New York & You | FreenBecky

Portafolio

POV Freen:

Es una lastima que esta noche no vayas a correrme el labial mi amor, pensaba mientras pintaba mis labios frente al espejo, estaba extrañandola.

Se escucho el timbre de mi puerta, baje las escaleras para salir, no me habia esforzado mucho por ir muy linda, la verdad que entre menos pudiera llamar la atención de Heng mejor, traia un vestido debajo de la rodilla un poco ondulado de color hueso, pero encima un abrigo negro que lo tapaba todo, asi que no habria problemas con el.

Salí y nos fuimos a la cena con el papa de Rebecca, parecía la reunión no iba a ser en el despacho del señor Armstrong, si no en un restaurante privado, asi que era mucho mejor asi podria escuchar todo lo que ellos hablan, despistadamente.

El restaurante estaba cerrado, solo nosotros y otros empresarios ibamos a cenar ahi, Heng llevaba su portafolio en la limusina parecía que iba a cerrar ya el negocio con el señor Armstrong.

Estuvimos cenando, habia algunos personajes importantes en la reunion a los cuales no di importancia obviamente, pero me llamo la atencion una mujer alta de cabello negro, que no dejaba de mirar a nuestra mesa, no supe quien era, pero no quitaba los ojos de Heng, supongo que algo tiene con ella, no sería nada nuevo.

Heng: Bueno señor Armstrong, me da muchísimo gusto verlo, estoy feliz de hacer por fin cerremos este negocio.

-Sin problema, dime. ¿Traes las cláusulas para leerlas?

Heng: Claro que si....levanto el portafolio del suelo, vi la contraseña de reojo y la memorice. 3569.

Saco las cláusulas y se pusieron a leer mientras yo veia el menu para pedir un postre, disimulando no poner atencion a lo que hacian, se acercaron dos fotografos de Heng para tomarnos una foto con el señor Armstrong en la mesa, yo solo me acerce un poco al hombro de Heng para salir en la foto, el me abrazo levemente por la espalda, este era el trabajo que el queria que siguiera haciendo, el de su amada y distinguida esposa Freen Sarocha.

Estuve ignorando" por algunos minutos lo que hablaban, no hablaron muchas cosas importantes, solamente que tenían que apresurarse a hacer las trasferencias a el extrangero (italia) de dinero en euros para poder invertir.

Bueno Heng, ¿donde firmo? -Dijo despues de darle bastantes hojeadas a las calusulas.

Heng: Aqui señor Armstrong.. -Le dio una pluma que saco de su saco de vestir azul.

Yo trate de mirar lo que firmaba pero tenia que disimular un poco mas, asi que no pude mirar mucho, estuve haciendome la boba por un buen rato mientras disfrutaba de un delicioso tiramisú en la mesa, me pasaban a saludar diferentes personas del medio, parecia otra reunión de esas en las que los políticos solo buscan relacionarse con gente de dinero para financiar sus campañas estúpidas.

Estuve memorizando la contraseña de su portafolio por mas de 30 minutos, no la olvidaba, ellos se levantaron y se abrazaron para terminar el negocio, yo solo sonrei fingiendo alegria por ellos, pero seguí en lo mio.. 3569, 3569.. 3569..

Ellos dejaron el maletín en la silla y se fueron porque recibieron una invitación de otras mesas para convivir y tomar una copa.

Heng: Freen, vamos a saludar al señor Firestone. -Me invitó a levantarme de la mesa, yo lo mire con sorpresa.

-Ah sí ya voy, iré a retocar mi maquillaje y ya los acompaño. -Me levanté de la mesa para fingir que me iba pero regresé.

Ellos se fueron juntos palmeandose la espalda por los negocios que habían hecho, sin siquiera voltear atrás, pero yo no había podido detectar nada extraño hasta ahora, aun asi no me iba a quedar con la incertidumbre de saber que firmo, asi que al fingí, ir al baño y ver como caminaban a otra mesa, me senté en la silla a disimular revisar mi bolso por debajo del mantel, me asegure de que no había nadie mirando y tomé el maletín rápidamente, puse la contraseña y el portafolio se abrió en un instante, yo sonreí, la había memorizado bien, lo abrí levemente y saque los papeles, los extendí por debajo de la mesa estirando mi brazo, empecé a tomarles fotos con mi celular, estuve tomando fotografía tras fotografía de cada una de las hojas, 7 para ser exactos, volteaba disimuladamente a mirar si alguien tenía los ojos en mí, en realidad nadie estaba poniendo atención, todo el mundo estaba en lo suyo, termine y guarde las hojas rápidamente, cerré el portafolio y lo deje en su lugar, ya tenía lo que necesitaba.