La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)

54 El Rekai

-¿Y qué pasó después? - pregunto Ino.

- Pues Tsunade dijo que podría ascender a Jounin cuando estuviera lista, sin embargo durante este tiempo tendría que hacer... algunas cosas.- Les explicaba Mina a sus amigas, todas expectantes para que continuara.

-... Tendría  misiones más complejas y tendría un entrenamiento más estricto, además de que me encargaría de algunos equipos en misiones más pequeñas, como sustituta, claro.-

-Fue más comprensiva de lo que pensé- le dijo a Shikamaru mientras le contaba la misma historia.

-Perdón- dijo la pelirroja- se que te esforzaste para que pasara el examen-

Shikamaru inicio a reir.

-¡Oye! ¡No te rías! ¡Me estoy tratando de disculpar!- Dijo Mina mientras hacía un ademán de pegarle.

-Perdón, perdón, de hecho no pensé que fueras a darte cuenta, pero lo hiciste...- Shikamaru dejó en el aire lo que iba a decir, alzó sus brazos atrás de la cabeza y continuó caminando junto a la pelirroja, la cuál tenía un leve sonrojo que era ocultado por los colores del atardecer.

Al principio Mina pensó que era un sueño, la hermosa arquitectura antigua resaltaba como si fuera una fantasía.

Animales blancos la rodeaban todos diferentes de los demás.

Luego Mina vio a Lorillis, la cual pedía que le dieran un poco de espacio, murmurando que el viajar de dimensión siempre era difícil.

La relación de Mina y Lorillis siempre había sido un tanto complicada, Mina no había alcanzado su tanto potencial con la invocación, a la vez que esta no la conocía a ella.

Sin embargo, ambas tenían cosas en común, aunque una era fría y arrogante, y la otra era alegre y optimista, ambas se preocupaban una por la otra y por todo aquel a que amaban, ambas eran fuertes y rápidas... impredecibles.

Mina noto algo, todos los animales cambiaban.

Ya lo había notado antes con Lorillis, cuando está hacia esto; las pequeñas marcas naranjas de su piel iniciaban a brillar y cambiaba de forma, pero no se había dado cuenta de lo increíble que era que toda la sociedad cambiara a su placer, al igual que lo hacía su amiga.

Sin embargo el asombro por el paisaje duró poco:

-No tengo mucho tiempo- dijo Lorillis, mientras cambiaba a su forma de zorro- la guardiana ha solicitado que te presentes ante ella.-

Así, Mina y Lorillis caminaron hasta un gran pabellón hecho de arcos de piedra.

Lorillis hizo un tipo de reverencia y un gran zorro aprecio, esta era un zorro de diez metros de altura, símbolos naranja yacían en su cara y colas, nueve colas que abarcaban todo el espacio que está ocupaba.

Lorillis le pidió que hiciera una reverencia, y Mina, nerviosa, se inclinó.

-Su majestad- inició a decir Lorillis- aqui esta...-

-La humana ¿No?. La del destino... indefinido-

-Si...- continúo Lorillis, nerviosa. -Mina, esta es Zena, madre de todos los zorros y guardiana del Rekai.-

Zena cambio su tamaño e inició a dar vueltas alrededor de la pelirroja, examinandola.

-Así que ¿esta es la que te supero en una carrera y luego firmó un contrato-

Lorillis se avergonzó aún más.

-S..si-

-mhh... bien sígueme- le dijo a Mina cambiando de forma a una semi humana.

Zena tenía un vestido blanco con tonos dorados, un largo pelo blanco se extendía hasta su espalda baja donde surgían nueve colas. En medio de la frente se encontraba el mismo símbolo que cuando ella era un zorro, y donde se acababa la frente dos orejas de zorro comenzaban.

Así las tres llegaron a un lago, este estaba conformado de cascadas escalonadas, las cuales formaban más lagos.

Su agua era cristalina y de un color azulado y brillante, sobre esta, pequeñas criaturas luminosas se deslizaban y volaban alrededor de plantas fluorescentes.

Mina estaba maravillada por el paisaje, hasta...

-Ahora, metete... -

-¿Que?- le preguntó Mina a Zena.

-Metete-.

Mina no tenía otra opción así que hizo lo que se le pidió.

Al principio el agua era como un montón de hielos, se sentía como si un millón de agujas atacaran todo su cuerpo a la vez, luego dejó de sentir su cuerpo y se inició a quedar dormida.

Mina apareció en una habitación enorme, a sus pies había un cantidad enorme de agua, y cuando se dio la vuelta, una gran reja se encontraba ante ella.

Y detrás de está una enorme bestia, más grande que Zena se encontraba ante ella. Un zorro de nueve colas, de cara amenazante estaba tras las rejas.

-Hola- dijo Mina nerviosa.

El Kyubi no respondió.

Parecía dormido.

-¿Qué es este lugar?- continuó mientras avanzaba, la criatura suspiro, y se dio la vuelta, ignorando a la pelirroja.

-¿Por qué estás aquí?- preguntó, si detenerse -¿Porque estoy aquí?-

El Kyubi abrió su gran y amenazante ojo y vio como Mina cruzaba la reja que los mantenía separados.

-¿No tienes miedo?-

-Nop- dijo Mina mientras se acercaba a él.

La criatura se movió amenazante hacia ella, sus rostros estaban tan cerca que Mina podía sentir el aliento de la bestia. Sin embargo Mina no movió un músculo, no estaba exaltada por los grandes colmillos que amenazaban a destruirla o los grandes ojos rojos sedientos de sangre.

-Sorprendente- dijo Mina de repente, sorprendiendo al Kyubi al verla detrás de él.

-eres muy suave- le decía mina mientras que lo acariciaba.

Kurama la trató de alcanzar, pero ya no estaba donde antes.

-Wow ¿Entonces así lo ves todo?- dijo Mina mientras estaba en su cabeza.

-¡Hey!, ¡niña! ¡bajate!-. Exclamo el Kyubi.

Así pasó un rato antes de que la criatura lograra calmar a Mina.

-Eres muy diferente a Naruto- le dijo mientras la sostenía en su lugar.

-¿Conoces a Naruto?-

-¡¿Que si lo conozco?! Ha sido mi tormento desde hace años, él ha sido mi prisión, es donde estamos ahora- dijo el Kyubi.

-Dices que estamos, dentro de Naruto..- reafirmo Mina indecisa.

-¡Entonces tú eres el biju que está dentro de Naruto! ¿Cómo se llamaba..? ¿Kiu..? ¿Kiusi? ¿Kyuri? ¡Subi!-

-Kyubi- <Ni siquiera cerca> pensó el zorro.

-Ese- grito Mina.

-Así que Kyubi ¿En serio así te llamas? - dijo Mina sin terminar su oración.

-No.. Ese es un tonto apodo que los humanos me dieron, estaban tan aterrados de mi poder que.. ¿Me estas poniendo atención?- le dijo a Mina de repente.

-Este.. Si..Si.. Solo me dio hambre-

La pelirroja iniciaba a irritar al Kyubi,.

-Así que si Kyubi no es tu nombre ¿Cómo te llamas?-

-Kurama- pronunció.

-Bueno Kurama- Mina hizo una pequeña reverencia a la cabeza del kyubi -ha sido un placer conocerte-.