El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].

Quiero intentar.

[Damian]
El día de ayer ya no supe nada más respecto a Henrick, supuse que la pasó bien con Samir así que ya no interrumpí más sobre cualquier cosa que pudieran estar hablando o haciendo. Luis se quedó con nosotros, está preocupado por su hermano, pero es lógico, básicamente Henrick a sido como un padre para él, más temprano llevaron a que lo viera y se quedó en una guardería cerca del lugar, no quiere alejarse mucho de él.

No puedo evitar que duela, pero al menos creo que puedo dejarlo vivir su vida con quien quiera. Después de verlo en ese estado creo que me importa más su bienestar y su felicidad más que nada en el mundo.

Quiero pelear una vez más, darlo todo para que nadie ocupe mi lugar, pero no puedo dejar de pensar en que tal vez ya no lo haga feliz.

Mi celular suena, me sorprende ver que es mi padre Bruce, no dudo en responder:
— Ho-hola, padre.

Escucho su voz:
— Hijo, te extraños, no podemos esperar a que vuelvas. Ahora mismo estoy en el trabajo así que tal vez no dure mucho la llamada, ¿cómo estás mi niño?

Puedo sonreír vagamente al recordar el amor de mis padres:
— Estoy bien... espero que también papá Blake, mi hermanita, y tú estén bien.

No suena convencido:
— ¿Estás seguro de estar bien? Te noto algo desanimado, ¿qué sucede?

Sería duro que se enterara justo ahora de todo lo que ha pasado:
— Nada, es solo que me siento cansado, pero todo está bien, no te preocupes.

Se escucha que alguien le está hablando:
— De acuerdo, espero que puedas descansar, te amo mucho hijo, hablamos en otra ocasión, cuídate mucho.

Sonrío levemente:
— También te amo, papá.

Saliendo de mi habitación está mi abuelo Harper:
— ¿Podemos hablar un momento?

Espero no haber hecho algo mal, solamente lo sigo:
— ¿De qué quieres hablar, abuelo?

Nos sentamos cómodamente, toma mis manos:
— Quiero que me hables de lo que sientes, suelta todo lo que tengas. Te hace más daño tratar de ocultar la verdad sobre tu situación con Henrick.

Confío plenamente en mis abuelos, supongo que este es el momento de liberarme de todo:
— Siento que no puedo, que todo se salio de control de un momento a otro. Nunca me di cuenta en qué momento Henrick miraba a otro lado, fue soltando mi mano y eso me lastimó. A pesar de todo... no lo quiero perder... yo lo amo, abuelo, de verdad.

Hace una pregunta:
— ¿En verdad lo amas o es costumbre?

Respondo sin pensar ni un solo segundo:
— Lo amo, en verdad es amor. Porque me dolió cuando se fue de aquí, cuando supe que estaba con alguien más, pero más que cualquier otra cosa... no pude con la idea de pensar que Henrick ya no abriría los ojos... fue aterrador, no quiero perderlo, a la vez solo deseo su bienestar y tal vez se encuentre mejor sin mí.

Se acerca para abrazarme, yo me aferro a él:
— Entonces, ¿qué es lo que te impide demostrar ese amor? ¿Por qué dudas? La vida se va sin darnos cuenta como para preocuparnos por pensamientos que podrían resultar no ser ciertos, incluso si las cosas no salen como queremos al menos se puede decir que se intentó. Pasé por muchas cosas antes de casarme con tu abuelo, nosotros también nos íbamos a separar, pero una relación se trabaja, no vivimos de ocultar el orgullo, no competimos por saber quién de los dos es más fuerte, es tener la madurez de admitir que a veces nos equivocamos, tener el valor de conversar cuando algo no nos agrada, pero nunca pelear, siempre escucharnos y respetarnos en todo. Si lo necesitas visitalo ahora, no dejes pasar el tiempo, ¿acaso lo quieres perder de verdad?

Tiene razón, ya no es tiempo de llorar, tengo que hacer algo o Samir me ganará sin importar lo que haga, no debo de renunciar así de fácil cuando está en juego el amor de la persona con quien estaría dispuesto a pasar mi vida entera:
— Gracias, abuelo, iré a decirle todo lo que siento.

Sonríe al verme con más energías:
— Ese es mi nieto, ve por él.

Antes de salir me detiene mi abuelo Enzo:
— Un momento, yo también tengo algo que decirte.

Me detengo para escucharlo:
— Claro, estoy atento a todo.

Toma mi hombro:
— Es obvio que como tu abuelo espero lo mejor para ti, te amo, te vi crecer, eres mi familia, ante cualquier situación estamos para darnos apoyo. Puede que tengas las ilusiones de que todo esto saldrá como lo sueñas, pero su la realidad resulta ser diferente aquí estamos para consolarte. No es que quiera que sientas miedo, solo quiero que sepas que sin importar cuál sea el panorama no vas a estar solo, aquí estamos para darte todo el cariño que podamos, créeme que tu abuelo Harper y yo deseamos tu bienestar día con día con todas nuestras fuerzas. La situación por la que pasas también nos duele, decidimos darte tu espacio, solo que ya no podemos dejar que el tiempo siga pasando, tenías que hacerte saber todo esto.

Me pongo de puntillas para besar su mejilla:
— Lo sé bien, ustedes dos formaron parte importante de mi infancia, no hay nadie igual a ustedes, también los amo, y mucho.

Salgo para poder ir a ver a Henrick, siento una gran emoción de mí, como si nada ni nadie pudiera pararme ahora, estoy más que motivado, mis abuelos son asombrosos.

Cuando llego al hospital me dirigen hacia su habitación, se ve más calmado:
— Hola, ¿cómo está ese lobito lindo?

Me mira confundido:
— ¿Damian? ¿En serio eres tú? Te veo muy animado, ¿sucedió algo?

Camino pata acercarme a sentarme a si lado:
— Lo estoy, solo necesitaba deshagorame y meditar sobre las cosas, más bien, escuchar las palabras correctas. Hay algo que te tengo que decir.

Sonríe y acaricia suave mi mejilla:
— Sabes que me encanta cuando te veo sonreír, también tengo algo que decirte, pero tú primero.

Tomo un respiro, quiero ser libre con él:
— Henrick, te amo, mentiría si dijera que estoy enamorado de ti como lo estaba cuando recién nos hicimos novios, ahora lo estoy más que nunca, quiero hacer lo posible para ser de nuevo yo en tu vida, no quiero renunciar a todo lo que me haces sentir, quiero que mi corazón se acelere cuando tus labios besan los míos y tus cálidas manos acarician mi alma, quiero intentar todo lo posible para estar contigo.

Se mira conmovido, pero a la vez no tiene palabras por un momento:
— Esto solo lo hace más difícil... lo primero es lo más importante, esta misma tarde voy a poder salir de aquí. Lo segundo es lo complicado, es que tomé una decisión.

Siento un mal presentimiento, ¿será que ya eligió a alguien... y no soy yo...?:
— ¿Q-qué es?

Desvía la mirada:
— Ayer estaba aquí con Samir hablando acerca de cómo me siento con los dos, no es sencillo aceptar que los dos me gustan. Es por eso que pensaba... tal vez pueda estar teniendo citas con ambos, no al mismo tiempo claramente, me refiero a salir a veces contigo, otras ocasiones con Samir. Quiero descubrir a quién de los dos amo más, para eso tengo que empezar desde cero con los dos, quiero que me den la oportunidad de enamorarlos y enamorarme de ustedes. Samir no quiere hacerte daño, es por eso que solo accedió con una sola condición, que tú estuvieras de acuerdo con esto, ¿qué dices?

Es increíble que después de todo no piensa en lastimarme, al pensar sobre su propuesta me da miedo que algo pueda salir mal, pero supongo que debo ser seguro de mí mismo, conozco a Henrick desde hace más tiempo, puedo conquistarlo como si fuera la primera vez:
— Muy bien, acepto, pero también quiero poner una condición, que el tiempo que pases con cada uno sea el mismo tiempo. No quiero que pases más tiempo con él o conmigo para que sea justo. Henrick... en verdad quiero intentar todo para que estés a mi lado, aún hay un gran lugar en mi vida que solo espera a que llegues a ocuparlo, no quiero renunciar a ti.

Acerca mi mano para besarla, eso me sonroja, fue algo tierno:
— Y yo pase lo que pase no te quiero lastimar, mucho menos estar lejos de tu vida. No hay nadie igual a ti, eres mi primer amor después de todo, mi primera vez en muchas cosas debo de admitir, por eso eres tan especial, siempre quiero ser parte de tu vida de alguna manera o de otra.

Entiendo que aunque no seamos novios quiere que sigamos juntos, puede que no sea mala idea:
— Así será, lo prometo.