El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].

En tu ausencia.

[Henrick]
Se ha ido Damian, le pregunté a sus abuelos a dónde ya que quería visitarlo, solo respondió su abuelo hiena diciendo que a cumplir el sueño de una persona, ¿qué podrá ser y quién? No tuve tiempo para hablar mucho... por más que intento estar unido a Damian parece que cada vez estamos más distantes.

Creo que no es motivo para que me rinda, de momento solo voy a tener una pequeña salida con Samir, habló conmigo hace un momento así que supongo que estará bien.

Cuando llega al lugar donde me estoy quedando lo recibo con un abrazo, Luis también lo saluda muy feliz:
— Que bueno que volviste, me gustó mucho jugar con él cuando me estaba cuidando.

Vaya, eso es raro, de normal no suele aceptar a alguien de esa forma y nunca me lo había dicho:
— Me alegro que se hayan llevado tan bien, pasa, Samir, es un gusto que hayas venido.

Tiene algo en sus manos, una caja:
— También me da gusto verlos, traje un pastel, espero les guste, lo hice yo mismo.

Vaya, no sabía que Samir hacía repostería:
— Muchas gracias, tal vez los tres podamos...

Luis me interrumpe jalando de mi camisa:
— Henrick, vamos a comer ahora, recuerda que en un rato me vas a llevar con mis amigos.

Cierto, le prometí que le dejaría quedarse con ellos por lo triste que se puso cuando dejamos la casa de los abuelos de Damian:
— No deberías de pedir las cosas así, pero... ¿te molestaría, Samir?

Sonríe:
— Claro que no, para eso lo traje, podemos comer los tres si quieres.

Es muy amable:
— Vayamos a la mesa, veré su tengo algo para que tomemos mientras lo comemos.

Estando en la mesa me ayuda a cortar los pedazos mientras que yo les sirvo algo para tomar. Es una linda escena estando los tres aquí, eso me deja pensando muchas cosas.

Después de un momento terminamos, lavo los platos para ir a dejar a Luis:
— ¿Te gustaría ir con nosotros?

Asiente con la cabeza:
— Por supuesto, estaré encantado.

Mientras estamos de camino, noto la facilidad con la que mi hermano le permite que esté a mi lado, no puedo evitar ver al perrito de pelaje blanco y machas cafés, es tan diferente a Damian, pero no precisamente creo que es malo.

Me saca de mis pensamientos escuchar a Luis:
— Henrick, ¿dejaste a Damian por Samir?

Puedo notar que él se pone incómodo por su comentario:
— No seas grosero, yo... no lo sé, sigo pensando en eso. Igual pide una disculpa.

Lo hace, Samir se pone más tranquilo:
— Está bien, supongo que tengo la culpa.

Tomo su mano, nervioso la toma:
— Por cierto, ¿cómo sigues de tu brazo?

Se me había olvidado por un momento:
— Bueno, me estoy acostumbrando a hacer las cosas con un brazo, pero por ahora me siento bien, solo es difícil mantenerme quieto por la noche, un mal movimiento lástima.

Se aferra a mi brazo:
— Entiendo, me imagino lo difícil que debe de ser. Me gustaría volver a tu casa a ayudarte con algunas cosas, la salida puede esperar.

No me gustaría:
— No, me sentiría mal por eso, mejor vamos a salir.

Baja sus orejas:
— Pero mira tu brazo, fue egoísta pedirte salir, mejor vamos a ayudarte con lo que necesitas.

Tampoco quiero verlo así:
— ¿Estás seguro?

Se anima al responder:
— ¡Sí! Eso me haría muy feliz.