Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Decisiones-14

No le mentí a Oliver cuando le dije que tenía entrenamiento de quidditch, pero aún quedaba una hora para eso. Pensé que la mejor opción era volver a mi sala común para no encontrármelo.

Al llegar el lugar estaba desierto, a excepción de Medianoche y... ¿Draco? Ambos jugaban juntos. Draco parecía divertirse viendo como Medianoche trataba de agarrar uno de sus juguetes hasta que cuando lo iba a agarrar se lo quitaba de su alcance.

Era muy entretenido verlos, también me preguntaba por qué Draco no era así con todos, le sería mejor para relacionarse con gente más buena, que le aportase cosas positivas. Me quedé un rato observándoles, en silencio, me senté en una de las sillas sin hacer ruido para estar más cómoda.

Después de un rato Draco pareció cansarse de impedir que agarrase el juguete y acabó dándoselo. Tenia una sonrisa tan bonita mientras veía a Medianoche jugar solo con su juguete.

En la puerta que daba a las escaleras salió  Astoria, que nos saludó mientras se me acercaba tranquilamente.

—Hola chicos. —Draco frunció el ceño al escuchar que Astoria hablaba en plural, hasta que giró su cabeza en la dirección a la que ella iba e irremediablemente me vio, su ceño fruncido pasó rápidamente a una expresión de pánico. Sin decir nada subió a su habitación.

Astoria se sentó en otra silla, a mi lado, ambas mirando la dirección en la que Draco se había ido.

—Te gusta, ¿verdad? —Su tono fue dulce, amable, no burlón como el que Fred y George usaban cada vez que me lo decían, pero me era tan raro escucharlo de otra boca. Sólo fruncí el ceño asustada y negaba rápidamente con la cabeza.

—¿Qué? Draco... es solo mi amigo, y yo su amiga. Somos amigos. —Le respondí con el pulso acelerado. Ella me miró con una sonrisa triste.

—Los amigos no miran a sus amigos así.

—Miraba a Medianoche, no ha Draco.

—Pues no sabía que te atraían los gatos. —Dijo tranquilamente levantándose de su silla para sentarse en uno de los sofás.

—¡No me gustan los gatos! Oye, ¿desde cuando eres analizadora de miradas? —Le respondí levantándome también de la silla y cruzando los brazos.

—No hace falta ser una experta para saber que la forma en la que lo miras no es de amistad. —No le respondí a eso, asique ella continuó. —Seguro que no he sido la única que te lo ha dicho, ¿me equivoco? —Negué con la cabeza. Ella sonrió satisfecha. —No le diré nada a nadie, tranquila, sé guardar secretos.

No le dije nada más, subí a mi habitación y me quedé allí hasta la hora de mi entrenamiento de quidditch. Nos reuniríamos en nuestra sala común, al parecer Flint tenía algo importante que anunciar.

Momento de reunión antes del entrenamiento.

Bajé de mi habitación con el uniforme de quidditch ya puesto.