Fantasía.

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[¿?]
Una mañana como cualquier otra, al menos descansaré durante año nuevo, solo un poco más, mientras tanto voy a esperar en este lugar trabajando duro, tampoco es como que tenga a otros lados a donde ir cuando mi vida es tan aburrida en esta cafetería. Este es el único momento donde no estoy solo, pues al llegar a casa sé que no me espera nadie, pero es mejor para mí ya que aquí me tienen trabajando sin parar, cuando el repartidor no llega tengo que hacerme cargo, así como la limpieza, los trastes sucios, atención al cliente, y lo que sea que se le venga a la mente a mi jefe que es un San bernardo ya algo mayor.

Lo único bueno que ha pasado últimamente es observar a un canguro alfa que, por su uniforme, se nota que es bombero. He soñado despierto con él desde que empezó a pasar por aquí cada mañana, pero soy muy tonto pensando en todo eso, aunque nunca lo he visto con alguien estoy seguro que aún estando soltero nunca me vería y menos sería capaz de prestarme su atención.

He tenido la mala suerte que siempre al interesarme por alguien o tiene pareja, no le gustan los omega, o solo no soy su tipo. Recuerdo la última vez que tuve pareja, yo estaba muy feliz, ya íbamos a cumplir un año de novios y justo cuando pensé en dar el siguiente paso me dijo que ya no sentía nada por mí, llevaba tiempo pensando en terminar conmigo porque ya no sentía la misma conexión más no sabía cómo decírmelo viendo que yo era tan feliz a su lado.

Solo perdí mi tiempo a su lado, pues antes de terminar conmigo ya estaba saliendo con una chica alfa, de verdad estuve deprimido durante un tiempo, pero sigo aquí, no es el fin del mundo que haya sucedido, es solo que no deja de doler no sentirse capaz de hacer feliz a alguien.

No soy gran cosa, solo puedo decir que soy un oso omega de veintiseis años, mi nombre es Basil, vivo solo y no tengo vida social, que simple suena.

Me saca de mis pensamientos la voz de mi jefe como siempre no estando contento con verme trabajar en una cosa:
— Basil, han llegado clientes, ve a atenderlos.

Apurado trato de lavar algunas tazas:
— Deme un segundo señor, estoy terminado de...
— No voy a esperar nada, vas a atenderlos y luego regresas a terminar.
— S-sí, señor.

Me seco las manos para tomar algo al momento de me digan sus ordenes, también llevo algunos menús por si acaso, a veces prefieren verlo de esta manera.

Llego apurado con ellos pues sé que si me tardo mucho solo se van a acumular las cosas para lavar:
— Buenos días, sean bienvenidos, ¿les puedo ofrecer el menú para que... pue...dan... pedir?

Es el canguro, viene con algunos compañeros de trabajo, él tiene una linda sonrisa:
— ¿Te encuentras bien?

Río de manera nerviosa y agito un poco la cabeza:
— N-no, quiero decir... s-sí, todo en orden, ¿deseas... desean algo?

Uno de sus compañeros responde:
— De hecho, nos gustaría ver el menú, a menos que tengas una recomendación sobre los postres y café que tienen, o si tienen más alternativas, me han dicho que todo aquí está muy rico, ¿es eso cierto?

Desvío la mirada pues me había quedado observando al canguro:
— Bu-bueno, eso depende de casa gusto, a algunas les gusta frío, a otros caliente, puede ser cargado o dulce, los postres también son diferentes, no los conozco... quiero decir, no conozco sus gustos, pero eso es mejor que elijan.

Les doy a cada uno un menú para que lo puedan revisar, el canguro lo toma observando de manera atenta:
— Gracias, ¿puedes esperar un momento? No tardaremos mucho en elegir, tenemos el tiempo contado.
— P-por supuesto, aquí estoy para ti... para ustedes.

