La inscripción-18

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JANE POTTER

La fiesta de Halloween ya me estaba aburriendo. Me había hartado de comer. Salí a dar un paseo para bajar la comida cuando...

—Desgarrar... Despedazar... Matar...

Los recuerdos de cómo me sentía la última vez que escuché aquella voz llegaron a mi mente velozmente haciendo que se repitiese.

Matar... Quiero matar...

Empecé a seguir la voz, si cumplía lo que decía estaríamos en grave peligro.

Corría por el pasillo asustada, siguiendo aquella espeluznante voz que no paraba de repetir lo mismo, pero cada vez podía oírla más fuerte. Me estaba acercando.

Cuando giré en uno de los pasillos del segundo piso, al que había subido casi saltándome cuatro escalones, me sorprendió ver que estaba encharcado. Pero me sorprendió más ver a Harry, Ron y Hermione allí.

—¿Qué hacéis aquí? —Pregunté.

Los tres se asustaron al verme. Estaban centrados en algo del muro, cuando centré mi vista en el una expresión de horror apareció en mi cara.

En el muro estaba escrito, con lo que parecía sangre:

"LA CÁMARA DE LOS SECRETOS A SIDO ABIERTA. ENEMIGOS DEL HEREDEROS, TEMED."

—¿Habéis hecho esto?

No les dio tiempo a responder. La fiesta de Halloween acababa de terminar, todos aparecieron a ambos lados del muro, yo me quedé delante de una parte de la multitud. Todos se quedaron igual de horrorizados al leer el mensaje en la pared.

Draco se abrió paso para ponerse al frente seguido de Crabbe y Goyle, los tres quedaron a mi lado. Draco leyó el mensaje inscrito en el muro.

—"... Enemigos del heredero, temed." Los próximos seréis los sangre sucia. —Le advirtió a Hermione. Yo estaba aún en shock como para decirle algo por llamarla así.

—¿Qué está pasando? —Pude oír en la multitud de enfrente. —¡Apartaos! ¡Fuera, fuera! —Filch se abrió paso entre los alumnos. Cuando vio la inscripción se quedó quieto, luego su vista se dirigió a otra cosa, me extrañó que no le prestase atención a la inscripción, seguí su mirada para ver qué era más terrible.

La señora Norris, su gata, estaba colgando de una de las lámparas que había para iluminar el pasillo. No se movía, parecía disecada.

—¿Potter? —Harry era el que parecía más culpable, estaba frente a la inscripción y al lado del cuerpo de la señora Norris, cualquiera hubiese dicho que él lo hizo, incluso yo, pero no era capaz, ¿no? —¿Tú mataste a mi gata?

Sabía lo que se sentía el amar a un gato, si a mí me hubiese pasado eso con Medianoche no me hubiese dado tiempo a preguntarle nada, hubiese saltado a su cuello sin siquiera pensármelo. Filch parecía estar a punto de hacerlo, pero se lo impidieron a tiempo.

—¡Argus! —Se oyó gritar al director Dumbledore, el resto de profesores iban tras él.

Dumbledore se acercó al cuerpo de la señora Norris y la desenganchó de la lámpara de la que colgaba.

—Ven conmigo Argus. Vosotros también, Potter, Weasley y Granger. —Les dijo a los cuatro implicados.

—¡Ella también estaba! ¡Llegó antes! —¿Es que esa estúpida de Pansy era incapaz de cerrar la boca? Todas las miras se dirigieron a mí.

—Yo... —Dumbledore no me permitió acabar.

—Ven tú también entonces, Potter.

—Mi despacho es el más cercano. —Dijo Lockhart. Dumbledore asintió y él, Snape, McGonagall, Lockhart, Filch, Ron, Hermione, Harry y yo fuimos al despacho de Gilderoy Lockhart.

Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora