San Valentín-36

325 21 1
                                    

Ya habían pasado varias semanas desde que se reanudaron las clases, Hermione ya había vuelto a aparecer por los pasillos y los ataques del heredero de Slytherin habían cesado.

Era 14 de febrero, San Valentín, el día de los enamorados. Me desperté aquella mañana como otra cualquiera, hasta que noté como una paloma de papel revoloteaba por mi alrededor mientras me preparaba para ir al Gran Comedor, esto por supuesto no pasó desapercibido para Daphne y Tracey.

—¿Tú admirador secreto vuelve al ataque? —Me preguntó Tracey al ver como trataba de atrapar aquel papel hechizado. Ella no sabía que mis misteriosos regalos del año anterior eran de parte de Draco, por lo que para ella seguía siendo alguien anónimo que había dejado de enviarme regalos.

—No creo —dije aún tratando de atrapar a la paloma —, hace bastante de eso.

—No el suficiente como para que se olvide de ti. —Añadió Daphne. Por supuesto Tracey la había puesto al día de todos mis líos amorosos, ese parecía ser su tema favorito del que hablar.

—Me rindo. —Dije cuando vi que me había fastidiado el peinado con la caza de la paloma. —Cuando quiera dejarse agarrar que lo haga.

Las tres salimos en dirección al Gran Comedor. Aquella paloma me seguía, sin importar hacia a donde fuese.

—Me está poniendo nerviosa. —Se quejó Daphne. Yo solo me encogí de hombros.

Finalmente llegamos. Había bastante gente allí, algunos charlaban, otros comían algo, otros hablaban sobre si mandarles a sus enamorados. Entonces sentí como alguien apoyaba su brazo en mi cabeza y otro en mi hombro.

—¡Pero si es nuestra Potter favorita! —Me saludaron Fred y George.

—Hola a vosotros también. —Dije gruñendo. Fred me había arruinado el peinado, se ve que ese día estaba condenada a llevarlo despeinado. —Y gracias por arruinarme el pelo, Fred. —Dije con sarcasmo.

—No hay de qué. —Respondió él con orgullo. Puse los ojos en blanco.

—¿Estás son tus amigas? —Preguntó George al ver a Tracey y Daphne que estaban apartadas a un lado después de que ellos aparecieran.

—Chicos, Tracey Davis, Daphne Greengrass. —Se las presenté. —Chicas...

—Fred y George Weasley para servirlas, señoritas. —Me interrumpieron ellos presentándose como dos galanes.

—No os enamoréis de nosotros, por favor. —Les pidió George con cierto dramatismo. Daphne los miraban estupefactas, Tracey se había puesto tensa.

—Tranquilo, no lo tendrán muy difícil. —Le respondí cruzándome de brazos.

—Somos muy populares. —Continuó Fred ignorándome. —Somos muy buenos bromistas.

—Si algún día necesitáis algún artículo de broma nosotros tenemos algunos... no muy permitidos en la escuela. —Dijo George susurrándoles.

—No os van a dar una tarjeta de San Valentín para aumentar vuestros egos por adularlas ahora. —Les aclaré.

—¿No? —Les preguntaron ambos. Ellas negaron con la cabeza frenéticamente. Ambos suspiraron con resignación.

—No todo el mundo tiene buen gusto. —Supuso George.

—Será eso. —Dije poniendo los ojos en blanco.

—Si no, díselo a las cuarenta y seis personas que le han mandado cartas a Lockhart hoy. —Miré a Fred con asombro.

—¿Qué? Será una broma.

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora