75 El Tercer Día

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Mina se despertó cuando se cayó de la cama, eran las diez de la mañana y no había nadie en la habitación. No mucho después keiko entero y la tranquilizo, la cabeza le estallaba, y le pregunto a Keiko si había hecho alguna irresponsabilidad la noche anterior, esta, mientras la obligaba a tomar agua le dijo:

-El señor la sacó de la fiesta antes de que algo malo ocurriera, estaba muy preocupado por usted-

-Donde está Genta- pregunto Mina tratando de no decir su nombre real.

-El señor Shimura no puede verla en este momento, por más que el protestara, ya sabe es la tradición.-

Mina no pudo decir nada, vio la hora y se acordó de que día era, hoy sería su boda, no pasó mucho tiempo antes de que Keiko la dejara salir de la cama y Hanae llegará junto con dos personas que traían una enorme tela blanca, Mina lo reconoció de inmediato, la mamá de Ino le había hecho tantas confecciones y arreglos mientras lo usaba que era el vestido que más se había puesto en su vida.

Su vestido de novia.

La tela era de las más suaves que se podía encontrar, pareciera como si maldijera a cualquier pedazo de polvo que fuera a caer sobre él. Tenía encajes con diferentes figuras que Mina asimilaba con su vida, pero eran tan diminutas que nadie podría notarlo a simple vista.

Su pelo lo habían adornado con todo tipo de trenzas y joyas, y su cara tenía toda clase de pinturas que era difícil decir quién estaba del otro lado del espejo.

Finalmente la hora llegó se llevaron a Mina por miles de pasillos diferentes a los del día anterior, el sol se estaba poniendo cuando Mina escucho sonar la música.

Mina se deslizó por la gran alfombra pintando con el sol su vestido de todo tipo de colores, un aura distinta la estaba rodeando, un aura muy distinta a la que siempre había tenido...

Los invitados se inclinaban cuando pasaba, como si se tratara ya de una reina.

Del otro lado del altar Shikamaru se encontraba atónito, nunca había esperado sentirse así, hasta hace poco la mayoría de las cosas las consideraba insignificantes, pero ese momento era todo menos eso, la estrella que se acercaba hacia él, con tanta delicadeza y poder era algo abrumador, como si se tratara verdaderamente de algo finito e incontrolable, como si se pudiera perder en cualquier momento y la imagen desaparecería de la faz de la tierra.

No pudo evitar agachar la cabeza en forma de respeto cuando Kyomi llegó al altar y el juez inició a pronunciar las palabra.

<Pronto esto habrá acabado> Pensaron mientras contemplaba los anillos antes de decir sus votos.

-Kyomi, desde que te conocí he visitado nuevos mundos que nunca me interesaron, siempre había preferido ver el mundo por mis ojos que por la razón misma, me enseñaste a pensar y a sentir, a abrirme y a conocerme a mi mismo, por eso te doy este anillo, para conocernos y abrir puertas y oportunidades hasta el fin de los tiempos-

-Genta, desde que te vi la primera vez no has parado de romper mis muros y darme razones para seguir, me abriste el mundo a una nueva manera de pensar y de relacionarme, me enseñaste a reír y a ser yo mismo sin ve hacia los lados, con este anillo, prometo estar y seguir a tu lado, abriendo puertas y oportunidades hasta el fin de los tiempos-

La gente contuvo el aliento hasta que ambos pusieron el anillo en el deo del otro.

-Ahora los declaro Marido y Mujer-

-Puede besar a la novia-

Habían pasado tantas cosas que Mina y Shikamaru se les había olvidado por completo todo lo que los había puesto nerviosos, habían superado tantas cosas juntos que no esperaban que algo como esto los detuviera, seguía siendo parte de la misión.

La Hija de los Muertos (La hermana de Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora