Tres arañas una historia

Entrenamiento

Esta historia fue creada por un fan de Spider man y por eso el personaje no me pertenece y menos todos los personajes que aparecerán en esta historia, todos los derechos a sus respectivos creadores y muchos respetos a Stan Lee que descanse en paz.

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Peter estaba flotando en un espacio vacío donde la única fuente de luz era una especie de redes que se esparcieron por todo el lugar.

Peter: ¿Qué es este lugar? ¿Acaso estoy muerto?

????: No Peter Parker.

Peter intentaría mirar en dirección de la voz pero su cuerpo no le respondía.

????: No gastes tu energía, solo relájate.

Peter: ¿Dónde estoy?

????: Esa no es la pregunta, si no, ¿Cuando estas?

Peter: ¿A qué te refieres?

????: Entre todas las conexiones de la red de la vida, tú eres un punto singular.

Peter: ¿Punto singular?

????: Si, rompiste el canon de tu mundo pero aun así no hubo cambio alguno.

Peter: Lo que dices no tiene sentido, ¿Que es eso del canon?

????: Es lo que está destinado a pasar, lo que no puede ser cambiado, necesito encontrar una explicación.

La voz misteriosa desaparece, dejando a Peter flotando en la nada sin nada más que hacer que cerrarlos ojos creyendo que no habría manera de escapar de ese lugar, pero de pronto sintió como su cuerpo comenzó a calentarse, al punto que abrió los ojos solo para ver a un hombre bigotón encima de él.

Peter: AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.

Tessai: -Se acerca a la cara de Peter- Que buena reacción, excelente.

Peter: -Le da un puñetazo a Tessai en la cara- ¿QUIÉN DEMONIOS ERES?

Tessai: JEFE, ME DIJO QUE LE AVISARA CUANDO PETER DESPERTARA Y YA DESPERTÓ.

Peter: QUÍTATE DE ENCIMA.

Peter logra lanzar a Tessai por la ventana solo para darse cuenta que estaba en una habitación con estilo japonés y que su cuerpo estaba vendado.

Peter: Espera, no estoy muerto y esta no es mi casa.

En eso la puerta de la habitación es abierta por Teresa quien al ver a su hermano despierto solo lo abrazaría con algo de fuerza, causándole leves quejidos de dolor.

Peter: Teresa, duele.

Teresa: Eres un idiota, no se que haremos contigo.

Peter: -Abraza a su hermana- Perdon Teresa, supongo que siempre me meto en problemas.

Teresa: En verdad no tienes remedio.

Peter: Por cierto, ¿En dónde estamos?

Urahara: En mi humilde tienda.

Peter se levantó del futón donde estuvo acostado a ver como Urahara entraba a la habitación, con un abanico en mano y una sonrisa que le daba escalofríos.

Peter: Tu, tu eres el sombrerero loco de aquella vez.

Urahara: Peter, no deberías moverte, fue muy difícil sanarte y sujetarte, si te mueves mucho podrías morir.

Peter: -Moviendo su brazo derecho en círculos- No me digas.

Teresa: El señor Urahara fue quien te salvó la vida, de hecho apareció justo cuando te desmayaste por la pérdida de sangre.