Solo tú y yo (Draco Malfoy) [Parte 2]

Celos-20

Iba sumergida en mis pensamientos cuando me fijé en algo muy extraño. Era un montón de arañas saliendo por una de las ventanas, como si tratasen de huir de algo.

No les presté más atención, pero era extraño que actuasen así.

—Pero si es nuestra Jane favorita. —Oí decir a dos voces detrás de mi acercándose. Las podría haber reconocido en cualquier lugar.

—Hola. —Saludé a Fred y George.

—Vale, ¿qué pasa? —Dijo Fred. Ambos parecían preocupados.

—No nos has dicho que nos callemos, ni que no te llamemos así, tampoco has puesto los ojos en blanco. —Aclaró George. ¿Cómo es que me podían haber conocido tanto?

—No es nada importante. —Dije avanzando hacia la dirección contraria en la que estaban ellos, obviamente me siguieron.

—Jane, puedes contárnoslo. —Insistió George.

—Necesitas unos hermanos mayores. ¿Y quién mejor que George y yo?

—¿Es por Malfoy? —Siguió insistiendo George.

—Si te ha hecho algo tenemos polvos pica-pica que harán que se esté rascando hasta que acabe el curso. —Me informó Fred susurrando, como si estuviesen prohibidos, viniendo de ellos no me sorprendería que tuviesen artículos de broma prohibidos.

—Es por todo. —Dije. —La inscripción, la Cámara de los Secretos, las sospechas de que somos los herederos de Slytherin, Pansy Parkinson, es por todo.

—¿Y esa qué ha hecho ahora?

—Ella y Draco llevan todo el día juntos. Se han sentado juntos en todas las clases y han estado hablando todo el día.  —Fred y George se miraron divertidos. —No lo digáis. —Les pedí. Ellos hicieron como si sus bocas fuesen cremalleras y las cerrasen.

—Deberías pasar de ellos, Jane. —Me dijo George.

—¿Para qué estar mal por un Malfoy cuando te lo puedes pasar genial con dos Weasley? —Dijo Fred dándome un codazo amistoso.

—Ya no es solo ellos. Todos piensan que Harry y yo somos los herederos de Slytherin.

—¿Lo sois? —Me preguntaron ambos. Los miré sorprendida por su pregunta.

—No. Claro que no.

—Pues ya está. —Dijo Fred haciendo un gesto para restarle importancia.

—Deja de preocuparte por lo que crean los demás. —Me aconsejó George. —Muchos piensan que las bromas que hacemos Fred y yo son molestas, pero nosotros las encontramos excitantemente divertidas. —Dijo guiñándome un ojo.

—Pequeñas obras de arte incomprendidas. —Se quejó Fred. —Con el problema de Slytherin no sé, pero si Malfoy se pasa de la raya contigo avísanos. Tenemos varios tintes de pelo para cambiárselos por el champú. —Me susurró con una sonrisa traviesa.

—Te dejaremos elegir color. —Me dice George con la misma sonrisa traviesa de su hermano. Era bonito sentir que se preocupaban por mí.

—Gracias. —Fue más honesto de lo que esperaba. Entendieron la razón por la que estaba agradecida con ellos y me dedicaron dos sonrisas satisfechas.

—Siempre te queda Wood. —Añadió Fred.

—Sí. Si él pasa mucho rato con Parkinson, pasa tú mucho rato con Wood. —Dijo George.

—Me ha invitado a pasar las vacaciones con él... —Les dije con una sonrisa juguetona. Esa era información que ellos no tenían y parecían entusiasmados con la idea.