Mina y Shikamaru se dirigían a la Cumbre de Especia a toda velocidad.
Ya cambiados con su ropa normal, y Mina con una coleta alta sujeta a la cabeza.
La pelirroja se veía cansada ya que Shikamaru la había despertado antes del amanecer, llevaban horas corriendo y Mina ya se había quedado dormida dos veces, y con su cerebro apenas funcionando corría a la misma velocidad que el pelinegro. Eran las ocho de la mañana y el sol ya había salido aproximadamente una hora atrás cuando ambos ninjas llegaron al escondite de Umbrae Noctis, está se encontraba dentro de una cueva minera donde, según Shikamaru, antes había un templo de la diosa Armonia. Buscaron otra entrada, ya que la que habían encontrado estaba repleta de agentes con armas poderosas y no les gustaban sus probabilidades. Así que le dieron vuelta a la montaña y encontraron un pequeño ventanal.
El lugar, por dentro, era increíble. Murales antiguos se encontraban en las paredes llenos de colores vividos ya desgastados por el tiempo, pero su vida no se había desgastado. Y los pilares que sostenían la gran habitación de dos pisos parecían estar hechos de oro.
Pronto escucharon voces entrando en la estancia del piso que se encontraba abajo de Mina y Shikamaru y vieron como tres tipos, uno cada vez más intimidante que el otro, rodeaban a un viejo, el cual estaba atado por una cuerda.
Detrás de él, se encontraban tres bolsas enormes llenas de pequeñas hojas que resplandecían más que el oro de los pilares.
-¡Despierta Viejo!- el mencionado abrió los ojos y Mina se dio cuenta que ese señor era la persona que estaban buscando y que la planta que estaba detrás de él, era la Estrellina Dorada.
Mina tuvo la inercia de ir a salvarlo y empezar una pelea, pero el pelinegro la detuvo y le negó con la cabeza, diciéndole que aún no era tiempo.
-Espero que nos puedas brindar tu ayuda en este momento, si es que aún no has cambiado de parecer-
Le dijo un tipo que hablaba como hiena.
-Nunca- le contestó el viejo con algo de Miedo en su voz.
-Muy bien- exclamó el tipo más intimidante y alzó su mano, amenazando con un golpe, pero antes de que pudiera decir algo la plataforma donde Mina y Shikamaru se vino abajo, y ellos cayeron con ella.
-Etto.. Hola- dijo Mina haciendo un gestó incómodo de saludo al haber caído perfectamente en medio de la habitación, llamando la atención de todo mundo, dándose cuenta que más que tres agentes se encontraban ahí, casi cien personas se encontraban viéndola. No solo las que se encontraban antes, si no las que habían venido a ver qué había pasado después del derrumbe.
-¿Ahora que hacemos?- le murmuro a Shikamaru que le protegía la espalda,-
no lo se necesito un poco de tiempo- le contesto.- Por ahora nuestro objetivo es rescatar al señor Hiroshi- continuo.
Mina le asintió con la cabeza y rápidamente se colocó entre el viejo y los enemigos.
-hey es la chica que nos atacó ayer- dijo uno de los agentes.
Mina sintió que no podía hacer mucho, pero de repente vio un punto alto, donde tal vez, solo tal vez...
Mina creó una pequeña esfera morada de rayo y tierra y lo lanzó al aire, y al chocara contra una pared todas las armas metálicas se fueron traídas a ese punto, incluidas la de los protagonistas.
Mina miró a Shikamaru el cual estaba con una expresión entre nerviosismo y enojo, al cual Mina solo le contestó con una sonrisa nerviosa. Después de perder sus armas todos los agentes atacaron a los jóvenes ninjas, Mina neutralizar a unos pocos con su raidori de hielo y alejó a unos pocos con un katon morado, que había descubierto que no era solo fuego, si no una masa semi-líquida, parecida a la lava, solo que se evaporaba más fácilmente.
Shikamaru logró vencer a algunos, pero los enemigos solo seguían viniendo.
Mina decidió usar las cadenas de diamantina, casi nunca las sacaba por cuenta propia, y aunque le generaban un cansancio horrible, no le generaban tanto dolor.
Utilizó las cadenas para abrir un agujero en la pared detrás de Shikamaru, poco a poco conforme resistían en la pelea interminable, la pelirroja se logró acercar a Shikamaru junto con el viejo y sus especias.
-Tenemos que salir de aquí, aguantaré un poco más, pero señor, por favor cruce el ajugero y diríjase al pie de la montaña, ahí habrá un ninja de Konoha esperandolo para ponerlo a salvo, pero yo solo podre detenerlos un poco.- dijo Mina mientras luchaba contra cinco ninjas a la vez, manteniéndolos a raya.
-Si tiene razón, yo también me quedaré aquí un poco- dijo Shikamaru.
Así aguantaron Mina y Shikamaru una manada de unos veinte hombres por unos diez minutos, ambos estaban agotados, al igual que sus contrincantes que muchos ya yacían en el piso.
-Tenemos que irnos - le dijo Shikamaru a Mina, esta asintió con la cabeza, ya no habría posibilidad de que los persiguieran a ellos o al viejo, o al menos eso esperaba la pelirroja.
Cuando el pelinegro estaba por cruzar el ajugero una daga se dirigía a él. Mina la vio y corrió para interponerse, esta le atravesó la una parte central del pecho, la vista se le nublo. Y cayó al piso.
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La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)
ActionMina es una chica alegre sin embargo vivió apartada de la sociedad hasta conocer Konoha, donde conoció a personas que cambiaran su vida. Narrador: tercera persona Algunos eventos de la serie original serán alterados Faltas de ortografía y/o puntuaci...