New York & You | FreenBecky

Matrimonio Feliz

POV Freen:

La vi irse en su Lamborghini rojo, tan típico como suena para una mujer de su altura, odio poner etiquetas a la gente y catalogala, pero esta mujer solo demostraba excelencia y calidad en su hablar y en su andar, no se podía esperar nada mediocre de ella, era inteligente y así mismo el tamaño de tu belleza.

Me quede mirando su lejanía hasta que dio la vuelta a la esquina, como si quisiera ir tras ella y preguntarle porque me hace sentir tanta paz y al mismo tiempo tantas nauseas.

Nam: ¿Nos vamos Freen?, la limosina llego por nosotros.

-Si. -Subí un pie y luego el otro a la limosina, la verdad es que yo no quería seguir usando los medios de transporte de mi ex-esposo, porque me hacía sentir todavía que era de su maldita propiedad, así como me hacía sentir los últimos 3 años de mi vida, siempre a su sombra, pero no tenía otra opción mas que aceptar sus cuidados, desde que fui reconocida como su esposa por medio Nueva York, prefiero esto, después de saber en los negocios que esta metido, es mejor cuidarse.

Llegamos a casa y me dejaron justo enfrente de mi departamento, estaba un poco lluviosa la noche,  asi que senti el frio de la ciudad en mi piel y pronto corri a mi puerta para entrar, ellos me vigilaron hasta que entre y se fueron, de alguna manera me hacen sentir segura.

Llegue y como siempre mi pequeña Molly estaba esperándome ansiosa en la puerta, tenia algunas llamadas perdidas a la casa, me recosté en el sofá a jugar con Molly un momento y disfrutar un ratito de nuestra compañía, luego le di su cena y nos fuimos a la cama, luego suena mi celular y respondo.

-¿Que es lo que quieres Heng? No te basta ya con tenerme vigilada todo el dia.

Heng: Necesito que me hagas un favor mañana.

-¿Que clase de favor quieres ahora? No me puedes dejar en paz, ya nos divorciamos hace 2 años.

Heng: Necesito que el dia de mañana vayas a una conferencia de prensa conmigo, sabes que nadie sabe que nos divorciamos y siguen pensando que eres mi esposa, hazme un favor y apoyame ¿si?

-¿Otra vez? Estoy harta de fingir nuestro matrimonio feliz y no encuentro motivos para ayudarte Heng, dejame en paz.

Heng: Hey!! Entiende que te necesito, necesito ganar esta campaña, prometo que en cuanto gane te dejo en paz, de verdad ayudame, sabes que he hecho cosas importantes por ti, por cierto, hoy hable con Turk Wetter el dueño de la galería más grande de Nueva York, le dije que eras muy buena.

-Dejame en paz, ¿crees que no puedo hacer mis méritos por mi propia cuenta? Eres un imbécil. -Colgué.

Me sentí tan inútil como siempre me hacía sentir Heng, siempre tenía que estar detrás de el, nunca podían decir que yo había hecho algo importante si no era por que el metía sus narices en todos mis asuntos, por eso decidí trabajar en algo que me diera mas retos y me llevara mas lejos para lograr méritos por mi propia cuenta pero al parecer, solamente vivo bajo la sombra de el, que solo me quiere como un trofeo y me utiliza para su beneficio, no soy nadie. -Pensé

Llore  hasta que mis lagrimas cesaron y me quede dormida, solo recuerdo lo mucho que mojaba la almohada y lo infeliz que me hacia sentir el no poder lograr sentirme plena e útil para algo que no fuera ser una muñeca de porcelana, estaba tan hinchada de llorar que lo primero que hice fue meterme a la ducha para relajarme, mi ducha de prolongo por 30 minutos y no quería salir, se me hacia tarde para el trabajo pero, seguramente hoy faltaría por que la limosina de Heng ya estaría esperándome afuera para ir a la estúpida conferencia de prensa de su campaña.

Bajé arreglada y como lo supuse ya me estaban esperando sus guardaespaldas con la puerta abierta de la limosina y como siempre no me pude negar a subir.