Tal como dijo no tarda en mucho tiempo en pedir cada uno lo que quieren, yo solo tomo las órdenes y vuelvo tan pronto como puedo dejando la orden en la ventanilla de la cocina para que le preparen lo que piden, pero el jefe al verme me detiene:
— ¿A dónde crees que vas?
— Voy a continuar lavando los trates, señor, cuando estén listas las cosas puedo detenerme para entregarles y después a hacerles la cuenta.
— ¿Cuándo decidiste eso? Vas a darle el servicio completo, prepara las cosas, les das su pedido, te quedas atento a recoger todo y luego de cobrar la cuenta vas a lavar los platos, ¿entendido?
— Sí... señor.

Me pondría triste por eso, pero me voy a esforzar por ese canguro, tal vez si lo puedo impresionar llegue a notarme, aunque sea una pequeña oportunidad quisiera tener.

Imagino que podríamos ser una gran pareja, se nota la amabilidad y que es una buena persona. El simple hecho de ser bombero ya dice mucho de sus principios, arriesgar su vida por los demás si es necesario, es un héroe y yo... solo soy un trabajador explotado por el mismo sueldo de siempre... no sé qué estoy pensando.

Solo quiero soñar un poco con los ojos abiertos, pensar que es posible, al fin tener algo bueno en mi vida, llegar lejos con ese hombre y hacer la vida que siempre quise.

Al tener todo listo voy a llevarles sus ordenes, ya que son cuatro personas tengo las manos de las bandejas algo ocupadas. Estuve a punto de tirar todo, pero pude evitarlo por suerte, me hubieran descontado la más mínima gota derramada.

Bajo con cuidado las bandejas para darles lo que pidieron, mientras trato de acomodar las cosas escucho a uno de sus amigos:
— Me da gusto que hayas recuperado la memoria, así pudiste regresar con Damian, ¿qué se siente ser el novio de alguien con tanto poder? Sabemos que él es el dueño actual de una cadena de restaurantes, debe de llenarte de lujos de seguro.

Eso rompe mi corazón en silencio, creo que fue muy tonto de mi parte pensar en cosas que fe por si ya eran difíciles de suceder. Siendo el novio de alguien así no creo que pueda hacerle frente, pero me sorprende escuchar su respuesta:
— Eso es lo de menos, Damian nunca ha sido alguien que le guste estar rodeado de tantas cosas materiales. He de decir que lo amo por quien es y no por lo que tiene, es tan atento, cariñoso, me demuestra su amor cada día, él es mi mundo, no quiero fallarle.

Esbozo una pequeña sonrisa mientras termino de poner las cosas, luego solo tomo las bandejas para llevarlas a la cocina.

Al menos está teniendo una buena vida, ojalá yo pudiera tener a alguien que me mirara de esa forma, con tanto amor, aún sin estar presente habla muy bien de su pareja, y es bueno que lo traten también de esa manera, con amor en vez de algo material, debe ser amor de verdad.

Tal vez solo sea yo quien ha tenido mala suerte, deben de haber muchas parejas con vidas perfectas, mientras tanto yo estoy destinado a quedarme solo, trabajando para un viejo perro malagradecido que lo único que quiere es que trabajemos sin descanso por su codicia.

Espero que algún día me encuentre con alguien que cambie mi vida, que sea como en esas historias donde se encuentran, se enamoran y son felices para siempre.

Incluso para mí suena algo absurdo, no hay nadie que sea capaz de hacer eso, solo estoy soñando al respecto, nadie va a llegar a mis brazos como si nada, y afuera solo hay personas que no quieren para nada relacionarse conmigo, puede que tampoco yo quiera estar con ellos después de todo, porque... cuando estás solo... nadie te puede lastimar.

No me importaría si estuviera con un alfa diferente, o con otro omega, solo quiero sentirme como lo hacía antes, esa época donde fui engañado. No es el mejor ejemplo, pero es el tiempo en el que sonreía como nunca, olvidándome de los problemas, dando todo día con día porque al final del día había alguien que me decía "te amo", eso me bastaba para sentirme completo.

Ahora solo siento el vacío, llorando por las noches esperando lo que no llegará, lo más triste fue ver a esa persona pasar frente a mí tomado de la mano tan feliz con alguien más. Nunca me hice falta, solo fui un momento para él, mientras era todo para mí.

Bueno, no voy a terminar lamentándome, tengo que seguir.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora