Un gran riesgo.

79 16 3
                                    

[Henrick]
Me preocupa la manera tan extraña que se ha comportado Damian desde que regresé de la enfermería, trata de evadirme, su mirada se desvía a otro lado sin verme a los ojos, hace como si no le estuviera hablando, algo pasó y quiero que me diga que fue.

Ya que mañana será sábado quiero ver a Damian para ayudarlo en lo que necesite, la enfermera dijo que tenía que descansar lo más que pueda y de la mejor manera así que esa será mi misión.

Damian entra, lo saludo e incluso Dustin lo hace, pero se va a sentar como si nada hubiera pasado. Esto no me está gustando para nada, no es normal que haga eso.

El oso me lleva hacia afuera:
— Henrick, primero que nada, quiero decirte perdón también por haberme alejado de ti y de la manera en que llegué a pensar sobre Damian, segundo, ¿qué es lo que le sucede? Se nota muy decaído e incluso no está hablando ni contigo.

Suspiro profundo:
— Bueno, todo queda olvidado, me alegro que ya no haya problemas entre nosotros. Sobre Damian... también yo quisiera saber que está sucediendo, todo estaba bien entre nosotros, de pronto es que se alejo de esa manera, estoy seguro que tiene que ver con Kaleb.

Se asoma a ver al tigre por un segundo:
— ¿Crees que en verdad hace todo lo que el novio les dice?

Niego con la cabeza:
— No es eso para nada, él lo está dominando de tal manera que siente miedo. Aunque me dijo que lo iba a terminar estoy seguro que eso no ha sucedido y es por el miedo que le tiene.

Eso le hace molestar:
— Debemos de hacer algo al respecto, no podemos dejar que algo serio le pase.

Tengo que pensar, ¿cómo podemos ayudarle? Tengo una idea, espero que Damian esté de acuerdo:
— Vamos adentro, te explicaré lo que haremos luego, primero tengo que convencerlo de algo.

Entramos, el se sienta con Katy mientras que yo me dirijo a sentarme con Damian a lo cual se retira lo más que puede en su asiento:
— Damian, no puedes evadirme toda la vida, tienes que decirme qué pasó.

Tiene una mirada triste, casi vacía, como si sus ojos ya no reflejaran la luz que había antes en él:
— No pasa nada, solo es...

Lo interrumpo:
— No me puedes decir que no pasa nada cuando te ves mal. Bueno, al menos veo que tomaste tu pastilla.

Desvía la mirada:
— Bueno, hoy no vendrá Kaleb, está preparando cosas para... no quiero... no quiero...

Empieza a llorar, lo abrazo para consolarlo:
— Quiero ayudarte, pero déjame saber qué es lo que sucede para poder hacerlo.

Se aferra a mí soltando el llanto:
— Kaleb me tiene amenazado, quise terminarlo, pero no pude hacerlo... Tampoco quería molestarte porque no mereces que solo te de problemas.

Lo acaricio poniéndolo más cerca de mí:
— No me das problemas, yo quiero ayudarte con todo cuanto sea posible. En cuanto al coyote, no tiene derecho alguno sobre ti, ¿qué fue lo que te dijo?

Saca su celular:
— Esto es lo que sucedió.

Me pongo a leer sus mensajes, esto es imperdonable, me lleno de rabia al ver que es capaz de estas cosas:
— Ese desgraciado las va a pagar caro.

Se aferra de nuevo a mí:
— No, por favor, no te metas en problemas, no sabemos de lo que es capaz.

Entiendo por qué tiene miedo de salir lastimado, lo está amenazando, de esta manera:
— Damian, yo sé que es difícil para ti, pero debes de tratar de calmarte, déjame tu celular, tengo un plan para sacarte de esa situación. Te aseguro que todo va a estar bien, solo tienes que confiar en mí, ¿puedes hacerlo?

Me lo dejo y se tranquiliza un poco:
— Sé que puedo contar contigo... perdona por ser una carga.

Le sonrío dando un beso en su cabeza:
— Para mí nunca serás una carga, creo que no has entendido que te amo, haría todo por ti con todo gusto. Ahora solo queda hacer algo, tú mantente tranquilo, y dime, ¿cuál es la razón de que no haya asistido Kaleb?

Se separa un poco de mí:
— Dice que no quiere dejar pasar mi temporada de celo, quiere aprovechar antes de que se termine y está preparando cosas para tener relaciones.

Si lo tuviera enfrente lo estaría golpeando hasta que ya no pudiera más, no voy a dejar que se aproveche de Damian:
— ¿Te quiere llevar a algún lado?

Se nota desanimado:
— No, solo me dijo que pasaría por mí a la hora de la salida, después me llevará a un lugar para tener sexo conmigo, dijo que no me importaba donde sería, que de cualquier manera tendría que hacer todo lo que el diga.

Vaya que ese hombre, si es que se le puede llamar así, no tiene límites para hacer sus bajezas:
— Descuida, te seguiré de cerca, no dejaré que nada te pase.

Me mira a los ojos aún con los suyos estando llorosos:
— Henrick... nunca sabré cómo pagar todo lo que haces por mí, eres... eres alguien único, te amo.

Esas palabras me llenan de cierta emoción, de pronto se escucha la voz de un maestro:
— Joven, deje de barrer el suelo con su cola, vamos a empezar.

Se escuchan algunas pequeñas risas, al parecer estaba agitando mi cola sin darme cuenta, pero no importa, fue por Damian que lo hacía.

[Damian]
Henrick es muy dulce, solo por escuchar que lo amo actuó de esa manera, él es alguien que aprecio mucho, tiene un lugar muy especial en mi corazón.

Llegamos a la hora del descanso, el cual paso solo porque justo a esta hora se fue a la dirección a hablar algunos asuntos, parece que se va a retirar, se ha llevado mi celular.

No me dijo nada de lo que había planeado, pero yo confío plenamente en que él hará lo mejor para sacarme de la terrible prisión del supuesto amor de Kaleb.

Yo pongo mucha atención en las clases para después ayudarle a Henrick, es lo mínimo que puedo hacer mientras él hace movimientos afuera, me gustaría saber que está tramando.

Cada vez me siento más nervioso, la hora de la salida llega, justo a tiempo se me está pasando el efecto de la pastilla, de lo contrario sería golpeado por el coyote.

Una vez afuera puedo verlo, me da miedo, se acerca a mí con una sonrisa maliciosa:
— Al fin ha llegado la hora, me encanta ese aroma. Te haré pasar el mejor momento de tu vida, no querrás que pare.

Yo ya quiero detener todo esto:
— Como tu digas, amor.

Me cierra el hocico con sus manos:
— Silencio, no tienes permiso de hablar hasta que yo lo decida, y desde este momento soy tu amo, ¿entendido?

Solo asiento con miedo, me aterra que algo malo pueda pasar. Solo lo sigo hasta su auto, se apresura a querer llegar al lugar donde quiere que todo esto suceda.

En el transcurso del camino me empieza a tocar el cuerpo por debajo de mi camisa, intento detenerlo, pero no me deja, es más fuerte que yo:
— Deja de resistirte tanto, ¿no ves que vas a rasgar tu ropa? Oh, al menos que... eso sea lo que quieres. Debe ser que en verdad quieres que te trate rudo, todo este tiempo solo dabas la apariencia para creerte decente, pero en este momento no puedes evitar sentir el deseo, ya entendí.

Es muy malo para esto, aunque espero que no llegue a tocarme absolutamente nada cuando estemos a solas en la habitación en que vayamos a estar.

Parece que llegamos a un lugar, un motel, ¿en serio esta fue su grandiosa idea? Le dan la entrada sin problema, al estacionarse se nota que apenas se puede contener dándome prisa para que lleguemos a la habitación.

Una vez que estamos dentro me da mucho miedo ver que ha preparado el lugar con varios "juguetes".

Cierra la puerta de golpe, rápido toma una tabla dando suaves golpes en su palma:
— Esto es para ti, te haré sentir el verdadero placer.

Se sienta y da palmadas en sus piernas:
— Ponte aquí bocabajo.

Henrick, lo que sea que estés haciendo, no tardes tanto, no creí que fuera a querer algo así desde el inicio. Aún podía soportar si solo me tocaba un poco, pero pasará a darme golpes y de seguro querrá utilizar todo lo que hay aquí, no es como imaginaba mi primera vez.

No llegues tarde, te lo ruego.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora