Entre ustedes.

66 13 6
                                    

[Damian]
He llegado a casa con los chicos, antes de  abrir tengo que saber si quieren pasar a saludar:
— Chicos, prefieren quedarse aquí a esperar o quieren entrar mientras busco las cosas para Damus.

Basil sostiene la mano de Alex:
— Mejor te esperamos, creo que nuestra presencia aunque solo sea un salido podría causar más tensión después.
— Por esta ocasión le hago caso a mi osito, te esperamos aquí.

Decido entrar para tomar las cosas intentando no tardar para no hacerlos esperar. Cuando lo hago me encuentro con una escena un tanto extraña, Arlo y Zeus se están sujetando por la cintura, ambos se notan sonrojados y se miran a los ojos:
— ¿Intentan bailar juntos o algo así?

Inmediatamente se separan mirando a lados dándose la vuelta a lados opuestos:
— N-no es nada... ¿n-no se supone que que estarías afuera?
— Debiste tocar antes de entrar.

De acuerdo, algo estaba pasando y necesito saberlo, mejor me doy prisa:
— Una disculpa, vuelvo en un momento, Alex y Basil van a cuidar a Damus un rato, me gustaría hablar algo con ustedes, ¿creen que puedan?

Ambos asienten, yo voy de inmediato a buscar las cosas que necesito, ¿en serio se iban a besar?

[Arlo]
Lo único que intentábamos era saber cómo podemos llegar a sentirnos en una situación así, para ser honesto creo que ninguno de los dos estaba preparado para besarnos, por suerte llegó Damian, ¿cuánto habrá visto?

El tigre se dirige a la entrada con algunas cosas, se escucha que se despide y da gracias a quienes venían con él, deben de ser igual de importantes si tiene la confianza de dejarles a su hijo.

Al estar con nosotros vuelve la tensión con una sola pregunta:
— ¿Qué estaban haciendo cuando estaba llegando?

Espero no se moleste:
— Tengo algo que decirte... Entiendo que te pueda molestar, le estaba proponiendo a Zeus tener... una relación de tres.

En vez de molestarse ríe leve ante ello, no entiendo la razón de que lo haga:
— Lo siento, me da risa porque... justo estaba pensando en decirles, me quitaste un peso de encima. Solo quisiera saber, ¿ambos están de acuerdo con esto?

Zeus rasca su nuca un tanto apenado:
— No estoy muy seguro todavía, pero estoy dispuesto a intentar si es que también te parece bien la idea.

Damian suspira aliviado:
— En ese caso creo que podrían salir ustedes solos, ya saben que ustedes me gustan y yo les gusto, pero es mejor saber si ustedes pueden llegar a sentir algo, de lo contrario solo los haría sentir incómodos. Quiero que sean honestos conmigo, si de verdad no ven futuro en esto entonces seguiremos con las cosas como antes, o tal vez tomar otras medidas.

Creo que el problema será el canguro:
— Estoy de acuerdo contigo, podemos salir en este momento, ¿qué harás mientras tanto?

Se detiene a pensar:
— Bueno, no creí que esto fuera a ser así de sencillo, podría limpiar la casa y tal vez recibirlos con una comida. Dejaré que Alex y Basil estén un momento más con Damus, en verdad parecen quererlo.

Miro a Zeus:
— Parece que solo seremos nosotros, yo te sigo, no soy de aquí así que no sabría a dónde invitarte.

Asiente y ambos salimos, se sigue sintiendo algo tenso el ambiente, me gustaría hacer funcionar esto ya que Damian se veía muy tranquilo con esta idea, así nadie tendría porque salir lastimado.

Al ver de nuevo al canguro lo noto un poco decaído:
— ¿Sucede algo? ¿En serio te desanima tanto estar conmigo?

No se molesta en mirarme:
— Es solo... no esperaba que Damian fuera a acceder a esto... ya no soy el único en su vida, si te quedas con nosotros es muy probable que te empiece a dar más atención, es como si hubiera perdido el amor que me tiene, ya no soy suficiente para él.

No lo había visto de esta manera, pero no creo que deba dejar que pienso en esto:
— Mira, entiendo que te sientas así, pero creo que hay que verlo desde otra perspectiva. Te lo dije y te lo recuerdo, él no ha dejado de amarte, estoy seguro que te sigue amando como lo hizo al momento de casarse contigo, solo que ahora quiere ampliar ese amor, no estarás perdiendo lo que él te da, estarías ganando a otra persona que te puede dar felicidad también.

Mira un momento su muñeca en la que lleva un brazalete:
— ¿Te molestaría que él y yo tuviéramos algo que tú no?

No entiendo su pregunta:
— ¿A qué te refieres? ¿Te refieres a que están casados o a algo en específico?

Sigue mirando su muñeca:
— Este es el brazalete con el que me propuso matrimonio, quiero regresarle el suyo, quisiera saber si no hay algún problema en que solo nosotros llevemos esto.

Niego suave con la cabeza:
— Para nada, entiendo que tú llegaste antes. Entiendo el amor que se puedan tener y que tal vez tengan un detalle solo entre ustedes al conocerse más, después de todo tienes un lugar especial en su corazón que nadie podrá borrar.

Me sonríe más tranquilo:
— Eres demasiado accesible a todo, tras esa apariencia de chico rudo en verdad eres tan sensible, en un buen sentido ño digo, y bueno... me agrada.

Supongo que es un avance:
— Lo sé, por eso no suelo estar rodeado de tantas personas, todos creen que soy demasiado intimidante, pero los pocos amigos que llegué a tener los cuidaba en gran manera. Eso fue parte de mi otra vida, ahora tengo nuevas cosas en mente.

Nos detenemos en una banca que tiene vista a una calle que es bastante tranquila:
— ¿Extrañas tu otra vida?

Le sonrío leve:
— Cuando estaba en la isla solo lo hacía, pero desde que conocí a Damian ya no necesitaba de pensar en eso, también estás en ella... bueno, me gustaría intentar con la intención que todo salga bien.

Se sonroja levemente:
— ¿En verdad me quieres amar tanto como lo haces con Damian?

Veo que tiene mucho por preguntar:
— Ya te lo dije, no siento inconveniente en ello, además, así tendría a tres personas para amar.
— Querrás decir dos.
— No, tres, porque serían ustedes dos y el pequeño Damus, sería capaz de amarlos por igual, pero quiero que te sientas seguro en esto, recuerda que Damian quiere que nos parezca bien a los dos, yo sin duda quiero hacerlo feliz.

Se queda un momento en silencio:
— ¿T-te gustaría continuar con lo que nos habíamos quedado? Digo, no parece que será tan malo, para ser honesto me siento un tanto mejor ahora.

Me acerco lentamente a él:
— Si estás seguro no digas más e inténtalo.

Ambos nos tomamos de una mejilla, nos acercamos lentamente para empezar a juntar nuestros labios, tengo los ojos entreabiertos y puedo notar lo rojo que se ha vuelto Zeus, creo que no estaba tan preparado como pensaba, pero aún así lo está haciendo, debo decir que lo hace bien.

Al separarnos tapa su rostro con sus manos:
— Esto fue un poco extraño.

A mí me ha gustado:
— ¿Tan malo te pareció?

Agita suave la cabeza:
— No me refiero a eso, es solo que toda mi vida solo había sentido atracción hacia los hombres omega, es un tanto extraño para mí besar a otro alfa, y para nada imaginé que haría algo así después de haberme casado.

Río leve:
— Eso no responde mi pregunta, ¿te ha gustado o no? ¿Fue malo besar a otro alfa?

Me mira levemente ruborizado:
— La verdad es que... no estuvo tan mal como esperaba, tal vez solo es cuestión de acostumbrarme a ello, pero puedo decir que... me gustaría intentar una relación entre los tres.

Está accediendo, eso es lo único que necesitaba para poder sentirme feliz:
— Ha sido lo mejor que me pudieras decir, créeme que si algo quieres saber de mí te lo haré saber, todo lo que necesites hablar puedes hacerlo, solo quiero que sientas la confianza, que veas hasta donde podemos llegar juntos. Y también podría ayudarte a acostúmbrarte con otro algo, ven aquí.

Lo tomo por las mejillas, le doy otro beso en los labios, esta vez de manera plena cierro los ojos dejando de pensar en nuestro alrededor, siento que empieza a cooperar cada vez más, tal vez no vaya a tener problemas en adaptarse:
— Zeus, a ti y a Damian los voy a hacer felices, y si algún día quieren que me aleje lo haré, no me gusta hacer las cosas de manera forzada, siempre pueden sentirse libres de decirme lo que sea que quieran, los dos pueden confiar en mí.

El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora