3 Konoha

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Unos días después de la partida de Itachi, Mina decidió ir en busca de la aldea de su maestro, viajó durante un día entero hasta toparse con una enorme muralla de madera y decidió que había llegado.
Llegó a unas enormes puertas que ponían " A N" en las puertas y un símbolo extraño, al entrar no había nadie en las puertas entonces decidió entrar y se la paso caminando explorando la aldea, en un momento escucho los gritos de gente enojada gritando, toda una calle estaba pintada con diferentes dibujos, lo que le recordó a las antiguas raíces que solía pintar. Esta sonreía mientras admiraba los dibujos en las paredes, sencillos garabatos de distintos colores. De pronto un niño pasó corriendo a su lado riendo de felicidad.
De pronto todo se puso negro. Y cuando la iluminación arribó por fin a los ojos de Mina esta estaba en una oficina, enfrente de ella estaba un viejo con un sombrero que decía fuego en él. Este comenzó a hablar
-¿Cuáles son tus motivos en Konoha?- Mina supuso que ese era el nombre de donde se encontraba.
Ella estaba rodeada de personas con máscaras que la rodeaban y bloqueaba la salida, supuso que no iba a ser tan fácil escapar así que contestó:
-Solo quería ver cómo era este lugar- Por alguna razón supuso que no debería mencionar a Itachi.
El viejo supuso que no estaba mintiendo.
-¿Cómo lograste infiltrarse en la aldea?-
-Por la puerta principal- respondió Mina como si fuera poco.
El viejo se vio sorprendido y vio a alguien que estaba detrás de ella, como si le echara la culpa a esa persona.
Este pensó que no debería dejar que se fuera de la aldea, no podía dejar que alguien revelara la ubicación de Konoha.
-¿Te gustaría dar un paseo?- le preguntó a Mina, los ojos de esta se llenaron de euforia y aceptó con emoción.
Mientras salían de un edificio grande se oían voces de niños cercanos. Mina quiso ir a ver y el viejo la siguió con una sonrisa.
-Esta es la escuela de Konoha, aquí los niños aprenden a manejar chakra y aprenden sobre la historia entre otras cosas-
Mina recordó que su sensei había usado la palabra chakra en sus lecciones, sin embargo no había entendido que era, solo sabía usarlo.
Cuando llegaron a la escuela vieron a niños jugando excepto a uno que estaba sentado en un columpio solitariamente. Mina noto que ya conocía al chico, era el chico que había estado causando problemas cuando llegó, sin embargo la sonrisa que tenía había desaparecido.
Después de salir de la escuela se dirigieron hacia el mercado donde a lo lejos observó cuatro caras de señores tallados en la roca del valle, Mina noto que allí estaba tallada el rostro del señor que la acompañaba, este noto esto y empezó a hablar.
-Esos son los rostros de los hokages, personas poderosas que han liderado a esta ciudad, yo soy el tercer hokage, Hiruzen Sarutobi-
-¿Y el cuarto?- preguntó la rubia.
Hiruzen bajó la mirada y su tono de voz cambió.

-El cuarto hokage murió defendiendo esta aldea.-
Mina bajo la mirada pronunciando un pequeño "oh".
Esta había preguntado sobre el cuarto ya que se le hacía conocido, era una figura muy difusa en su cabeza pero sentía que lo había conocido.

Cuando estaba oscureciendo Hiruzen la dirigió a un antiguo edificio y subieron hasta el último piso.
-Aquí es donde vas a vivir-
Mina se sorprendió al oír estas palabras.
-¡¿Enserio?!, ¡¿me van a dejar quedarme?!-
Hiruzen le respondió con un amable si y le dijo que iba a asistir a la academia también. Esta estalló de emoción al oír las palabras del hokage, sin embargo este le comentó que tendría que compartir la casa con alguien
Al entrar noto que había pequeños envases esparcidos en el piso.
-¡Naruto!- gritó el viejo.
-¡Viejo! Se escuchó decir a alguien desde la otra habitación.
Un chico se acercó corriendo desde la otra habitación pero se frenó estrepitosamente al ver a Mina.
El niño tenía el pelo amarillo y ojos azules junto con tres rallas en cada mejilla, traía un uniforme amarillo y azul con un símbolo extraño de jn espiral rojo.
-¿Quién es?- preguntó.
-Soy Mina- dijo la rubia. El chico se quedó expectante como si esperara algo más después de su nombre.
-Naruto, Mina se va a quedar contigo hasta... próximo aviso-
Naruto bajó la mirada y aceptó.
Después de que el viejo se fue Naruto y Mina se quedaron en silencio, una quería hacer muchas preguntas pero no sabía cómo, y el otro tenía miedo de cómo reaccionaría la otra en su presencia.
En esos segundos de silencio a ambos les rugió el estómago, y no pudieron evitar reírse ante la situación, Naruto subió a un banco y se puso cabizbajo.
-Se acabó el ramen- dijo este.
Mina vio como este miraba su monedero de rana con pena, y esta se acordó de que el viejo le había dado un poco de dinero.
-Si quieres yo invito- dijo esta. Al rubio le brillaron los ojos con esperanza.
Salieron juntos del pequeño apartamento y caminaron unas cuadras sin pronunciar palabra alguna.
-Asiiii que ramen... ¿Qué es eso?- Naruto la miró con extrañeza, con solo dos pensamientos en mente ¿Quién no conoce el ramen? Y ¿Enserio te estoy apunto de presentar el ramen?.
Después de una explicación de Naruto sobre lo delicioso que era el ramen, en específico el ramen de Ichiraku, llegaron al local, donde los atendió Ayame, ya que su padre estaba haciendo unas entregas.
Esta tenía el pelo café y parecía de unos quince años, la comida se les presentó y ambos comenzaron a comer sin descanso. Mina estaba maravillada con el platillo no había podido comer tanto desde nunca. En medio de la comida llegó un hombre adulto, saludo a Naruto con gusto y le preguntó a la rubia:
-¿Cual es tu nombre?-
Después de terminar su bocado esta respondió, después del primer tazón Mina y Naruto ya habían roto el hielo y habían platicado de cosas simples, se reían y reaccionaban a las palabras del otro. E Ichiraku tuvo una especie de deja vu al verlos, pero no recordaba de donde, pero se alegraba de ver a Naruto sonreir.

Después de haber comido seis tazones cada uno, salieron y pasearon, y se habían desviado varias veces por el mercado, sin embargo ya estaba anocheciendo y recorrían una calle al lado de un río donde pegaban los últimos rayos del sol.
Naruto se animó a preguntar
-y ¿que te trajo a Konoha?-
Mina no quería mentirle a su nuevo amigo, pero sentía que no debía decirle toda la verdad.
-En pocas palabras mi sensei me contó de la aldea y después de separarnos vine a explorar-.
Los ojos de Naruto brillaron con emoción, quería saber sobre las habilidades de Mina.
-¡¿Tu sensei?!, ¿osea que eres aprendiz de ninja?-
-mh.. Algo parecido, pero estoy lejos de ser tan buena como mi maestro, ni siquiera domino los jutsus más básicos-.
Naruto se identificaba con la sensación, y lo único que hizo fue asentir.
Mientras los dos amigos caminaron por ese callejón, de repente a Mina se paró de manos y Naruto la vio atónito, y le pregunto el porque de repente se había puesto a caminar de manos.
-Porque me canse de caminar con los pies-
Naruto se rio ante la respuesta de su amiga, mientras que a lo lejos unos ojos negros observaban la inusual escena.

La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora