[Zeus]
Ya han pasado algunos días desde que Damian fue a prisión junto a Olaf, al menos no están en la misma celda, aún así me es difícil tenerlo lejos de mí, estoy entendiendo lo complicado que pudo ser para él cuidar de Damus mientras yo no estaba.A nuestro hijo tuve que llevarlo al pediatra, ese maldito zorro lo expuso al frío y con lo mucho que estuvo llorando trajo algunos problemas de salud, ya se encuentra más estable, pero me sigue preocupando que no esté del todo bien. Por suerte han llegado algunas personas diciendo ser los abuelos de Damian, estaba algo escéptico sobre eso, más los cuidados que han tenido con Damus y la atención que le dan a mi tigrecito me hicieron sentir que era verdad.
En este momento los señores están cuidando de mi hijo, voy a hablar de nuevo con los oficiales, se acerca la navidad y no me gustaría pasarla sin él a mi lado, tengo que hacer entrarnos en razón para evitar algo que no merece.
[Damian]
Nunca pensé que pasaría estos días aquí dentro, creí que más bien estaría preparando algunos asuntos para festejar con mi familia. Al menos si no pudiera salir me gustaría hacer una reunión con Henrick y su familia, así como Romeo con la suya, sin olvidarme de Alex o mis abuelos, claro que Zeus no necesita invitación porque ya estamos viviendo juntos, pero al parecer estaré aquí encerrado para ese día.Trato de mantenerme positivo pensando cosas buenas, por ejemplo, tendré más navidades para celebrar, nuestro pequeño Damus estará creciendo al lado del hijo de Henrick y la hija de Romeo, si algún día Alex llega a tener un bebé le enseñaré a Damus a quererlo y respetarlo también.
Uno de los oficiales toca a la celda:
— Damian, vienen por ti.
— Muy amable, es agradable salir un momento.
— No sé cómo alguien como tú puede estar aquí, ¿en serio estabas en medio de una pelea?
— Fue más en defensa propia, todos tenemos un límite, cuando se meten con tu familia... serías capaz de todo, ¿no es así?Me lleva a con otro oficial, Zeus está discutiendo:
— Exijo que liberen a Damian, sé que no es manera de pedirlo, pero tampoco fue muy justo que estuviera aquí.
— Le pido que se tranquilice, podrá salir pronto, con un pequeño acuerdo.Yo me acerco abrazando a Zeus aferrandome con fuerza:
— Que bueno que has venido, ¿dónde está Damus? ¿Cómo sigue?Me toma entre sus brazos dándome suaves caricias:
— Está en casa con tus abuelos un poco mejo, espero no estar cometiendo un error.
— Es un alivio, y sí, ellos son mis abuelos, me han dicho que están contigo y con Damus.Eso lo tranquiliza:
— Ya no quiero ponerlos en riesgo, y solo quiero sacarte de aquí, tus abuelos me dijeron que querías salir con tu familia para navidad.El oficial interviene:
— No puede salir de la ciudad, él puede salir hoy mismo con unos trámites, pero el acuerdo es que estará realizando servicio comunitario en ciertas horas, teniendo esto en cuenta tendrá un dispositivo para asegurar que no saldrá de la ciudad.Es una noticia tanto buena como mala:
— Está bien, lo acepto... me gustaría haber podido ver a mis padres, pero aún puedo estar con más familia, no todo está perdido.Zeus me suelta para ponerse frente al oficial:
— Por favor, tal vez no haya dado la mejor impresión al llegar, pero debe de dejarlo en libertad total, ¿qué hubiera hecho usted si la vida de su hijo corriera peligro?
— Escuche señor, lo entiendo, bajo la misma situación y con el buen comportamiento que ha mostrado es que se pudo llegar al acuerdo, debió dejar que las autoridades se encargaran si es que ya había llamado a los que se encontraban en trabajando en el caso.Este es el castigo que debo tomar por mis acciones:
— Es mi culpa, lo acepto, y aún así si fuera necesario lo volvería a hacer. Podrán meterse conmigo más nunca voy a permitir que se metan con alguien a quien amo. Hay veces que no podemos quedarnos de brazos cruzados, esta fue una de esas ocasiones. Le pido una gran disculpa por mi mal comportamiento, no sabía en cuánto tiempo llegarían, no podía tampoco dejar Olaf se pudiera escapar, hice lo que tuve que hacer.El oficial me mira de manera detenida:
— ¿Por qué aceptas este castigo? Incluso me empieza a parecer muy injusto e ilógico que estés en esta situación, deberías de estar al lado de quienes amas, se notan que también te aman pues han venido varias personas preguntando por ti, solo que no ha todos se les ha podido dar accedo, un lobo, un puma, un tigre algo diferente, los señores mayores, tu pareja.Sonrío leve:
— No podría explicar la razón, solo no quiero causar más daño, asumiendo esta responsabilidad le enseñará a mi corazón a no corromperse de alguna manera.
— No eres alguien común, nadie soporta estar en este lugar aún siendo culpables, en fin, ¿qué les parece si vamos a revisar lo que necesitan para su libertad condicional?Ambos vamos detrás del oficial, Zeus toma mi mano:
— No logro entenderte, pero no por eso dejo de admirarte. ¿Sabes qué es lo mejor? Que hoy podremos dormir juntos, te alegrará saber que mejoré la seguridad de la casa, así no tendrás que perder el sueño porque algo malo vuelva a pasar, y si algo sucede yo te voy a proteger. Solo te pido una cosa, no te vuelvas a poner en riesgo, te necesito.Me aferro a su brazo:
— Te juro que seré más sensato, pero eso no significa que deje de darlo todo por ustedes, ya quiero llegar a casa, hay muchas cosas que me gustaría hacer, pero antes que nada quiero cargar a Damus, estar juntos, se siente terrible no tenerlo cerca, aunque es mejor tenerlo lejos sabiendo que está bien a pensar que podría estar pasando por peligros.Arreglando los detalles para poder salir de aquí me dan un calendario de actividades, en el puedo visualizar días atareados, no me darán mucho tiempo de hacer otras cosas al día, sol actividades que ayudan a la comunidad, pero aún así no hay mucho descanso.
Uno de los días que llaman mi atención es en especial la fecha que esperaba:
— Disculpe, aquí dice que estaré ocupado en navidad, ¿no hay manera de poder cambiar esto aunque sea al día siguiente? Verá, es la primera navidad de mí...Este oficial parece ser más rudo:
— No hay cambios, si quieres salir de aquí es lo que hay, sin peros, deberías de estar agradecido con la oportunidad que se te dio, ahora ve a arreglar tus cosas antes de que me arrepienta. Por cierto, ni se te ocurra faltar a ningún evento, habrá diferentes policías de turno dando seguimiento a que cumplas con un total de horas requerido.Bajo mi rostro pues no tengo muchos ánimos:
— Está bien, de cualquier manera le agradezco, voy a estar presente en cada ocasión.Tomo mis cosas sin decir nada, Zeus quiere tratar de hablar sobre el tema, pero pienso que es mejor una vez que estemos fuera pues podría molestarse y meterse en problemas.
Antes de salir me ponen una tobillera con rastreador con la cual me podran localizar en caso de que ibetente huir. Una vez afuera Zeus me detiene tomándome de los hombros:
— Debemos regresar, no puedes solo dejarte vencer por la decisión que alguien ha tomado, te estaré apoyando, solo déjame...Lo interrumpo empezando a caminar tomando su mano:
— Debes dejarlo así, no es lo que me gustaría, para nada me parece justo, créeme que en ese momento quise gritar, llorar, no es la manera en que esperaba estar afuera, también tengo un objeto con el que me estarán vigilando, pero fue una decisión que tomé.Zeus baja sus orejas y su rostro:
— Solo te he traído problemas, has tratado de protegerme, de darme todo tu amor y solo logro hacerte más daño, no he podido aportar algo de paz a tu vida desde que desperté de aquel accidente, eso me hace pensar.El tono de su voz me preocupa, esto es muy serio:
— ¿Qué es lo que te hace pensar? Deberías de estar bien solo con el hecho de tenernos uno al otro, al fin volvimos a ser novios, vivimos juntos, tenemos un hijo, todo va a estar bien mientras estemos juntos.Sin mirarme a los ojos menciona desanimado:
— Ustedes son maravillosos, eres alguien genial, creo que te mereces a alguien mejor que yo... jamas podré estar a tu altura... deberíamos de... separarnos.
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El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].
RomansaHarper ha pasado por grandes aventuras dejando un gran legado, ahora es el turno de Damian, su nieto, para vivir su propia historia. El tigre omega de diecisiete años creyó que su vida no tendría algo fuera de lo normal dudando incluso de su propósi...