Sin palabras.

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[Damian]
Estoy terminando de poner algunos arreglos, se supone que Henrick salió a dar una vuelta mientras termino, aunque está consciente de la fiesta no tiene porque estar aquí mientras termino todo.

Romeo me está ayudando, es muy lindo por parte de su madre dejarlo estar aquí, de hecho, ambos estábamos con ella antes de empezar, yo quería saber cómo estaba y al parecer solo se esfuerza por estar feliz, me imagino que lo intenta por estar consciente de su destino.

La vida puede ser injusta en ocasiones, me llena de tristeza saber que a una buena mujer le pueda pasar eso, aunque bueno, nadie está excento de eso, por eso todos debemos de aprovechar cada minuto de nuestra vida.

Mientras terminamos, el puma decide iniciar una conversación:
— Damian, tus abuelos son muy agradables, ¿y tus padres?

Estoy sobre una silla tratando de poner un letrero de feliz cumpleaños:
— Ellos están en otra ciudad, como sabes, yo no soy de aquí, pero ellos me apoyan para cumplir mis metas. Los visito cuando tengo vacaciones, aunque cuando regresamos también vamos con los padres de Henrick, nos gusta estar con nuestras familias.

Sonríe:
— Ya veo, es bueno que no tengan problemas para convivir. Por cierto, ¿ya arreglaste las cosas con él?

Me detengo un momento:
— Las cosas siguen un tanto igual, pero ahora al saber que era su fiesta se veía más emocionado, y aunque me gasté gran parte de mis ahorros logré comprar algo que él quería. Estoy seguro que esto va a hacer que las cosas mejores y me pedirá matrimonio... Bueno, tal vez exagero con lo último, pero es lindo soñar.

Se acerca hacia donde estoy:
— Ya te dije que debes de hablar con él de ese asunto, al menos acordar que después de graduarse pueden hacerlo, o si en verdad quiere. Dudo que no le agrade la idea, aún así no sobra preguntar, ¿no crees?

Suspiro un poco:
— Tienes razón, pero siempre me imagine que quien fuera mi novio me amaría tanto que terminaría por proponerme que me case con él, creo que puedo hacerlo.

Pierdo el equilibrio, por suerte Romeo me atrapa en sus brazos, la silla cae, pero él le sostiene y cuando me doy cuenta su rostro está muy cerca del mío a lo cual nos ruborizamos, pronto me baja:
— ¿D-dónde están tus abuelos?

Desvío la mirada:
— Fueron a comprar pastel con algo de helado junto al hermanito de Henrick.

Se hace un silencio incómodo entre nosotros, de pronto el timbre suena, pronto me acerco para saber quién es y son los invitados. Compañeros cercanos o amigos de mis abuelos empiezan a llegar, no hay muchas personas, pero quiero que se encuentre cómodo y feliz de lo que estoy organizando para él.

[Henrick]
Mientras estoy por fuera decido pasar por Samir, tal vez después vaya directo a la casa, Damian ya debe de estar listo. Cuando me acerco a donde vive el perrito él ya estaba asegurando saliendo del edificio, se ve muy lindo vestido con formalidad.

Me mira un tanto apenado:
— Oh, lo siento, no sabía cómo vestir, nunca había estado en una fiesta. Creo que no debo de ser tan formal, ahora mismo regreso a cambiarme.

Lo detengo tomando su mano:
— No te preocupes, te ves muy bien así, claro, si te gusta te puedes quedar de esa manera.

Sonríe tranquilo:
— Si te gusta puedo ir así, por cierto, feliz cumpleaños.

Me abraza y lo recibo:
— Gracias, ahora, vayamos a casa, seguro nos están esperando.

Le ofrezco mi brazo a lo cual se aferra a él. Empezamos nuestro camino, quizás hoy tenga oportunidad de hablar un tanto más con Samir.

[Damian]
Tras esperarlos y a penas tener todo preparado avisan que ya está llegando Henrick, pronto todos nos acomodamos, yo me pongo frente a todos para poder recibir a mi lindo lobote.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora