Mina despertó muy cerca de las seis de la tarde.
No podía evitar pensar en lo que había pasado el día anterior.
Se paseó un rato por la aldea tratando de despejar la mente, pero la imagen y palabras del fantasma Hyuga no desaparecían de la mente de la pelirroja.
Y al caminar chocó con alguien a quien reconoció de inmediato.
Shikamaru
Mina no se quejó con él, no se rió, ni siquiera había sido capaz de sonreír, algo que nunca había sido incapaz de hacer. La incertidumbre infinita de Mina era notable en cada parte de su cuerpo.
Mina creó una sonrisa, claramente falsa, y le pidió disculpas por no haberse fijado por dónde iba y trató de seguir vagando por la aldea, pero Shikamaru, extrañado por la nueva actitud de Mina, que claramente no era la de siempre, la agarro de la muñeca y la guió a su casa ya que estaba anocheciendo y estaban muy cerca del área nocturna de Konoha y muy pronto personas ebrias rondarían las calles.
La pelirroja no tuvo más que aceptar la propuesta de Shikamaru.
Sin embargó Mina no entró por la puerta principal, le pidió una explicación al pelinegro, pero no la obtuvo.
Mina cerró la ventana de la habitación de Shikamaru, y esperó pacientemente a que este llegara, claramente con cierta incomodidad.
-Mamá, papá, ya llegué- anunció el pelinegro, su voz provenía del piso de abajo.
Sus padres le dieron la bienvenida, y después Shikamaru subió las escaleras y entró a su habitación junto con un tablero de Shogi.
Ambos quedaron en un silencio incómodo, Mina tenía miedo de cómo podía acabar la conversación y Shikamaru no sabía iniciarla.
Así este inició a montar el tablero y solo se oían las piezas de madera durante el partido.
Sin embargo al anunciar a Mina como ganadora, esta se quedó rendida.
-¿Sabes?- Mina se arrepintió al momento de abrir la boca, pero el silencio incómodo y tenso se había convertido en algo cómodo, justo lo que necesitaba Mina.
-Tengo cierta habilidad, la cual, al parecer, es muy peligrosa. Tengo demasiada información en mi cabeza que no comprendo sobre mi nuevo poder y no hay quien me ayude a controlarlo.- Una pequeña lágrima se asomó en el ojo de Mina y esta procedió a hincarse y luego a hacerse bolita, para ocultar su cara roja.
Volteo a ver de reojo al pelinegro.
-Y..Y tengo miedo, miedo de volver a ser abandonada, a perderlos a ustedes-.
Shikamaru estaba atónito, la chica que siempre tenía energía, que siempre estaba feliz, que nunca tenía miedo, estaba llorando en su habitación por miedo a sí misma, por no saber quien era.
-Me debo de ver estúpida- dijo Mina levantando la mirada mientras intentaba sonreír.
Pero solo sintió el cuerpo del pelinegro abrazándola, no había dicho nada, pero de alguna forma la estaba protegiendo. Su cuerpo era cálido, y reconfortante. Mina rompió su sonrisa e inicio a llorar ahogadamente en el hombro de Shikamaru a la luz de la luna.
-Para nada- le dijo a una Mina que había caído inconsciente gracias al llanto.-De hecho te veías muy bonita-.
<Me prometí hace mucho tiempo que no volvería a llorar, que no pasaría mis días sintiendo pena por mí misma, asustada, débil. Cada temor y lágrima se convierten en sonrisa, ocultando debilidad.> pensó Mina <Pero, tal vez, a veces es necesario llorar>
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La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)
ActionMina es una chica alegre sin embargo vivió apartada de la sociedad hasta conocer Konoha, donde conoció a personas que cambiaran su vida. Narrador: tercera persona Algunos eventos de la serie original serán alterados Faltas de ortografía y/o puntuaci...