieron como platos.
—Hola. —Le saludó Harry inocentemente. La chica le siguió mirando con los ojos muy abiertos y se fue alejando lentamente para luego correr escaleras arriba. Los gemelos se rieron de la reacción de la que supuse sería su hermana, tenía demasiados "rasgos Weasley" como para no serlo. —¿Qué he hecho?
—Ginny. —Nos la presentó. —Lleva todo el verano hablando de ti, la muy pesada. —Dijo Ron con una mueca de molestia. Entendí lo que pasaba y dejé escapar una pequeña risa.
Después un hombre entró por la misma puerta por la que nosotros habíamos entrado hacía menos de una hora.
—Buenos días. —Dijo entrando. Ron, Fred, George y Percy, del que no me había dado cuenta de su presencia, saltaron para decirle "buenos días, papá", asique supuse que él era el señor Weasley. —Vaya nochecita, nueve redadas, ¡nueve!
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Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]
Fiksi PenggemarTras un verano sin noticias de sus amigos o de Draco, Jane se desilusiona, pero sigue queriendo ir a Hogwarts para su segundo año y conocer la razón por la que nadie le había escrito. Sus dudas se solucionan antes del inicio del curso con la aparici...